sábado, 30 de junio de 2018

Y al final... todos calvos


"Y al final...todos calvos" es el titulo de un libro escrito por Inmaculada González - Carbajal García que ha sido presentado ayer en el Museo Marítimo de Luanco

Es un libro lleno de valores y recomendado para alumnado de secundaria donde nos dice que para combatir todos los males el antídoto es tratar a todos los seres humanos de una forma desinteresada. Según palabras de la autora en la presentación el libro surge desde la inquietud, lo que quiere es dar sentido a la vida. No es un libro de auto ayuda ni habla de formas de estar en la vida sino del sentido de la vida, de vivir con atención y no de cualquier manera. El sentido de la vida y la vida con sentido. Pararse a pensar, a reflexionar. Cada persona tiene las claves para dar contenido a la vida. Está dentro de cada uno. La autora trata de expresar sus experiencias tanto de viajes como de otros contextos y plasmarlas en el libro. Hay un capítulo que dedica al dolor sentido por verse traicionada por sus amigos y comienza a sentirse irritable, endemoniada, muy dolida y se preguntaba ¿Y que voy hacer con este dolor?  Así que intentó pararse y decidió convertir el dolor en actos de bondad. Tenía que estar tranquila y seguir su vida con normalidad así que iba a trabajar intentando ser amable y aprendiendo a hacer las cosas de otra manera procurando actuar bien con las personas con las que se encuentra. Y así se va dando cuenta que ya no tiene tanto dolor y que con el paso del tiempo cada vez menos y esto hace que puedas vivir la vida diferente. Reconoce el carácter efímero de todo "de las personas, de la vida" y para que enzarzarse y entiende que la vida hay que vivirla de forma diferente. Es posible vivir con otro estado de atención siendo más humanos y no con tantas barreras. 


Narra historias de viajes y nos dice que hay que dejarse llevar ya que lo que es valioso en un lugar no lo es en otro. Todo ser humano busca vivir bien y ser feliz siendo lo importante mirar hacía adentro y desde ahí  otorgarse un lugar en la vida. Desarrollar lo que es cada uno, adentrarse desde lo que se es. 


Añade la autora que preside una fundación donde desarrolla el proyecto Telema en Kinshasa y donde trabaja con enfermos mentales. Y nos hace saber lo que son los enfermos mentales en África. Nos dice que son situaciones de personas que viven marginadas siendo personas condenadas, rechazadas, etiquetadas y nos cuenta alguna historia de sufrimientos de mujeres a las que ayudan y enseñan a realizar actividades para que puedan aplicarlas como modo de vida ya que viven asociadas al mal y tienen que luchar para aprender y liberarse de todo lo que lleva asociado ayudándolas a vencer las dificultades, las paradojas.

Para finalizar nos da las gracias y nos dice que ella tiene la certeza de que con el recorrido que hace en el libro parece llegar a todo el mundo y que ya está escribiendo otro de casos y experiencias. Nos cuenta que a ella desde muy niña la situaron mirando al otro, permanentemente mirando al que no tiene, al que no puede compartir. 


Me gustó mucho la presentación y me aportó mucho. Tengo que deciros que cuando leí el título del libro me acordé de un profesor que tuve en el bachillerato que impartía la asignatura de filosofía y recientemente fallecido. Cuando escribí "Camelia y la filosofía" iba a poner en su recuerdo y no lo hice pero hoy tengo que hablar de él  y hacerle un homenaje pues me trasmitió ese amor y belleza por la filosofía. Me gustaban mucho sus clases, con él aprendí hacer silogismos y apasionarme por la asignatura. Recuerdo que nada más llegar a la clase hacía siempre un divertido comentario y era "que nos veía a todos calvos" y nos hacía pensar en esta frase muy parecida al título del libro. Nos hablaba de cuatro sentidos de la vida. El primero era el terrenal, y nos decía que nuestro paso por la vida es efímero y que tenía que hacerse luchando y con lucidez y desde el día a día, desde lo cotidiano porque tenemos muchas tareas que hacer y muchas demandas no solo de trabajo sino también afectivas y nos teníamos que esforzar por hacerlo bien. El segundo era el de la honra y la fama. De algún modo nos decía que también era un paso y que muchas veces nos íbamos a encontrar con gente que nos la podía dar o no iba a querer darnos esa honra y esa fama pero que no tenía que darnos más ya que de eso nos teníamos que encargar nosotros porque también es perecedero, se trataba de la continuidad en el recuerdo, ser admirado, respetado por generaciones futuras y que también merece la pena luchar por este sentido. El tercero lo situaba desde su persona como sacerdote y lo consideraba muy valioso ya que trasciende el tiempo y el espacio y para él era el verdadero porque no tiene ni principio ni fin en el mundo.  El último y el final sería cuando ya todos estaríamos calvos. De alguna manera hablaba de la muerte, del final. Don Herminio, así se llamaba el profesor, llegó a ese final y en su honor va esta reflexión con toda mi admiración y respeto. Nos transmitía el mismo mensaje que la vida terrenal era efímera y por eso vivir con la dignidad que se pueda ofreciendo esa misma dignidad a los que nos rodean para llegar bien. 

Al escuchar a la autora me di cuenta que hay una parte de la pedagogía que nada tiene que ver con las técnicas y los métodos sino con otro tipo de decisiones y que son muy importantes como son las del contraste entre las personas. Me doy cuenta que por mucho que nos esforcemos para alejar la maldad, no dejarse monopolizar,  no siempre se alimenta lo bueno y luego están los asuntos de la gente  por eso compaginar el trabajo en solitario con el del equipo es complicado, además de ver tensiones, nuevas cargas, enfados, miedos, a no ser que como ella dice lo hagas desde esa bondad y esa alegría pensando que se puede parar intensificando la vida interior, estrechando relaciones y sin importarte honores ni deseos de triunfo. Quizás es caer en la mediocridad y quitar ese deseo de ascender que tiene que ver con lo material y económico y no deja de ser una carga cultivar ese interior siendo una actividad en acción igualmente y que dispersa frente a otras. 

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