domingo, 10 de junio de 2018

El guardián de los objetos perdidos


"El guardián de los objetos perdidos" es el título del libro de Ruth Hogan. Narra la historia de Anthony un escritor de relatos que a la vez se dedica a coleccionar objetos perdidos con el interés de devolverlos a sus dueños y a la vez poder encontrar él uno que le llevaría a cumplir una promesa dada. 

"Un día encontré un guante y lo etiqueté y así empezó mi colección de objetos perdidos. Pensé que si rescataba todas las cosas que encontraba, alguien rescataría un día el único objeto que quedaba en el mundo y que realmente me importaba y así yo lo recuperaría y de ese modo repararía mi promesa rota"

Es una novela que atrapa y que se lee muy bien con un buen argumento y personajes que saben valorar las pequeñas cosas. Consta de dos historias paralelas que se unen al final. Una sucede en el 2014 y otra cuarenta años antes. Los sucesos se van encadenando y hay frases que definen muy bien los valores, la amistad, el amor, el trabajo, tales como:
  • La única persona en la que confiaba y que sería capaz de cumplir su promesa.
  • No era un amor romántico sino el que se experimenta por una persona favorita. 
  • Su presencia era una serenidad y seguridad constante. Había una parte de si mismo que no revelaba. Siempre quedaba un secreto. 
  • La intimidad tanto física como emocional la habían decepcionado siempre
  • El jefe perfecto era un buen amigo.
  • Limpiar en Padua era un acto de amor.
  • Tenía el alma perdida. A menudo ha querido dirigir unas palabras amables pero es dificil ayudar sin que se produzcan malentendidos desagradables.
  • Los padres esperaban que tuviera una vida mejor gracias a los estudios con más comodidades y menos esfuerzos. La vida que querían para su hija comportaba algo más que dinero, le habían dicho que esperase para casarse. Mientras que para él era dinero y posición social a ella le  parecía un atajo hacía la madurez. 
  • Todo tiene un valor superior al dinero, una historia, un recuerdo, un lugar para reconstruir, un refugio.
  • Es el tiempo que se tarda en recuperar las fuerzas suficientes para volver a enfrentarse al mundo y terminar así la misión.
  • Cualquiera puede culpabilizar de la propia fealdad a los genes y de la propia ignorancia a la falta de estudios pero una persona aburrida no tenía perdón.
  • Leía como si su vida dependiera de ello.
  • La casa era su fortaleza física y emocional. 
  • Escribía cuentos interelacionados con las cosas que encontramos.
  • Es dificil ver el mundo diferente a los demás.
  • Lo que más le molestaba era como le hacían sentir: Inútil, débil, atemorizada, patética, insignificante.
  • Ser buena era malo. No bastaba lo que le habían enseñado: La honradez, los buenos modales, la amabilidad, el esfuerzo, se consideraban rarezas, se veían como debilidades, defectos por lo que se la castigaba con crueldad. 
  • Sus virtudes solian ser sus peores desventajas.
  • En este mundo somos poca cosa, no siempre ganamos y no siempre podemos ser felices. Pero hay algo que podemos hacer siempre y es intentarlo. Siempre va a ver decepciones, pero hay algo que se puede cambiar y es la forma de reaccionar y a pesar de seguir siendo la misma te ves distinta. 
  • Pensar era algo que hacía más despacio. Era más rápida a la hora de sentir. Pensar la llevaba tiempo. Tenía que poner los pensamientos en orden y verlos bien para que el cerebro pudiera pensar.

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