martes, 12 de enero de 2021

La buena suerte

"La buena suerte" es el titulo del libro de Rosa Montero y es otro de mis deseos para este Nuevo Año "la buena suerte" para cada uno, resultados favorables, prosperidad. 

La autora nos indica en la faja del libro que "Después de cada derrota puede haber un nuevo comienzo. Porque la suerte sólo es buena sí decidimos que lo sea" y nos confirma que "La alegría es un hábito". 

Rosa Montero cuenta la historia de un hombre y os dejo un pequeño texto que nada más empezar me llamó mucho la atención: 

"Si nos fijamos bien, ese hombre debería de ser llamativo, atractivo, el típico varón poderoso y conocedor de su propio poder. Pero hay algo en él descolocado, algo fallido y erróneo. Una ausencia de esqueleto, por así decirlo. Esto es, una ausencia completa de destino, que es como andar sin huesos. Se diría que ese hombre no ha logrado un acuerdo con la vida, un acuerdo consigo mismo, lo cual, a estas alturas ya todos los sabemos, es el único éxito al que podamos aspirar: a llegar, como un tren, como este mismo tren, a una aceptable estación".

En el post anterior comenté el libro de "sentimientos de cristal", de esos estados de ánimo y emociones que son frágiles, que obligan a ir despacio y de la enfermedad de huesos de cristal y la autora comenta que al nacer persona hay etiquetas que nos tapan. En "la buena suerte" habla de lentitud en ese hombre, algo había al descubierto, algo erróneo, quizás una parte animal, algo heredado e innato, que se nace con ello. Los animales se clasifican según la ausencia o la presencia de esqueleto. Esa parte, el esqueleto, es una ausencia nos dice la autora completa de destino, es como que algo falla, como andar sin huesos dónde surge la necesidad de integrar dinámicas, de ayudar para avanzar y aspirar a un mejor destino, más que aceptable a que se supere a sí mismo, a una evolución más desarrollada. 

Hay en el texto una intriga de ese hombre, algo que le falla y que está dentro de él, en su interior. Habla que visto así globalmente parece perfecto, predomina el bien pero hay algo en él que está mal, que le delata, que no está de acuerdo, que le lleva a aceptar situaciones en la vida no idóneas y a no ver el sentido real que tiene que darle a la vida para poder tener éxito y plenitud. Quizás está muy encerrado en sí mismo, es poco flexible. En cambio la autora nos dice que hay que aceptarlo así para llegar a buen puerto, a cualquier estación de tren y es a lo que hay que aspirar, a llegar así y con alegría porque la buena suerte la crea uno mismo en ese viaje que es la vida, estación por estación y dura siempre hasta llegar al final. 

Según "Le Figaro" la autora tiene la maestría de transformar las cuestiones más personales en obras de arte. Lo que significa si le damos la vuelta "la importancia del arte para transformar las cuestiones personales". El arte para la construcción del yo, para la identidad y para el crecimiento personal. 

Muchos estudios ponen de manifiesto que la construcción del yo va asociado a la escuela, a la experiencia educativa, a esa relación con la diversidad cultural, con el arte, entender a todos y otros lenguajes, la comunicación del grupo, de las masas. 

El yo independiente, individual, el si mismo, en la escuela ese yo está asociado al grupo, a lo social, es colectivo, interdependiente, está conectado a una red social y a lo que esto supone y condiciona, los condicionantes, el yo, la interacción, la expresión de emociones, los procesos cognitivos y los razonamientos, las motivaciones, atreverse, romper el hielo, comprenderse.

