La noche de San Juan se basa en creencias acerca de la oscuridad, del fuego, del agua, de alejar lo malo y de la buena salud para el alma y el cuerpo. En la hoguera se quema lo malo e incluso puede saltarse como venciendo al mal y a la vez el agua es símbolo de purificación del alma y del cuerpo protegiendo así a la persona tanto su salud como su belleza. Entre las tradiciones está el realizar una hoguera y quemar en ella todo lo malo e incluso danzar y cantar alrededor de la misma. Mucha gente pone un vaso de agua en la ventana con una clara de huevo que al día siguiente toma forma de un barco. Si se deja el agua al alba con la intención de lavar la cara se cuenta que tras dejarla toda la noche al intemperie al lavarse con ella se alejan a los malos espíritus y se van así todas las dolencias además de dar belleza y juventud. Dada la importancia del agua se enraman las fuentes con laurel o se engalanan con flores. Cuenta la leyenda que en esta noche salen las xanas y ofrecen tesoros a quienes las desencanten. Es una noche propia igualmente para pedir los deseos con la esperanza de tener pareja, hijos, casa y de alguna manera representa el poder curativo, la salud y la belleza. Antiguamente a los solticios se les llamaba puertas interdimensionales. La del verano era la puerta de los hombres mientras que la del invierno era de los dioses. En la vida cotidiana de algunos protagonistas del santoral cristiano las usaban para trasladarse milagrosamente y de forma invisible produciéndose encantamientos justo al otro lado del espejo pudiendo ir a rutas, palacios, dar un paseo a la luz de la luna. Es la imaginación quizás que como en la película de Disney "Mary Poppins" es todo sorprendente y lleno de aventura dónde con un poco de magia se va a grandes lugares y divertidos espacios. Quizás es lo que se hace al pintar, al escribir, cantar, bailar, es decir hacer volar la imaginación y creer en otro mundo. Los cristianos creen en ese poder superior, en esa fuerza que da valor a la vida humana trabajando por la paz y presentan casos de santos, de personas que tuvieron experiencias que posiblemente solo se pueden imaginar como en la película pero que hicieron lo correcto en un momento determinado de su vida siendo modelos a seguir y podían hacer milagros, sanar enfermos. Se dice que las aguas se bendicen esa noche como lo hizo San Juan el Bautista y que hacen desaparecer los malos espíritus. Que los labriegos marcan los árboles al amanecer y que la higuera y el helecho florecen y quiénes tengan estos árboles tendrán fortuna. Todo ello convirtió a la noche de San Juan en un aura mágica y como le pasó a Cenicienta que a partir de las doce y llegada la media noche se rompe el filo del hechizo y de princesa vuelve a su vida natural se puede pensar que son inventos humanos pero siempre en base a hechos que han sucedido. Hay quién se baña en el mar cuando dan las doce en el reloj dándose un baño con la luna a diferencia del día que se hace con el sol, a las doce igualmente hay quién da el salto en la hoguera, quién quema lo viejo y pide deseos, quién come sardinas o baila en la verbena pero lo que nos quiere decir esta noche de "fuego y agua" es que toca purificarse siendo una fiesta de mucho ritual con la idea siempre de asegurarse salud, bienestar, una vida armoniosa, pacífica y feliz.
En la actualidad algunos Ayuntamientos rinden homenaje a esta fiesta realizando concursos de fuentes enramadas, de cuentos y leyendas o exposiciones de fotografías con imágenes de fuentes y de rituales ancestrales haciendo que las personas que visitan la zona, el lugar, la fuente se traslade a cientos de años atrás resultando ser una velada llena de magia y de simbolismos.
"Las mañanas de San Juan, hasta la hora de salir el sol, todas las casas están benditas y tienen virtudes maravillosas".
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