miércoles, 27 de enero de 2021

La ciudad de Oviedo en el siglo XVIII. Estudio informático

"La ciudad de Oviedo en el siglo XVIII. Estudio informático" es el titulo que ha elegido la autora María del Carmen Ansón Calvo para su libro. Me ha gustado mucho y aportado un poco más de conocimiento de la ciudad. El prólogo es de "Antonio Masip" Alcalde de Oviedo en la época que fue escrito el libro y hay frases muy significativas como "me viene de perlas", "puede ser que los problemas que enfrenta la región a finales del siglo XX puedan tener luz en el siglo XVIII" . Añade que se trataba de un siglo oscuro, y que la ciudad de hoy es heredera de los problemas e incomodidades de entonces también de muchas obras y construcciones. Y aquí se reflejan también los antepasados. De la autora dice que es una entregada al trabajo y se entusiasma con las posibilidades que le da su presencia a la ciudad y que es un mérito que profesores de afuera aniden aquí de esta forma, con esta calidad, con esta paciencia y cariño y con una buena compenetración.

María del Carmen Ansón Calvo es profesora, licenciada y doctora por la Universidad de Zaragoza. Su tesis obtuvo la calificación de cum laude y la Universidad de Zaragoza le otorgó el premio extraordinario de doctorado. Fue becaria en la misma Universidad de una investigación del MEC.  Se incorporó a la Universidad de Oviedo como titular de historia moderna en el departamento de Historia y Artes.  Su investigación se centra en estudios demográficos, sociológicos y económicos. Los datos están tomados del catastro de Ensenada, de distintos censos, de las parroquias y del padrón de vecinos y de moneda forera que eran documentos archivados donde estaban registrados todos los vecinos de la ciudad, se empadronaba solo a los hombres y cabeza de familia y expone el listado con los nombres, apellidos, la calle y la profesión. Los que aparecen en el listado tenían que pagar un tributo al rey cada siete años por no ser hidalgos ni privilegiados, se les daba el nombre de pecheros, el estado llano. Es aquí dónde se ve que la población no quería pertenecer a este colectivo sino a la clase privilegiada y así estar exentos de pagar y tener un estilo de vida distinto. 

Era y  es Oviedo una ciudad de servicios además de sede Administrativa del Principado de Asturias. Al analizar los datos se pueden obtener conclusiones que nos llevan a un mayor conocimiento sobre la ciudad. La autora los plasma de forma cuantitativa y cualitativa. Se observa que hay una controversia y que la autora alude a la misma ya que es todo como dual, la distinción social entre hidalgos y pecheros, entre laicos y el clero. Según el doctor Casal es una de las ciudades más saludables pero también expuesta y que desde siempre luchó por mantener su posición, su influencia, quizás se puede ver en negativo como querer estar por encima, tener privilegios pero en realidad tiene mucho de trabajo y esfuerzo, de aportación de antepasados, de cultura e historia y hay que saber valorarla ya que como perteneciente a Asturias y a cómo son los asturianos tiene esas dos partes que parece prepotencia y a la vez humildad y tolerancia. 

Era ya una ciudad Universitaria, de cultura, de conocimiento. La institución universitaria ya es de principios del XVII  y se crearon los colegios de San Gregorio, San Pedro, San Jósé, Santa Catalina, la Biblioteca, la Real Audiencia, el Hospicio Y la Real Sociedad Económica del País. 

Nos ofrece datos de los habitantes, las profesiones, la nobleza, los apellidos, la hidalguía, los nombres de hombre y de mujer más utilizados, las calles y viviendas, las parroquias, los inmigrantes y emigrantes, datos geográficos de lo que abarca la ciudad de Oviedo y lo que fue en el siglo XVIII y se mezclan listados para ver relaciones.

Al interpretar los datos en relación con las profesiones se observa que acude a mas fuentes como la de personal y oficios de la ciudad, porque en el conjunto de los padrones están reseñadas muy pocas. Están más recogidas las del clero que las de las profesiones laicas que apenas aparecen . Dentro del clero existían categorías,  cargos y profesiones distintas, aparecen en la tabla y por orden alfabético más de 40 distribuidas entre 546 personas. Empezando por el abad, arcediano, arciprestre hasta llegar al prior, rector y tesorero. 

Hace un estudio de la hidalguía que en las parroquias están clasificadas por clases y exponen las categorías de blancos, hidalgos, muestren, muestren o paguen, paguen, justifiquen. 

La nobleza era considerada casi como una profesión, el titulo conllevaba no trabajar pero si tener altos cargos y se establecían por órdenes según reinado, caballeros y militares, aquí estaban los marqueses, duques, condes y vizcondes.

Entiendo que realmente las familias laicas y las del clero eran las mismas, los mismos apellidos y parece que se repartían las profesiones y amplia que muchas familias cuando abrazaban la carrera eclesiástica era para situar a los suyos en los mejores puestos. Hay una frase que dice "Alto estatus familiar en la Iglesia y en la corte" así familias como los Queipo de Llano estaban calificadas como verdaderos genes o tribus asturianas. Se entresaca que la economía tiene que ver con el puesto, con la profesión, y con el apellido, las familias, que existían requisitos económicos para llegar y optar a determinados puestos y explica esto las quejas de muchos ante el monopolio de los cargos. Unen apellido, dinero y oficio con el cargo. 

Era y es Oviedo una ciudad residencia de élites asturianas y es la que ha llegado así a nuestros días como dice su himno "Es Oviedo ciudad de abolengo y señorial" o en su escudo que dice "muy noble, muy leal, benemérita, invicta, heroica, buena. Con las reformas se fue haciendo más cosmopolita, de mayor importancia, sede de servicios y con una mera fisonomía urbana siendo un legado importante "El Oviedo Antiguo" . 

