lunes, 20 de enero de 2020

¿Tomo un café o tomo tu vida?

Luis Anguita Juega nació en Madrid y aunque aprobó las oposiciones de la carrera fiscal y comenzó a trabajar en Barcelona le encanta la docencia, compartir conocimientos y experiencias así que fué a la Coruña a dar clases compartiendo su trabajo con la literatura. Su sueño era escribir y se ha atrevido a cumplirlo. Su primera novela tuvo un gran éxito "Mi lugar, mi pequeño sueño", a la que siguió "Dónde está tu destino, siempre habrá un lugar para soñar" .

"¿Tomo un café o tomo tu vida?" es de esos libros que llegan a tus manos y que te sorprenden en todos los aspectos. Por una parte  el titulo del libro supone una contradicción porque cuestiona el hecho de tomar un café que puede llevar a tomar una vida creando una viva polémica acerca de la estabilidad emocional. El protagonista busca la felicidad pero se encuentra guerrero con el conflicto que produce el amor y el sexo, y narra la vida de unos personajes que penetran en su alma y que le llevan a formular salidas. 

La clave de la felicidad del protagonista en un principio está en el placer, en el deseo, en el sexo, pasarlo bien y disfrutar, vivir diferente a los demás. El pensó que tenía una vida sin complicaciones, el ansia posesiva, la seducción, la sexualidad, el deseo, la obsesión, el arder por alguién, el placer, la excitación, la pasión, el disfrutar de los placeres de la vida como a él le gustaba. Realmente llevaba una vida desordenada y sus libros tenían esa dosis de pasión. El gozaba la vida y disfrutaba de todo aquello que quería conseguir, la vida de la noche y le gustaba, se veía un triunfador y libre.

El libro va desde la utopia y el espíritu libre al concepto de vida. La ambición del autor era "vivir de la literatura, ser un creador y dedicarse a la vida bohemia". En realidad quizás nada tiene que ver escribir que es muy duro con la vida bohemia, lo que si hace mucho hincapié es en los horarios porque tenía que escribir cuando le apeteciese y podía hacerlo sin preocuparse del tiempo. Cuando se es joven se busca esa buena vida despreocupada, la alegría por vivir, por los placeres mundanos, por disfrutar del café como dice el libro donde se puede disfrutar pero también tomar vidas, gozar del sabor del café y a la vez de las relaciones, conocer instantes y momentos de intimidad, disfrutar de las compañias sin sentir compromiso ni ahondar en la amistad, tener un caracter abierto, seducir, provocar encanto, lo que se conoce por pasarlo bien sin profundizar en el interior hasta que se da cuenta que en realidad ese no es el camino, es una puerta a conocer realidades alternativas pero no a tener un amor, una vida plena y propia, un proyecto de futuro, con hijos, una familia. En un principio apuesta por lo vital, por dejar entrar el aire fresco de juventud, reivindica una vida plena de acuerdo a los deseos, y piensa que así lleva una vida feliz, en cambio se da cuenta de que es superficial, se encuentra solo y que en él también está el amor, enamorarse y compartir una vida plena. Todo parece muy sencillo pero no lo es y así nos lo hace saber el libro. No es fácil relacionarse porque se entra a formar parte de la vida de las personas ni tampoco lo es llegar por méritos propios, esfuerzo y trabajo a conseguir éxito en la profesión. Hay que tener un gran ojo clínico a la hora de valorar las situaciones y las circunstancias y a la vez tener las ideas muy claras para saber elegir y vivir realmente la vida que se quiere.

El libro invita hacer muchas reflexiones y preguntas acerca de la educación, de la familia, del estudio. Afortunadamente los tiempos han cambiado pero tanto la familia, como la escuela y la sociedad aún tienen mucho por hacer. Hace hincapié en los papeles del padre y de la madre dentro del seno familiar donde no solo se trata de una vida aceptable en cuanto alimentación y vivienda sino afectiva, es necesaria esa parte materialista pero la inmaterial también. Las relaciones afectivas entre padres e hijos repercuten e influyen en la salud integral. Trata los papeles de los padres, el hombre como ese ser serio y trabajador pero que no juega con el hijo, no le da confianza ni apoyo, y la madre muy cariñosa pero siempre lo justifica todo y es la que mantiene la preocupación por la educación,  la relación con el colegio y la ayuda con los estudios.

Los argumentos de la escuela a la hora de lo que quiere estudiar un alumno son sorprendentes nos dice el protagonista. No se basa en los intereses ni en lo que quiere el alumno, es más cuando el dice que quiere estudiar literatura le viene a decir la profesora que esa carrera es para alumnos menos dotados, que no se pueden desperdiciar así las capacidades. Es decir, no tiene en cuenta los intereses de las personas y que una profesora diga que estudiar literatura es para gente poco dotada es lo mismo que hasta ahora se dice con estudiar magisterio, las razones de lo poco valioso, del escaso prestigio, obtener buenos resultados sin esfuerzo y no ver el deseo apasionante de aprender, de descubrir, de enseñar, de profundizar. Decir que estas profesiones es un camino fácil es dar un concepto equivocado por que no es tan fácil ni inculcar en la escuela el hábito de la lectura y de la escritura ni hacerlo en la vida, en cambio es muy importante. Luego está la pereza ¿Que es la pereza? ¿Que es trabajar poco? ¿El escaso esfuerzo? Igual hay otras cosas que hacer y no solo las exigidas por los demás, no es un camino fácil llevar una vida y adentrarse en ella, la inquietud interior y la motivación de cada uno y desarrollarla.

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