domingo, 24 de enero de 2021

Las dos caras de jano


"Las dos caras de Jano"
 es uno de los libros escritos por Carmen Ruiz-Tilve, profesora y cronista oficial de Oviedo.
 

La Asociación de Escritores de Asturias le ha otorgado el pasado 2 de Noviembre de 2020 el Premio de las Letras de Asturias y lo ha hecho nos dice  "por su exitosa carrera tanto en el mundo académico como en el literario y en el periodístico". 

La Red de Bibliotecas públicas del Ayuntamiento de Oviedo le han querido dar un homenaje y le han publicado un folleto de 22 páginas acerca de su vida y obra.  Nos hacen saber que fue profesora y que acudía con el alumnado a la Biblioteca y les inculcaba el gusto por la lectura y los libros, por el conocimiento y porque conocieran los autores y escritores de Oviedo. Con ella se pudieron disfrutar de las primeras rutas literarias y los primeros clubs de lectura de la ciudad. 

Carmen Ruiz-Tilve se define a si misma como una mujer activa, espontánea, leal, impaciente, que nunca pide lo que no da, es decir, si da respeto pide respeto y no le gusta aparentar, ni las traiciones, ni trepar, dice que hay mucha gente así a la que considera socialmente ridícula. Es una mujer que ha sabido compaginar muy bien su vida profesional y su vida personal. Es miembro del Real Instituto de Estudios Asturianos, del jurado del Premio Pueblo Ejemplar Premios Princesa de Asturias y Cronista oficial de Oviedo desde el 4 de Septiembre de 2020.

El libro nos cuenta la historia de una mujer atrapada por los prejuicios de una sociedad y que decide  plantar cara a su destino.  En la mitología romana Jano era el dios de las dos caras, era el encargado de mantener la armonía del universo. Las caras le permitían mirar hacía adelante y hacía atrás, hacía el pasado y el futuro, hacía la izquierda y la derecha. La historia es un poco así, metamorfosea como el dios Jano, para explicar los condicionantes de esa época respecto a la forma de vivir, la religión, el ser mujer y lo que suponía. Se capta el anverso y el reverso de una realidad histórica, la ambivalencia, las dos caras, la religión y lo laico, como dos caras de la misma moneda en una época y realidad dónde no se permitía una libertad religiosa.

Hoy os dejo un texto que aparece en la página 100 del libro para reflexionar un poco más sobre esto.

"Familias republicanas no querían para sus hijas el ambiente del colegio de monjas, dónde se rezaba más que se pensaba. Tampoco podía decirse que el instituto fuese un semillero de filósofos, pues generalmente los profesores practicaban lo de "misa y olla" con un aire rutinario en el que los alumnos procuraban salvarse de la quema, preguntas a voleo, ceros generales, expulsiones de pasillos, y algún esmalte peyorativo en el trato, venido de quienes estaban conformes con la tarima y se creían en casos con razón, merecedores de más altos púlpitos, Algunos ocupaban el tiempo de la clase hasta que sonaba el timbre, preguntando la lección, mientras se limaban las uñas u ordenaban con pinzas su colección de sellos. Habían los que exigían los textos escritos por ellos, en los que se encerraba el dogma de la ciencia, al pie de la letra y pobre de la que se saliera  siquiera en un reglón de lo escrito. Los había que, con alguna frecuencia, proponían prácticas de laboratorio...Tampoco era que el instituto fuera un sitio libertino, como pensaban algunos desde fuera, un lugar fríamente laico, pues además de las preces matutinas las había vespertinas, y en el mes de mayo el piadoso ejercicio de las flores a María era especialmente solemne con cánticos y fervor general, al menos en apariencia. Cada cuaresma se organizaban también para las mayores ejercicios espirituales..."

Si analizamos lo que quiere decir el texto entresaco la idea que nos muestra acerca de la educación en esos tiempos dónde dice que no existía libertad religiosa y que la educación religiosa era más rezar que pensar pero la laica que tenía que estar en los institutos era parecida ya que la religión formaba parte de los mismos y más que del contenido educativo del ideario de los centros, de vida de las estudiantes, con ejercicios espirituales, flores a María, celebración de la cuaresma. Tampoco deja muy bien al profesorado que provocaban situaciones al tener ese ideario que estaban en su tarima y en su posición y que podían interrumpir las clases, perder el hilo, obligar al estudio y distraerse con lo que quisieran. Esto les hacía quedar en blanco y luego tener que continuar. Aparece en este texto en concreto la frase "misa y olla" que tiene que ver con la escasa preparación de la asignatura, de la materia, y que mejor están para oficiar la misa y para comer que para implantar las semillas de la filosofía y de la literatura en este caso, más para rezar que pensar igualmente. Y el alumnado lo que aprendía era "salvarse de la quema", para no ser expulsado, castigado aunque los había que de acuerdo con esto ayudaban al profesor con "algún esmalte peyorativo en el trato" con connotaciones negativas hacía los compañeros y tener así trato de favor  al creerse merecedores de "altos púlpitos" y ser considerados así los mejores. 

