Olympía. Las guardianas de la rítmica

"Olympia" Es una serie de cuentos infantiles escritos por Almudena Cid e inspirados en su propia carrera deportiva. La colección está ilustrada por Montse Martín. Ambas han formado parte de la selección española de gimnasia rítmica siendo uno de los títulos "Las guardianas de la rítmica".

Olympia representa a España y sus amigas Hula, Botty, Cinty, Sogy y Mazy a Alemania, Estados Unidos, Italia, Francia y Rusia. Cada una tiene algo de su país que marca la diferencia, tal como el sentido del honor, liderazgo, fuerza, decisión, perspectiva, etc. y juntas forman un equipo donde aportan lo mejor de sí mismas y encuentran muy buenas salidas. Unidas por el deporte logran no acabar con el espíritu deportivo ya que había un complot que logran esclarecer. Aún hay tiempo para arreglar los valores que se han visto amenazados. Todo es más fácil de lo que se piensa pues a todos pasa. 

La autora nos deja muchas enseñanzas tanto para la vida como para la educación. A modo de resumen os dejo un conjunto de ideas fundamentales relacionadas con las tres diosas que habla el libro:

La diosa Victoria. Siempre ganadora. Un laberinto donde entras sin detenerte y hay que coger caminos y saber flexionar, esquivar, dar zancadas, hacer equilibrio, sortear obstáculos, correr. Las tradiciones hay que respetarlas pues esta en juego la armonía. Te sientes como Mowgli en el libro de la selva, te pellizcas para ver si es un sueño: despierta, despierta, despierta, te repites: Gané te dices, y ves que nunca te has sentido así de bien y cómo lo vives en esos momentos. Y luego te preguntas: ¿Y como he llegado hasta aquí? Y te encuentras en otra era, se pinta otro paisaje, otra belleza de vistas preciosas y continuas.

La diosa oportunidad. Siempre dice "sanseacabó".  Esto no lo paso, hasta aquí hemos llegado pero luego piensa" Es una pena. Con tanto camino andado " y ves que solo se necesita limpieza y que bien merece otra oportunidad. Claro que si hubiera tenido otro tipo de ayuda habría sido todo de otra forma. Bajaba la mirada para ver como continuar, que hacer, esa cara de lo siento que implica que necesita ayuda, el miedo de no estar a la altura y como por arte de magia ese arco iris de colores que hace que todo se equilibre y que veas que ha merecido la pena y que no solo ha estado a la altura sino que se ha superado. Y es aquí cuando te preguntas ¿En que momento ha saltado a ese universo paralelo que hace posible esa cúpula de cristal? Se reflejaba como en espejo y un nuevo mundo se divisa. Esto merece un aplauso.  Las sombras y las luces, el sal y el azúcar quizás una heroicidad tenaz. 

La diosa de la Justicia. Es grandiosa por su serenidad, ánimo, templanza y tranquilidad. Si se enfada es mas difícil ser justa y ante esa reacción hay que recuperar valores por esa forma de enfado, agresividad o captura del alma. Por eso los sentimientos tienen que ser siempre positivos y no tomar nada a mal para poder disfrutar del camino. Es difícil porque hay una parte animal en la gente y hay que aprender a verlo. 

Cuenta la leyenda que en la mitología griega, Zeus el padre de todos los dioses y de los hombres encargó a la diosa Victoria la tarea de vigilar que la justicia siempre acompañase a los triunfos. Como un abrir y cerrar de ojos podía desplazarse a cualquier rincón del mundo y así todo ser justo tanto en la vida como en el deporte como en los Juegos Olímpicos.

No podemos pensar que gorda, torpe, no sirve, es blanda, le falta carácter, le falta fuerza... de nadie porque en cada persona hay algo especial y en cambio puede parecer un bicho raro: correr mal, de punteras, como pisando en la arena, parecer de goma, alocada, no tener amigos, ni ídolos, querer acaparar la atención, etc... y como en el deporte, en la gimnasia, tener una cantidad de valores. Y al revés, se puede pensar que son los mejores y muchas veces se finge para conseguir que se brille, para liderar, ser protagonistas y muchas veces recompensando el juego sucio y las trampas. No siempre se es objetivo. Es muy difícil valorar bien por eso hay que ser prudente. 

La vida requiere esfuerzo, ganarse ese sitio, creer en uno mismo, en las posibilidades, en las capacidades. 

Quizás nunca vio sus condiciones como un talento pero tenía algo que la caracterizaba, era una mujer muy trabajadora, algo extraño a los demás, y esa sensación de quererse, aceptarse, luchar por demostrarse de que era capaz son grandes valores.

Los valores de compromiso, responsabilidad, capacidad de esfuerzo, de trabajo, de compañerismo, buena perspectiva, amplitud de campo visual, habilidad y constancia facilitan mucho la vida así como las cualidades para llegar a lo alto donde estarían el equilibrio, la potencia y la flexibilidad. 

"Hay que ser una buena persona antes de una buena gimnasta. El ser persona dura toda la vida"

¡Gracias Almudena!