Referente a la educación vemos que se crearon dos cátedras de medicina, en cambio entre las profesiones apenas la ciudad contaba con médicos ya que sólo contabiliza a dos y maestros están asentados otros dos para una "ciudad de raigambre universitario" y con estudios. Luego nos cuenta que en el hospicio por ejemplo había un maestro de niños, una maestra de niñas, uno que no cuenta y tres más que enseñan a leer y a escribir. Ya habla de 6 aquí pero digamos que 4 eran particulares, recibían estipendios de sus alumnos directamente, sin sueldos oficiales y ahí está la diferencia. Hay un texto del mismo Casal que habla de esto, de dos médicos que ejercían en Oviedo y que hay testimonios de curanderos sin titulo ni ciencia que operaban y que fue a partir del XIX cuando hubo más titulados y referente a los maestros existía el dicho que aparece en uno de los libros de Carmen Ruiz Tilve que dice "El maestro ciruela que no sabe leer y pone escuela" apareciendo para la capacitación de los mismos la Escuela de la Normal que data de 1844Cuenta la polémica de los Jesuitas que sostenían enseñanzas elementales y a la vez fueron expulsados de Oviedo en 1767 y la polémica entre Ayuntamiento y Universidad para extender títulos y para sustituir las tareas docentes. 

Se contaba en esa época con Monasterios como San Pelayo, Santa Clara, Santa María  de la Vega, o de religiosos como San Vicente, San Francisco, Santo Domingo, y San Matias y Albergues como La Balesquida y Santa María Magdalena. 

Nos da información de que no puede decirse que Asturias era un matriarcado porque los padrones se confeccionaban de forma machista y solo hay constancia de los hombres cabeza de familia, pero nos cuenta que la mujer de Asturias realizaba una parte importante del trabajo agrícola, lo que contribuía a que el hombre saliese fuera y a "concederle a ella" el liderazgo de la familia.Y si emigrase marchaba a compartir con su conyuge una nueva posición y una nueva vida. Aquí te das cuenta igualmente de otra realidad, de otro tipo de mujer que no es ni la que está en casa ni la trabajadora. Ni el ideal de buena madre y buena esposa, ni el ideal de mujer trabajadora, sino que hay otras muchas mujeres que tienen otra realidad muy diferente. 

El Don en Asturias no era muy importante, no significaba importancia social ni baja nobleza, y el título no era indicativo de poder económico en cambio si llevaba a pertenecer a la élite. La ciudad atraía a mucha gente. Muchos hidalgos rurales vivían miserablemente y venían a la ciudad por mejorar el nivel de vida. La hidalguía era culta e instruida y optaba a puestos importantes de la administración y así aumentaba su poder, su riqueza, su situación social y pasaba a ser una hidalguía ilustrada urbana. Buscaban perpetuar bienes y privilegios. 

La investigación es un trabajo arduo y duro y hay mucho altruismo y mucho agradecimiento pero realmente es un trabajo que hace comprender desde el presente el pasado y desde el pasado el presente, como las dos caras de Jano, y permite conocer de otra forma la realidad, dar otra mirada porque no siempre las historias son como nos las cuentan. Se comprende que hay una realidad como son las familias y que en las mismas hay personas laicas y las hay religiosas, son la misma familia, con profesiones distintas y puestos importantes y se ostentan cargos porque mejoran la posición social, el estatus, la situación personal, profesional, social, lo que implicaba mayor bienestar, influencia, valor, más relevancia y poder.

Para finalizar os dejo una frase que aparece en el libro y decir que la autora dedica  el libro "A mis maestros, a mis alumnos". La importancia que tienen los maestros y el alumnado responsable y comprometido con el saber. En realidad son los que hacen posible el conocimiento. 

Es un apartado muy bonito el de los agradecimientos, nombra a sus hijas y a todos aquellos que colaboraron en su trabajo de investigación y que han hecho posible con ello aportar mas conocimiento a la ciudad de Oviedo. Como nos dice Mª del Carmen Ansón Calvo,  dar las gracias por poder "dar corpus a la obra", "apoyarse en la calidad, en el rigor de las fuentes, en el afecto de las personas, en la ayuda de las instituciones, el apoyo altruista y cálido de muchos" y en " aquellos que en el pasado y en el presente le han brindado su apoyo" . 

Entiendo que la autora llegó aquí con su historia, sus ilusiones, metas y le fue posible hacer un buen trabajo y pudo conjugar todas las variables, y hacerlo todo y poder conjugar todo con salud, con un buen estado anímico y llevarlo a término. Añade "que ningún regalo es mayor que el que le hace"Antonio Masip", el calor de hacerla sentirse como en casa.  A su vez Masip  agradece a la autora que se haya interesado por la ciudad, por dejarnos este estudio, por irrumpir e informar de una forma acreditada con fuentes de esta ciudad que sigue siendo Vetusta. Y que los ovetenses puedan contemplar Oviedo desde Máximo y Formestano y extraer la esencia de sus raíces valiéndose de instrumentos tan valiosos como el de la investigación realizada por la profesora y dónde hay calles que aún se pueden ver con esa mirada de antes, comprender la ciudad y el avance de la informática que hace posible sistematizar mejor todo, en este sentido "la historia de la ciudad" . 

" Te hallas amigo, ahora en mi amada Vetusta, la noble, la sarcástica, la devota, la augusta" 

Perez de Ayala, Epístola a Azorin. 1905

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