jueves, 8 de agosto de 2019

Rastro de un sueño

"Rastro de un sueño" es el titulo del libro del autor Hermann Hesse. Nacido en Alemania  e hijo y nieto de una familia de misioneros se instaló en Suiza donde transcurrió la mayor parte de su vida. Su mundo apasionado marca una nueva sensibilidad o perspectiva que caracteriza a la felicidad y que tiene que ver con la libertad, con la competencia y con el factor económico teniendo todo ello una causa importante en la vida. 

Descubre que la competición es un error así como el enfrentamiento sucio y venenoso y todo marcado por el sentimiento de pertenencia teniendo un valor legitimado. Destaca en sus textos distintos temas de un valor incalculable. Aborda sus preocupaciones más íntimas, su peculiar cosmovisión llevando al lector a sacar sus propias conclusiones en ideas que trata, tales como: 

El alma de niño, el alma infantil con el que es mucho más fácil vivir, menos contaminada la realidad, mantener esa ilusión, ese color y alegría viva con esa viveza e inocencia, ese niño interior hay que recuperarlo aún sabiendo que se es adulto y que la vida es dura porque interesa una actitud interna positiva, confiada e ingenua que haga que mejoren los valores, las relaciones, compartir los conocimientos, los recuerdos porque sino se estropea y poco queda de felicidad, es importante saber donde se está inmerso pero entiendo que cuando se dice "hay que tomarlo con filosofía" se refiere a ese alma infantil, pensar que aún hay mucho que aprender y disfrutar de tantas y tantas cosas y no ver solo lo siniestro sino la actitud positiva para comprender y pensar que los tiempos son distintos pero hay que hacerlos felices. Podemos pensar que es engañarse ya que la vida ha cambiado pero es fundamental mantener la ilusión por nuevas cosas, esa belleza estética. Es como un juego personal de salón que a medida que el tiempo avanza va dando lugar a esa lucha de la vida cotidiana, de estar dentro de un engranaje social que hace que se forme parte ya no de un alma solo sino de muchas almas. Quizás "el rastro de un sueño" pone de manifiesto los valores y aún confiando con ese alma que se propone o almas que se pueden comprobar con la ciencia la persona se va adaptando a la realidad de un mundo cambiante. 

Las crisis de valores se apropian injustamente y de forma violenta o poco ética de la sabiduría y el talante conduciendo más a la destrucción que a la construcción, que al progreso. Los textos Hessianos no tienen desperdicio y aunque imperfectos son meditaciones de la época.  Verdaderamente lo que se ha buscado son otras alternativas para que la imaginación buscase nuevos caminos, otras posibilidades de enriquecimiento o perfeccionamiento, y un mundo nuevo mas completo. Si en años pasados fue grande la mejora y creativa es debido a que muchos de los que entorpecían se han ido y quitó muchos límites y pudieron nacer nuevas cosas. Y si el arte se limitaba pudo surgir sin más el de vanguardia, lo contemporáneo y renovador teniendo una resonancia enorme. Y ya se puede hablar mas abiertamente de lo complicado, difícil y enredado, de complejos, de traumas, de represiones y opresiones, de censuras, de subconsciente, de límites. Las novedades, las primicias, los descubrimientos se asumen con reconocimiento, como una revelación. El autor obliga a centrar la reflexión en el cambio de los niños, de la infancia, y que esa obediencia ciega tampoco fue buena aunque quizás es una rebeldía contra los padres siendo ya una moneda común generacional, incluso de moda y que realmente parece muy desafiante. Como ejemplo destaco un espectáculo que el otro día protagonizaron dos niños con su madre y su abuela en una terraza y no se si es que ellas pidieron algo y él niño quiso un zumo y les parecía caro que comenzaron una conversación de película y que todos los presentes nos pudimos enterar. La niña tendría unos seis años y el niño, el protagonista, unos diez aproximadamente. Recriminaba que ellas le dieran mucho mas protagonismo a la hermana que a él y reclamaba su protagonismo y decía de estar harto de que ellas se gastaran el dinero en bolsos y en lo que quisieran y el no podía tener una buena tablet. No entendía esa distribución ni como se compartía. No veía cubiertas sus necesidades para los tiempos en los que vive. Si se igualaba a los de su edad era de los que menos tenía, y de peor calidad todo como bastante malo, mediocre y vulgar. Y lo decía todo con un gran carácter y reaccionando ante tal situación con unas críticas, censuras y reproches que las dejó boquiabiertas y no solo a ellas sino a todos los presentes. El no podía estar a la altura de los demás, se veía en inferioridad de condiciones. Y estas circunstancias son las que han cambiado mucho y así es la escuela de hoy en día y ya lo recoge el niño en su propia actuación que se convirtió en el centro del protagonismo. Seguro que no lo pretendía de forma deliberada y que sucedió todo de una forma involuntaria pero montó un escándalo y tenía una antagonista que era su hermana que había conseguido según él sus caprichos y quizás su abuela y su madre al hablar de comprar el bolso siendo ya para él como malvadas porque se oponían constantemente al cumplimiento de sus deseos. El reclamaba quizás ya construir juntos y formar parte de su futuro y no que le obviasen y no le tuviesen en cuenta de una forma exigente, con mucha insatisfacción, inconformidad y rebeldía. Y públicamente realizaba una alta demanda. Pedía a gritos un reajuste a esa situación. Y no se si le faltaba la ley, o las normas, o la educación o fue su propia conciencia pero esa rebeldía no fue buena  aunque seguro que fue un gran hallazgo de su interior y seguro que hizo reflexionar, según él su hermana era mucho más tranquila y meditativa  porque siempre se le cumplían sus deseos y sueños.