El yo no es algo estable y rígido sino dialógico, producto de una persona que interactua, que está en acción, por eso la importancia del movimiento desde pequeños, porque aborda el yo y en espejo el otro, la relaciones, el arte en movimiento, en acción. La performance combina diferentes campos y va construyendo el yo, y consiguiendo un mejor desarrollo, más conocimiento personal, más satisfacción y es muy gratificante. Dejar fluir la creatividad es conseguir avanzar con éxito y aprovechar el talento, aflorar todo el potencial para una vida más plena, para una vida de buena suerte

El yo, la autonomía y las relaciones, esa distancia personal entre la dimensión del yo y el otro. El libro esconde esto y lo hace a través de un hombre, un señor educado, adulto pero a la vez presenta sus angustias, sus miedos, algo que no le es propio, que no le deja actuar bien, que le descubre a sí mismo en tensión, que le produce malestar.  Hay en todo el libro ese toque inquietante, que parece que te obliga a escapar de la propia vida, y a no poder ir saboreando en el camino la plenitud, la vida plena. Los recuerdos se ven como una enfermedad, como algo mal vivido, y aquí me vuelvo a permitir la reflexión de la experiencia educativa en el desarrollo de la persona y de la mente moderna, para un mundo del hoy. Las prácticas educativas en la construcción del yo y en la mente moderna que hagan posible formar el yo individual centrado en las experiencias personales de uno mismo con sus éxitos y fracasos y el yo social centrado en las actividades grupales con los otros.  Los recuerdos, la memoria autobiográfica es la historia de cada uno y no se tienen porque jugar las propias cartas sino que la escuela tiene que asumir la tarea fundamental de enseñar y tiene que considerarse un apoyo en la construcción del yo, el desarrollo de un yo autónomo e independiente sin que esto implique la falta de relación. El yo, el yo independiente y el yo interdependiente, son dimensiones distintas pero relacionadas y que se condicionan. La escuela supone enseñanza, educación y relación, y todo es un conjunto, una elevación sino como nos dice la autora no queda más remedio que buscar la propia suerte y sólo es buena si nosotros decidimos que lo sea porque se entra en alertas, en tensiones, en peligros que hace que nos conmovamos y nos emocionemos y pensemos tanto trabajar, estudiar para querer hacer de una vida plena un disparate, algo ilógico cuando en realidad se quiere dar sentido a una vida. 

Para finalizar os dejo algunas frases del libro que me han gustado mucho y comentar que todo él tiene que ver también con el valor de la sinceridad. Ser sincero significa enfrentar la vida con valor, honestidad, sencillez, integridad. Decir la verdad es plasmar sentimientos que pueden no gustar, negativos, rechazar opiniones y valoraciones, ideas, y esto puede llevar a dificultar relaciones.  En  algunos proyectos de convivencia se valora la sinceridad aunque esta sea radical porque entienden que no exponer los errores, reservar las opiniones, no decir lo que se piensa genera más estrés, ansiedad, toxicidad, maldad, que soluciones además de desautorizar, distorsionar la imagen y de hacer sentir incompetente.  La sinceridad es una fortaleza pero implica igualmente mostrar la vida personal, las debilidades, las amenazas, la profundización en el yo y en el otro, y hay que ser conscientes que sino hay acuerdo y empatía no va hacer sentirse bien y va a ser más un inconveniente porque requiere un trabajo que va a llevar mucho tiempo y que puede bloquear. Creo que la autora nos revela esto que la buena suerte tiene que ver con la sinceridad y que despierta en la novela mucha curiosidad por saber el misterio que hay alrededor de la vida de este hombre.

  • Mas lentitud que un humano normal.
  • Resulta difícil imaginar las razones para actuar de alguien que jamás comparte su intimidad.
  • Ella se ilusionó pero supo que no iba a ser un cuento de hadas.
  • Que injusto tener grandes aspiraciones y luego en la realidad no hacer nada, ser tan pequeña.
  • El hombre se descubre a sí mismo en tensión,  estirando las orejas con el cuello rígido.
  • Hay una necesidad oculta...un secreto doloroso.
  • El desasosiego del que no respeta la simetría.
  • Para construir un nido se necesita afecto.
  • Viene de un mundo donde las verdades nunca se dicen así, de frente y a la cara. 
  • El historial médico va siempre delante como un mal olor, como una peste que te sale de dentro.
  • La espalda se pone rígida, intuición de peligro.
  • Querer y que te quieran, esa cosa tan bonita y tan sencilla.

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