Frente al realismo

Hace un par de semanas compré un libro, el prólogo era de Alejandro Dumas y hacía unos comentarios que me llevaron a querer hacer una mención y a realizar este post.

El escritor recopilaba de sus viajes leyendas, escenas que escribía y las contaba, en las mismas siempre aparecía él, partía de situaciones donde él era el invitado relatando así historias donde él había sido testigo. Presentaba mucha calidad y elaboración manteniendo siempre el interés y con muy buenos resultados. 

Aportaba la propia persona como testigo de los hechos. Lo mágico y lo fantástico estaban siempre presente en sus obras, se apoyaba en hechos fuera de lo común para dar así un componente extraordinario y especial que hiciese que el lector se detuviese a anotar, reflexionar y se enganchase.

Las historias y relatos se basaban en realidades pero a la vez en fantasias. "Frente al realismo" está lo imaginario, lo captado, lo que obsesiona, lo que se transmite. La importancia de la veracidad de lo que se difunde.  

Utiliza el autor muchas expresiones para definir el momento que sería incluso válido para hoy en día. El escritor nació en el año 1.802 y definia el momento de lo que procede y de lo que no procede y está fuera de lugar, de lo inapropiado. 

El prólogo contiene frases muy interesantes, tales como:

• ¿Y que se busca? La sociedad. Esa sociedad hacía la vida elegante, la vida cortés, la vida que merece ser vivida. ¿Qué hace el barbarismo? Matar esa sociedad, si antes se cobraba por conservar las tradiciones hoy se paga para que se olviden. 
• Se quejan de que no hay conversación siendo una constante queja, ni diálogo, ni se puede expresar. Conozco muy bien la razón.  La paciencia de escuchar . "Tu a callar, no digas, no hables, no hagas". Asi es imposible considerar que se está representando con dignidad los intereses y las opiniones de los demás.
• Dar un paseo a las tres grandes palabras: libertad, igualdad, fraternidad. En la constitucion de 1848 hay un artículo que prohibe las interrupciones, la cantidad de bofetadas y puñetazos, desprecios y humillaciones en nombre de la libertad, igualdad y fraternidad.
• Ahora superada más de la mitad de la vida añoro muchas cosas, la que mas añoro es la cortesía, la cortesanía, en esa época no se les habia ocurrido el hecho de llamarse ciudadanos. Es aqui donde hemos venido a parar con el telón y todo el espectáculo desaparece. El telón, ni elegantes habladores en sociedad, ni una realidad frente a la fantasía, sino envidiosos en todas y por todas partes.  Hemos conocido lo que nosotros no somos y al revés.  Hombres y mujeres de buena sociedad. Los hemos visto y otros que se van, que se evaporan, que desaparecen como uno de los fantasmas. La diferencia de lo que supone el respeto, contemplar sin recordar ya nada, tener la mirada perdida, la expresión abotargada -congestionada.  Se escuchaba bien, se razonaba mejor, se cultivaba el gusto y el ingenio, tenían finura, y la palabra justa en el momento justo, pocas antitesis, profundidad sin pedantería, jovialidad sin malignidad.
• La persona inagotable preocupada por la acción. El movimiento, lo real, lo fantástico y misterioso de halo sobrenatural.  Las historias de vida y la autoconfesión. Historia de la referencia.
• La mujer, la nobleza, la que lanza en medio de la sociedad baladas, palabras. 
• El león vestido de cordero
• La movilidad,  los pies caminan hacía adelante, quizás los pies sobre los talones.
• La desconfianza y el simple sentimiento de la conservación personal.
• "Ojos fuera de sus órbitas, ropas en desorden, respiración jadeante más de espanto que de fatiga. Era como el actor de un drama, era asombroso y produjo un gran efecto en mí"

El respeto, la prudencia, virtudes que según las formas son distintas, completamente diferentes. A menudo drásticas. Mucha gente pone a disposición de los demás la capacidad intelectual, el carisma, porque no siempre puede enfrentarse, se sobrepasa la capacidad interna quizás en ese momento, supone un enorme esfuerzo, una gran tarea, y de ser así no se les permite nutrirse, aprender de la organización, ni ser líderes, no se les aporta ni permite contribuir a ser lo mejor de sí mismos ni a un mayor bienestar. Esta forma de proceder excede las posibilidades de mejorar las organizaciones, las estructuras.  

Quizás hay que tener la visión de otro tipo de conciencia y pensar que lo que uno hace no tiene porque ser lo mejor y por lo tanto no tiene porque ser aceptado por los demás, así si a los demás no les parece bien y piensan que hacen lo que saben, lo que pueden y a uno le parece que no es de buenas costumbres, que está viciado, que es un error esa forma quizás más que intranquilizarse haya que obrar de otra forma y restarle importancia, como en el post anterior cuando dice que "de repente te paras, ves que parece que estás en otro mundo, no te oyen lo que dices, muestran indiferencia, no cuentan contigo y es aquí donde te das cuenta como un niño que el mundo no depende de tí y esto que parece tonto te da felicidad". Y es posible que tengas que dejar de ser tan riguroso y serio, y relacionarte con el mundo de otra manera. Hay muchisimas personas que aprecian la profundidad del saber, la belleza, que creen en el conocimiento, en los distintos lenguajes ya sean de palabras, de números, visuales, que les gusta aprender y que se puede hacer en el mundo real y sino como en este caso que se aprende de Alejandro Dumas. 

Para finalizar comentar que es complicado las calificaciones, dar vueltas a pensar lo que opinan los demás de uno mismo y tratar de mejorar constantemente, ni  intentar cambiar lo que los demás opinan y hacerles cambiar. Lo que nadie tiene que hacer es hacer que uno se sienta inferior. Aquí aunque se vuelva a poner la atención sobre uno mismo sucede porque es uno mismo el que se siente mal con el proceder de la gente, así que lo que si tiene que pensarse y cambiar es la causa del sufrimiento y examinar las causas reales de los conflictos. Una idea acaba siendo siempre una propiedad, una posesión, algo que se defiende pero puede terminar siendo una obsesión, un programa mental invisible, un erre que erre, algo que se defiende. Estas ideas se van acumulando y si alguien las critica destructivamente es un ataque siendo necesaria la confrontación.