Trata el tema del acoso, del bullyng que sufre una adolescente en el instituto y que decide dejar de sufrirlo. A ella le gustaba escribir e hizo un blog pensado para hablar de estas problemáticas y avanzar ella y a la vez para otra gente que le guste su temática y tenga sus mismos problemas. El blog “termina dándole fuerzas para cambiar el universo que la rodea”.
Es una novela acerca de lo que significa crecer cuando el mundo es duro y crudo, cuando a ella le quieren decir que no es acoso, que es un sentir democrático, que es libertad de expresión así que aceptó este reto y pasó al club de los perdedores. Era honesta y madura pero este sentido le hizo ver que poco cambiaría esa forma de actuar. ¿Solo lo veía ella?. No le gustaba el victimismo, ni sentirse una superviviente, ella era protagonista de su vida, protagonista de su historia, y podía hacer algo para cambiarla y escribirlo y cambiar así formas sociales de actuar, sensibilidad y sinceridad. Ella decidió enfrentarse a su vida, luchar y vivirla viendo otras opciones y alternativas. Se decía que estaba cansada de oír siempre lo mismo, que si antes el mundo era mejor, que internet, los móviles, que los jóvenes antes eran diferentes, que ahora no tienen respeto, que viven desconectados, y se decía que cuando se oye esto las personas que lo comentan son obsoletas, caducas, no están con los tiempos ya que ellos mismos han traído el mundo hasta aquí y encima hablan de “que eran otros tiempos” como si fuera mejor jugar a las canicas, o les hiciera más inocentes y mejores, y es aquí cuando se preguntaba si los adultos son realmente responsables. Ellos no dejan salir por las noches pero hay cosas más peligrosas y para encima hay que ayudarles, y con internet, móviles, que si Facebook les molesta pues que no entren, es lo mismo que decir no me gusta lo que hay fuera así que no me pongas las noticias así no me entero. Parece que sus cerebros no pueden aprender cosas nuevas, como si el disco duro estuviese lleno y sabes ¿lo que enseñañ? se dice “eso no va contigo, eso no es tu responsabilidad, no te metas, hazte la loca”.
Así que
tenía un blog que escribía, se veía especial, diferente, original, se
inspiraba, y se preguntaba ¿Qué es ser adulto? Ellos saben más, tienen más
experiencia pero ¿Cómo la usan? ¿Qué pasa cuándo a los que pides ayuda son más
cobardes que uno mismo?, que el que está pasando y sufriendo el acoso, las
problemáticas. ¿Cuánto daría por viajar al futuro y dejar esto atrás? Al
escribir creía que todo iba a mejorar, a cambiar. Ella llamaba a los que la
acosaban “populares” porque era un número grande del grupo y que a esto se
llama sociedad, lo asemejaba a la democracia. A veces uno se siente así decía “como
quién no encaja” pero hay que tener paciencia, la vida es maravillosa,
llena de cosas buenas y bellas.
La gente que es así de especial,
de extraordinaria no puede pensar nunca que está sola, así que vendrán tiempos
mejores y de momento como ayuda mucho con quién hablar se hizo un blog,
llegando a ser su mejor amigo y con él se ponía a trabajar sin pensar en
problemas ni en situaciones adversas, fue su elección “mantener este trabajo”.
Quizás la sociedad, los amigos la habían defraudado, la habían querido enfermar,
volver loca y no quería pensar ni en enfermedades ni en nada de señales divinas
como algunos le decían, quería vivir una vida plena. Se dio cuenta que la mejor
venganza es “ser feliz” y que había muchos tipos de perdedores, estaban los
graciosillos, los depresivos, los cursis, los callados pero sobre todo a los que
llamaba “perdedores traidores”. Este tipo de perdedor es el
que se une a los más famosos, populares, a los superiores, a los que molestan a
otros y se une para sentirse como ellos, superior y ver al otro como perdedor y
le consuela ver a otras personas que están en peores condiciones.
La protagonista sentía que sus amistades la traicionaban, querían dejarla fuera, unían sus fuerzas. Trató de entenderlas, de ver porque actuaban así y que era lo que buscaban, pero no pudo porque ella nunca actuaría de esa forma, eran “perdedores traicioneros”. Hay gente que te cae bien y quizás gente que no, o entre las personas unas te caen mejor que otras pero actuar así jamás. Se decía “alguien tiene que ser mejor”. Y evolucionaba y veía que el mundo tenía esperanza, la podían tachar de ingenua, de tonta pero entendía que cada cual tiene que luchar sus propias batallas. Le convirtieron sus emociones e ilusiones en angustias pero el blog le había permitido salir de ellas. Así que ahora la intolerante era ella porque en realidad se trataba de “tolerancia”, de ayudarse, de defenderse, es como una hermandad donde todos se necesitan y hay que ayudarse y no perjudicarse, o estar constantemente quejándose y demandando. "Escribir en el blog siempre la ponía de buenas" y la animaba cayendo en la tentación de meterse en el grupo de la sociedad, de aceptar invitaciones pero siempre se decía a si misma que ella "tenía que marcar el ejemplo y no tener vergüenza por los problemas", se decía "todo va a salir bien" con la esperanza de saber que tenía una vida y que su vida era de verdad.
Para finalizar comentar una frase que sale en el libro parecida a "cada uno es lo que es" de la pedagoga "Ada Abraham y que dice "somos lo que somos y esa es la peor condena".