Dorita García Blanco presentó hoy en el Club de prensa asturiana de la Nueva España su libro "El último Agustino". Estuvo acompañada por Julio Puente y Carmen Casal.
Julio Puente , director de la Nueva España de Gijón comenzó leyendo un párrafo del libro. Inaguró el acto comentando que lo harían de forma sencilla como le gusta a Dorita y presento a las dos mujeres como valientes y que no se quedan atrás.
Carmen Casal, periodista y editora asturiana realizó la presentación de una forma amable y haciendo el intercambio de información a través del diálogo y le dio las gracias por lo mucho que la ha enseñado y aprendido con ella.
Acerca de la obra la autora nos comunica que la inspiró una fotografía que fué lo que hizo que la llevara a plasmar la vida de un fotógrafo. Que aunque el título hace pensar en un tema religioso que no tiene nada que ver . Que la historia trata de un hombre que se hace a si mismo, se va de niño de casa porque no había para alimentarlo y se instala en Barcelona donde pasa momentos duros y complejos. Nos habla de las cuatro mujeres que pasan por su vida y del tipo de amor que tuvo con ellas. Cómo ha sabido aprovechar las oportunidades en su lucha del bien contra el mal inclinándose por el bien y transformándose en "un hombre íntegro, feliz y contento consigo mismo".
Carmen le comenta que "un escritor deja algo de su alma y de sus vivencias cuando escribe" y le realiza la pregunta ¿Que ha dejado ella en esta obra? Dorita responde que "El compromiso social, los valores humanos que tiene el protagonista y el amor filial".
Firmó sus libros y en el mío consta "Para Maite con mucho cariño y siempre el recuerdo de Maribí"
Aún no he leido el texto pues adquirí el ejemplar ayer por lo que no puedo haceros ningún comentario pero me ha parecido una presentación muy interesante.
Finalizo esta reseña como lo hace ella en el libro con unos versos de Neruda no sin antes felicitar a la autora por tan buenos libros y darle las gracias así como al duo La mar allí presente.
Y aquí estoy yo, brotando entre las ruinas. /mordiendo sola todas las tristezas,/ como si el llanto fuera una semilla/ y yo el único surco de la tierra.
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