sábado, 7 de julio de 2018

Mujeres y poder



"Mujeres y poder" es el titulo del texto escrito por Mary Beard. En el prefacio la autora reflexiona sobre su madre que a diferencia de otras mujeres de generaciones anteriores había llegado a tener una carrera, un matrimonio e hijos pero fue una mujer que se sintió frustrada porque sus opiniones no se tenían en cuenta ni su voz era tomada lo suficientemente en serio. Comenta que en la cultura occidental existen mecanismos para silenciar la voz de las mujeres y la desconcertaba ese techo de cristal. 

La cultura occidental lleva miles de años de prácticas silenciando la voz de las mujeres. Añade con ejemplos del mundo clásico,  de los griegos y romanos que nos pueden arrojar mucha luz donde la voz de las mujeres es acallada en la esfera pública dándose relaciones complicadas. 

Acerca de la exclusión el libro indaga sobre la larga tradición del silencio y desvela que hay que pagar un precio muy alto para dejarse oír reivindicando el derecho a hablar. Compara la voz grave al coraje viril  con connotaciones de profundidad y mas acreditada que la voz aguda que la une a la mujer, el tono y el timbre de la voz subvierte la estabilidad social, política y la salud del Estado siendo muy interesante la conexión cultural. Cuando una mujer defiende polémicas, debates, puntos de vista diferentes lo consideraban como  un error y así lo expresó un gurú en el siglo II d.c. "Una mujer debe de guardar de exponer su voz lo mismo que debería de guardarse de quitar la ropa". La autora afirma que aún a pesar de la distancia del tiempo somos herederos de este mismo  discurso de género. 

Realiza comentarios que transformo en preguntas que me parecen muy interesantes y plurales, tales como 

¿Hemos dejado intervenir?
¿Hemos escuchado sus contribuciones?
¿Hemos ayudado en los procesos y prejuicios para que pudiesen continuar?
¿Hemos dejado que dijesen lo que pensaban?
¿Cuestiones de género y de voz están presentes realizando abusos bajo formas variadas?

Hay fijado un gran problema en la sociedad que entorpece que la misma avance, vaya hacía adelante al menos como tiene que ir. Esto llevándolo a la educación conlleva un gran problema en los comportamientos, acciones, satisfacciones ya que sino se realizan adecuadamente esas repuestas con seriedad implica malos comportamientos, pérdida de papeles, no estar a la altura, ser malvados, malas acciones y sobretodo dolor, decepción, sufrimiento.  

Muchas veces y dado que el tiempo es lo que es se entorpece con situaciones complicadas e incluso se puede pensar que con faltas de respeto  o con expresiones como:
  • No entiende...
  • No es así...
  • Tu no sabes...
  • No sabe organizar... 
  • Ahora no es el momento...
  • No hay tiempo...
Estas frases están arraigadas y el silencio también. Si la comunicación no se facilita es una falsa democratización. El no permitir se une también a callar la voz y no solo con frustraciones sino ya con clasificaciones y eso igual a hombres que mujeres: Habla más de la cuenta, falta de discreción, causa problemas, demasiado protagonista, etc... Y ya se sabe ante esto el simple hecho de decir no se va aceptar, no se va a estar de acuerdo y bien no conviene que se diga pero lo que más no conviene es que se vea su saber, que se note que sabe y es aquí donde buscan mas que las artes las malas artes. La autora nos plasma un gran repertorio de como silenciar a mujeres y privarlas de la capacidad de hablar siendo formas despiadadas y agresivas con ataques incomprensibles de desplantes, recriminaciones, acosos y desgastes psicológicos. 

Mary Beard nos hace saber que la revolución está en el saber, en el conocimiento. Nos trasmite la idea de dejar hacer, la comprensión al otro, de aprovechar lo mejor posible el trabajo. Ve injusto dejar a las mujeres al margen, prescindir del conocimiento de las mismas ya sea en tecnología, economía o asistencia social.  Ella se atreve a mirar a los hombres de frente. Añade que el poder sigue siendo elitista, emparejado al prestigio público, al carisma individual, al liderazgo, como si se tratara de un objeto de propiedad que solo muy pocos pueden poseer. Las mujeres como género, no como individuos quedan excluidas del poder. 

Nos da la autora soluciones en el texto, tales como:
  • Pensar de forma colaborativa
  • Empoderar permitiendo crecimiento personal y profesional, es decir dejar exponer ideas, conocimientos, saberes y dejar hacer y decidir.
  • El derecho a ser tomado en serio en conjunto e individual.
  • El derecho a equivocarse
En la foto aparece la autora  Mary Beard en la entrega de los Premios Princesa de Asturias 2016 junto al premiado Hugg Herr.  ¿Porqué esa foto de ellos juntos? Quizás por plasmar juntos a una mujer y a un hombre. Esos premios fueron denominados "los premios a la superación" y amparan la cultura, el conocimiento para no temer al futuro. Hugg Herr reconoce que dado el daño causado quiso dedicar su vida al progreso con la misión de acabar con la discapacidad y Mary Beard en el discurso no hablaba solo en su nombre sino de todos los profesores, académicos, escritores que trabajan duro. De esas personas que enseñan a ponerse en la piel de los demás, la empatía y el pensamiento de que los niños son muy empaticos y tienen mucha sabiduría no los volvamos antipáticos y carentes de saber. 

Para finalizar todo ello me lleva a pensar al igual que la autora hace en las estructuras, en la profesión, en las ideas, en el rigor, en los perfiles de los líderes, en la relación con los quehaceres, en los valores de paz, en los esfuerzos de generosidad, en la necesidad de reflexionar sobre la educación, la exigencia, la innovación, las relaciones, la cultura, el conocimiento, en la libertad ya que también consiste en no querer oír, hacer ni saber, en las emociones, creencias, sensiblerías, en la naturaleza y en la humanidad pues hay personas que piensan que lo humano es negativo pero lo que más me llama la atención son los hechos objetivos y la toma de decisiones. Creo que ni la sociedad es tan irresponsable ni hay que exigir a determinados hombres y mujeres que arreglen los problemas para echarles en cara las soluciones.  La autora invita a otros cambios, a ser mejores, a actuar sin meter miedo y a defender a la mujer, el respeto dejándola plasmar su pensamiento, comprendiendo su actuación, su perseverancia, resistencia y sobre todo lo que defiende como es el conocimiento, la cultura.

"La razón acaba por tener razón"
D' Alembert

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