La voluntad al igual que muestra Hesse por salvar la vida, por elevar la vida, por arremeter contra el autoritarismo tanto como contra la masificación, por demostrar que el hombre al igual que el lobo puede ser "un mal bicho" y " evolucionar hasta convertirse en un auténtico monstruo" y que para cambiar intentaba hacer su vida mejor y la amenizaba y se la tomaba en serio esforzándose por hacerlo bien.

Hesse escribía todo tipo de cosas agradables y aunque se tenía por humilde era ambicioso pero caía en el error de no compararse con sus colegas y contemporáneos. Así su insatisfacción iba en aumento y su trabajo llego a no complacerle. Un día estaba sentado en su mesa de trabajo escribiendo para expresar esa insatisfacción y aridez interior y darle salida en forma de critica pero al mirar lo escrito el día anterior observó que el papel decía cosas inteligentes, expuestas en lenguaje ágil y cultivado, tenía ideas sutiles, ingeniosas descripciones, con mas de un sentimiento delicado "pero lo que leyó  en su escrito le decepcionó". Desengañado contempló lo que comenzara la víspera con cierta alegría y entusiasmo y percibió su situación "un enojoso papel que en realidad daba lástima". El error de óptica que se sufre cuando no se logra reconocer lo que se tiene próximo, cuando se confunden las formas" o cuando se reconoce y se renuncia a todos estos esfuerzos y a dejar esas ridículas situaciones y a olvidar todo cambiando las situaciones y situándose en la perspectiva adecuada, es lo que nos dice el escritor.

El rastro de un sueño de Hermann Hesse es un bonito libro para explicarse este tipo de circunstancias actuales.  El dominio de unos seres humanos sobre otros y la manera de ver y conocer el mundo "es evidente que la vida humana es el valor supremo que no puede negociarse ni siquiera con la razón" pero muchos de los sueños inundan la sensación de haber experimentado un hallazgo, algo muy noble, importante e inolvidable y al igual que el escritor se toma la decisión de recolectar, de escribir y de transcribirlo con la mayor fidelidad y exactitud posible, recuperar toda la estructura y el entorno de todo el sueño y dar las ideas principales sólo con la intención de entenderlas y mejorarlas. "Del mismo modo que un excavador intenta descifrar la inscripción que ha hallado en una lápida a partir de las pocas letras o signos que aún resultan comprensibles, Hesse deseaba leer su sueño recomponiéndolo pedazo a pedazo".

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