En entrevistas realizadas a la autora del libro hemos podido saber un poco más de ella, ya que dice que no adula ni ataca a nadie, y que no le gustan los cotilleos, le encanta leer y que ella como profesora que es le encanta enseñar y en sus artículos siempre plasma una pequeña enseñanza para quién la quiera encontrar.  Hay quizás en ella esa ambibalencia también de las dos caras de Jano, en su vida nos dicen que estudió en la calle General Elorza, allí fue al instituto y no lo hizo en ningún centro religioso y en cambio todo el libro es muestra de conocimiento religioso porque en aquella época formaba parte del ideario del instituto seguramente y de la vida de las familias. En el índice aparecen títulos como "El ángel del señor anunció a María, gaudeamus, Dios proveerá, La mano de Dios",  y así los personajes se refieren a frases como "eran devotas en el rezo, en el cumplimiento de los mandatos, en la confesión". A la vez hay esa crítica a lo que significaba la confesión y contar las cosas, recurre al refrán "por la boca muere el pez", con la llamada a mejor no decirlo, a ser discreto. El ver la escuela, el IES más de iglesia de rezo que de despertar al pensamiento, y las mujeres que las querían más de costura, que de pensamiento y de ordenar la mente, con frases como "querian que la mujer no perdiera el encanto femenino con trabajos asesuados, o lo que era peor, con trabajos de hombre" y se entresaca en una frase del cura que lo que se quería con el estudio de la mujer era más como concepto de madre que de mujer y que sirviera para "orientar a los hijos en la sabiduria", como "madres dignas y sabias". La autora vivió en dos casas de las que podía disfrutar de Oviedo, ciudad que conoce muy bien, y de la que dice que es así también, con las dos caras, clásica y moderna, tradicional y contemporánea, y que es una ciudad que avanza, que va hacía adelante, viva, activa, dinámica, que progresa porque sabe mantener la cotidianidad, las costumbres del día a día, las tradiciones y a la vez construir y ser creativa. Es aquí dónde se une lo que son las personas, las escuelas y las ciudades, y dónde aunque se contemple el pasado, incluso con pasión hay que saber mirar el presente, la realidad, con el pensamiento de que cualquier pasado no fue mejor ni para las personas, las escuelas, las ciudades, los países, aún con la pandemia actual. Y no fueron mejor ni las enseñanzas. Aquí y lo llevo de nuevo a la escuela y al texto nos dice que no se enseñaba, sino que se adoctrinaba y se cumplía más que despertar el pensamiento y aflorar el conocimiento. Es cierto que esto hizo que se cambiara el concepto de escuela y de docente y que llegaran las familias a implicarse en las escuelas y que se ampliase la burocracia, se lleven a cabo proyectos programados, pero entiendo que esto va dirigido al conocimiento y a un buen trabajo, de calidad, y a llevar a cabo tareas, actividades, experiencias, trabajos que realmente lleven a aunar teorías y prácticas y a saber. La crítica que realiza de los profesionales  que en clase se dedicaban a menesteres y a exigir lo que les apetecía lleva al pensamiento de que no se ocupaban de lo fundamental. Cabe pensar que aquí el sistema se hizo de cierta manera más rígido sin dar pié a la libertad y aunque se vea asi consiste en mantener esos planes, llevar a cabo los programas día a día que ya sería lo tradicional y contemplar lo que les define y saber cambiarlos y modernizarlos sin tener que frustrarse, ni sentir malestar, sino experimentar saber aunando teoría y práctica. Luego están las creencias, el ser religioso, el ser laico, eso forma parte de la persona, de la sociedad no de la escuela, lugar de conocimiento pero también de respeto y de convivencia para llevar a que las personas y las sociedades sean así, mas sabias, respetuosas y sepan convivir.

Para finalizar termino con algunas máximas del libro que me han llamado la atención y destacar a la autora y toda la importancia que da a la ciudad de Oviedo, a los docentes, y a la escuela. De sus clases se dice que "eran de aprendizaje auténtico", lo que significa que el alumnado adquiría aprendizajes significativos, y esto es lo más relevante, pues realmente gestiona aquí conocimientos e intereses, el proceso de construcción, de arte y de crear, de ofrecer ayuda y apoyo a las dificultades que se van planteando, que a la vez es una forma de velar por un mayor y mejor conocimiento, igualmente por la realidad y el día a día, es saber acercarse a los conocimientos y necesidades del alumnado, de socializar ya que supone valores, compromiso y responsabilidad, saber trabajar el contexto real. Ella dijo en otra de sus entrevistas que "los niños sólo tienen una infancia y no hay vuelta atrás. No hay infancia de repuesto, por eso hay que defenderlos". 

"Después de comer, ni un sobre has de leer"

"La suerte de la fea la bonita la desea"

"Felicitarla con la boca pequeña y para pedir detalles con la boca grande"

"Si lo manda el médico santa palabra"

"Los latidos del corazón la delataban"

"A quién contar sus cosas, espejo de su propio y solitario pensamiento"


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