sábado, 10 de septiembre de 2016

El peregrino del amor. Cuentos de la Alhambra

Washington Irving fue un famoso escritor de cuentos y leyendas. Tuvo una infancia muy feliz y gozó del cariño de su familia. Le gustaba la música y el teatro y sintió desde pequeño un gran interés por los hechos del pasado y sobre todo por los libros. Su gran pasión fue la literatura. 

Es autor de los cuentos de la Alhambra donde difunde todas las leyendas sobre el castillo rojo. Un palacio encantado lleno de tesoros y maravillas. 

En el peregrino del Amor nos relata que hace mucho tiempo existió un rey moro que tenía un hijo llamado "Ahmed" que vivía en un maravilloso palacio con grandes jardines conocido como "El Generalife" y que llegaría a ser Rey. Que pasó su infancia y adolescencia estudiando obedientemente: Ciencias, filosofía, matemáticas, física, literatura, etc. pero tenía un tema tabú del cual ignoraba todo y era sobre "El Amor"

La misión encargada por su padre era que no podía enamorarse hasta cumplir los 21 años. Así que escribía poemas sobre los jardines, el hermoso cielo de Granada. Conocía el lenguaje de los pájaros pero no podía comprender "La magia del Amor". Quería descubrir sobre este extraño sentimiento pero nadie quería ayudarle debido a la predicción que habían hecho unos sabios astrólogos y en la que se basaba su padre.

Conoció a un palomo que le habló de una princesa que le ocurría lo mismo así que empezó a escribirle poemas y el palomo se los llevaba pero ella no le respondía. Un día llegó el palomo con un colgante y con la imagen de ella y al entregarselo al príncipe cayó muerto en la ventana. Así que planeó huir del palacio e ir en su busca.

Fué a la Giralda de Sevilla y nada, se dirigió a Córdoba dónde había un sabio loro, Y le dijo que dejara de buscarla por Andalucía que esa princesa se encontraba en Toledo y que se llamaba Aldegunda.

El peregrino del Amor se dirigió a Toledo dónde encontró a su princesa y para poder optar a su Amor tuvo que participar en un torneo para el que no estaba preparado y tenía buenos contrincantes así que pensó que para ganarlo emplearía la música y la poesía pues la música es la mejor medicina del alma. El autor nos comenta que el torneo fue ganado por el Principe y que encontró el Amor y se unió con su princesa para siempre a la que llevó a su palacio donde el mismo autor  tiene abiertas al público unas dependencias que se conocen como: Habitaciones de Washington Irving". Todo ello evoca el romanticismo, con un gran contenido mítico donde el autor se inspiró para tomar notas y escribir los cuentos. 

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