"El guardián de los objetos perdidos" es el título del libro de Ruth Hogan. Narra la historia de Anthony un escritor de relatos que a la vez se dedica a coleccionar objetos perdidos con el interés de devolverlos a sus dueños y a la vez poder encontrar él uno que le llevaría a cumplir una promesa dada.
"Un día encontré un guante y lo etiqueté y así empezó mi colección de objetos perdidos. Pensé que si rescataba todas las cosas que encontraba, alguien rescataría un día el único objeto que quedaba en el mundo y que realmente me importaba y así yo lo recuperaría y de ese modo repararía mi promesa rota"
Es una novela que atrapa y que se lee muy bien con un buen argumento y personajes que saben valorar las pequeñas cosas. Consta de dos historias paralelas que se unen al final. Una sucede en el 2014 y otra cuarenta años antes. Los sucesos se van encadenando y hay frases que definen muy bien los valores, la amistad, el amor, el trabajo, tales como:
- La única persona en la que confiaba y que sería capaz de cumplir su promesa.
- No era un amor romántico sino el que se experimenta por una persona favorita.
- Su presencia era una serenidad y seguridad constante. Había una parte de si mismo que no revelaba. Siempre quedaba un secreto.
- La intimidad tanto física como emocional la habían decepcionado siempre
- El jefe perfecto era un buen amigo.
- Limpiar en Padua era un acto de amor.
- Tenía el alma perdida. A menudo ha querido dirigir unas palabras amables pero es dificil ayudar sin que se produzcan malentendidos desagradables.
- Los padres esperaban que tuviera una vida mejor gracias a los estudios con más comodidades y menos esfuerzos. La vida que querían para su hija comportaba algo más que dinero, le habían dicho que esperase para casarse. Mientras que para él era dinero y posición social a ella le parecía un atajo hacía la madurez.
- Todo tiene un valor superior al dinero, una historia, un recuerdo, un lugar para reconstruir, un refugio.
- Es el tiempo que se tarda en recuperar las fuerzas suficientes para volver a enfrentarse al mundo y terminar así la misión.
- Cualquiera puede culpabilizar de la propia fealdad a los genes y de la propia ignorancia a la falta de estudios pero una persona aburrida no tenía perdón.
- Leía como si su vida dependiera de ello.
- La casa era su fortaleza física y emocional.
- Escribía cuentos interelacionados con las cosas que encontramos.
- Es dificil ver el mundo diferente a los demás.
- Lo que más le molestaba era como le hacían sentir: Inútil, débil, atemorizada, patética, insignificante.
- Ser buena era malo. No bastaba lo que le habían enseñado: La honradez, los buenos modales, la amabilidad, el esfuerzo, se consideraban rarezas, se veían como debilidades, defectos por lo que se la castigaba con crueldad.
- Sus virtudes solian ser sus peores desventajas.
- En este mundo somos poca cosa, no siempre ganamos y no siempre podemos ser felices. Pero hay algo que podemos hacer siempre y es intentarlo. Siempre va a ver decepciones, pero hay algo que se puede cambiar y es la forma de reaccionar y a pesar de seguir siendo la misma te ves distinta.
- Pensar era algo que hacía más despacio. Era más rápida a la hora de sentir. Pensar la llevaba tiempo. Tenía que poner los pensamientos en orden y verlos bien para que el cerebro pudiera pensar.
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