El Blog de Maite García: julio 2019

Hoy ha fallecido el Catedrático de Educación José Vicente Peña Calvo y tengo que hacer una mención especial hacía su persona en este blog. Estuvo presente en mi tesis como director de la facultad de Ciencias de la Educación de Oviedo, a la vez fue miembro del Forum donde fui presidenta del mismo durante un tiempo y me dio clases de sociología, una asignatura orientada a la comprensión y al análisis crítico de la realidad social. Cuántos autores y personajes que parecen no son relevantes y tienen tanta importancia, que han contribuido al desarrollo científico, a entender como funciona el mundo, cómo nos tenemos que organizar, relacionar, comportarnos y además cómo podemos investigar y hacerlo de la mejor forma y así era el profesor.

Cuando yo estudiaba pedagogía ya estaba casada y a la vez trabajaba y tenía hijos. Esta era una asignatura difícil de la que tenías como en todas que estudiar pero aquí había que conocer a todos los sociólogos así como las realidades de los tiempos. A mí me gustó mucho. La aprobé a la primera. He de decir que hice la carrera de pedagogía y la tesis casada y con hijos y trabajando en la escuela como maestra pero siempre me exigí al igual que el profesorado y el sistema competir y no en igualdad de condiciones porque la gran mayoría de mis compañeros era lo que hacían "estudiar" mientras que yo tenía una vida bastante más complicada y difícil con multitareas pero hice curso por año, no me permití perder el tiempo. La sociología me apasionó. Cuanta gente con tanto saber.

La asignatura exigía un adecuado conocimiento de las estructuras, de las relaciones, realizar un ejercicio de reflexión crítica entre todos los vínculos y marcos científicos sociológicos y la vida cotidiana, de las ideas y tendencias novedosas. Era importante las estadísticas, la vida cotidiana, los grupos, las organizaciones y contemplar distintos aspectos e influencias del comportamiento humano, esto tenía que ver con las distintas dimensiones: sociales, políticas, económicas y culturales y había que estudiarla. La asignatura exigía una actualización y así se lo exigía igualmente el profesor y a sus alumnos y así me lo exigí yo. Era un apasionamiento, un deleite. Creo que esto es la vocación, te tiene que gustar.

Una pena su fallecimiento aún siendo tan joven pues hoy en día 68 años son pocos. Solo cabe enumerar todo un legado que nos deja y decir que fue un gran honor saber y sentirme su alumna, conocer tantas cosas y aprender un poco mejor lo que significa y es el mundo, esa dimensión social, individual y antropológica del ser humano, ver funciones e igualmente limitaciones y considerar toda la historia y biografías de la gente, de los grupos, y de las organizaciones.

Para finalizar comentar que siempre es triste ver que una persona se va de esta vida y más una que formó parte de la forma de pensar y de ser quizás porque un profesor, un maestro siempre deja huella y está dentro de nosotros. Solo me resta citar alguno de sus trabajos y artículos que aparecen en Dialnet, sistema abierto de información con artículos publicados en su nombre, no sin antes decir:

¡HASTA SIEMPRE PROFESOR!