jueves, 13 de junio de 2019

La máscara de la realidad


"El mantra de “usted no necesita un psiquiatra, sino un comité de empresa” es más pertinente que nunca: parece que el malestar sistémico se reinterpreta como patología de la que solo es responsable el individuo... se confunde vocación con auto explotación; posesión de capital con emprendimiento y filantropía; reivindicaciones laborales con pereza; el trabajo con el inevitable riesgo de perder la salud... desconfiar de quienes tienen la sartén por el mango transformándome en enferma laboral y verdugo de mí misma" (Marta Sanz)

La razón y la historia de cada uno. Lo tangible y lo intangible. Los buenos y malos momentos tanto de lo que se percibe como de lo que no. Lo tangible es objetivo, natural, demostrable, objeto de valoración. Lo intangible es más subjetivo, más un parecer, problemático y difícil que puede ser producto o desencadenar un trauma. Siempre lleva a hacer, a seguir trabajando, a demostrar cuando a lo mejor tenía que haber llevado a conseguir y no a plantear más obligaciones. 

Entre las medidas de lo tangible e intangible están las decisiones, esas que invitan a quedarse o a irse, las formas y los fondos, los valores. Muchas veces el conocimiento aleja de lo tangible y plantea a causa de lo intangible muchas dudas e incluso el cerebro baraja tantas opciones que a veces bloquea y se termina por no solucionar problemas o temas importantes provocando los momentos, buenos y malos, las situaciones fáciles y difíciles con actitudes de pensamiento que pueden originar ilusiones o desazones. No obstante hay que confiar de alguna manera en la felicidad, en pensar en tener una buena vida, en crearnos nuestra propia tranquilidad pensando que todo va bien. Todo corresponde al si mismo ya que solo quien se conoce a sí mismo sabe sus circunstancias, su situación y su capacidad de acción siendo un gran problema el conocer la verdadera realidad. 

Las personas van realizando sus propios procesos y explicándose el comportamiento colectivo a través de las interacciones de unos con otros. Si en vez de compañerismo, cooperación se fomenta la rivalidad, la competición hay personas que se desgastan mucho más dependiendo igualmente de sus circunstancias. Puede parecer irrisorio y mísero pero te encuentras que en esta forma de funcionamiento no hay unas reglas limpias y tiene mucho que ver con los recursos ya que tienen un fuerte simbolismo y aportan un determinado prestigio. Pueden funcionar no informando debidamente, tramitando a las espaldas, no teniendo en cuenta decisiones acordadas y desde luego no planteando la debida prudencia, cuidado, ética y moralidad impugnando ideas y realidades solo por tener la sartén por el mango y sin razones ni argumentos razonables.  Son las reglas del juego y hay que aprender a jugar así y pensar en cómo generar logros ante tanta dificultad y que conduzcan al éxito, a un futuro con ilusión sin producir ningún tipo de trastorno, de síntoma que pueda llevar a miedos, agresividades o a enfermedades sino a continuar el camino de la vida dignamente, de la mejor forma posible intentando cumplir, responsabilizarse, paliar diferencias, aminorar problemáticas. Muchas enfermedades son debidas a las interacciones, a desconfiar de los que tienen la capacidad de negociación y a no poder compartir las ideas, lo que sería la otra parte.

El resultado es satisfactorio cuando te encargas muy bien de las tareas e intentas buscar una mejor y mayor calidad y cualidad humana siendo como se es, de una forma natural. Reaccionar de otra forma con enfado, agresividad produce un trauma, un choque, una impresión emocional y según la experiencia es la herida amenazando el bienestar o la vida de la persona que lo sufre. Es obvio que afecta a la vida emocional, a la estructura mental, y que se produce un daño en la integridad para lo que se necesita mucha tranquilidad y paciencia y gestionar el estrés e incluso dar respuesta a necesidades difíciles de cubrir y hacerlo de buen humor cuando muchas de las cosas no se entienden pero hay que librar esa lucha y cuando se buscan soluciones siempre se avanza y de alguna manera hay una evidente mejora, una renovación más integral con otro tipo de disponibilidad, de aceptación, de espacio, de salud y con técnicas más innovadoras. 

Interesa pensar en positivo para  realizar el viaje de la vida de la forma más placentera posible y con ganas, fuerza e ilusión previendo las condiciones que a veces se presentan duras con otras posibilidades y mejoras y una entrega mucho mas activa y ya no por participar, colaborar sino por animar tanto la vida familiar como personal y profesional. Inculcar que aún atribuyendo significado a las coincidencias no hay que ser supersticioso ni pensar en la buena o mala suerte, en los milagros sino que la mente tiene que ser totalmente lógica, científica. Sin duda alguna se puede ser más o menos intuitivo, ver una parte mística, esa energía especial, pero siempre hay que a los argumentos darles una respuesta y conclusión lógica, a veces llevan a fallo en los razonamientos que hay que volver a estudiar representando todo un desafío intelectual que es la chispa de la vida. Encontrar la explicación a las cosas pone a prueba la capacidad intelectual resolviendo necesidades.  

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