Las espinas

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"Las espinas" es el relato número 9 de la colección "Cuentos Góticos de Emilia Pardo Bazán"

Narra la historia de una niña nacida en Semana Santa y a la que bautizaron con el nombre de María del Martirio. Su madre aseguraba que había nacido con una corona de espinas en la sien. El médico dijo que no había tal corona que lo que la niña tenía eran unas manchas rosas en la frente. Existía la leyenda que cuando esto sucedía el destino es el convento. A la niña no le gustaba ni el bullicio ni las diversiones y aunque tuvo amigas enseguida comenzó a salir con un primo segundo suyo de nombre Sabino con el que decidió casarse.

El novio tenía un amigo al que siempre confesaba sus preocupaciones entre las que estaban las espinas de su novia pero le comentaba que las mismas "no eran obstáculo para la felicidad conyugal". El amigo comenzó a interesarse por las espinas y a mirarla, no podía verlas pero si descubrió que en ciertos días aparecían las manchas. Así que obsesionado con la idea comenzó a pensar que si las manchas aparecían bien podían tener las espinas. A Sabino le indignaba esto pues quería no darle importancia y le comentaba que consultado el tema el médico le decía que era debido a la imaginación de la madre ya que meditaba mucho sobre la Pasión y que las manchas en medicina se denominan "Nevi Materno"

Un día en una reunión de te el amigo observo a Sabino discutiendo con Martirio e irse a comer que era lo que más le gustaba así que el amigo se acercó a ella, la vio pálida y notó que las manchas sobresalían, eran como huellas abultadas. Pasó con ella a una habitación contigua donde había cuadros de Rubens, se sentaron en un sofá y la rodeó de almohadones. Notó que se desvanecía así que la abanicó y le dio aire con toda la fuerza pero terminó desmayándose en su hombro. Observó que una de las huellas se abultaba y explotaba brotando sangre y mientras la limpiaba Martirio volvió en sí balbuceando que ya se sentía bien. En ese momento apareció el novio con un plato de comida y al verlos tan extasiados se le cayó y se hizo añicos. Se encaró con el amigo y le amenazó, los ojos se le dilataron y se puso furioso abandonando el lugar corriendo. El amigo limpió a Martirio la sangre y llamó al padre para que se la llevara.  Al examinarla la ciencia dictaminó que eran alteraciones circulatorias y que en la Edad Media dirían que se trataba de un milagro. Martirio se encerró en casa sin querer salir y el padre le explicó al amigo que su hija afirmaba que era algo sobrenatural por lo que tenía que consagrarse  mientras el creía que no tenía vocación pero que su hija no quería reconocer la ciencia, los términos técnicos estando el amigo de acuerdo con el padre.

El relato nos dice que para la madre las manchas tienen que ver con los fenómenos sobrenaturales, con la religión. La corona de espinas aunque se une a reyes y grandeza  también es símbolo de dolor, de soportar sufrimiento. Como mito existía la creencia de que las manchas se debían no a la imaginación sino a los antojos de la madre. Se decía que si en el embarazo la madre tenía un deseo grande que no era complacido el bebé nacería con una mancha que representaba al apetito sin colmar. Podemos pensar en el espacio tiempo donde tanto el mito como lo sobrenatural es explicado por la ciencia de otra forma, en este caso por la medicina y no constituye ningún misterio. Los antojos no existen para la ciencia ni lo sobrenatural y así lo nombra el médico a las manchas como "Nevi materno" y son causados por un problema en la piel que se hacen más visibles cuando el bebé llora. Entre el mito y lo sobrenatural está la realidad y la búsqueda de conocimiento. La madre parece ser que al nacer la niña con estas manchas ya lo unía a una vida en el convento mientras que el padre decía que no, que no tenía vocación ni nada que ver con esto uniéndose a la ciencia. Entiendo que es el eterno problema de acoplamiento al mundo donde es complicado respetar por la diferencia de pensamiento, de culturas y de religiones.

Muchos mitos y creencias son heredados y sin base científica generando distintas actitudes y formas de actuar, es lo que se conoce como sabiduría popular. Si los mitos buscan cubrir sus necesidades a través de la constricción, la religión lo hace como herencia de la pasión donde llevar la cruz es un gozo simbolizado en la corona de espinas y donde los problemas se solucionan a través del rezo y de las súplicas a seres superiores. La ciencia es producto del estudio de la realidad y de la razón dando respuesta a un conocimiento planificado y desarrollado con una metodología, una una verificación y convirtiendo los descubrimientos en tratamientos.

Finalizo con frases de Emilia Pardo Bazán e igualmente añadir que espinas también significa dificultades, inconvenientes y que Martirio las tenía ya desde su nacimiento porque así se lo transmitieron.

• "La educación de la mujer no puede llamarse tal educación, sino doma, pues se propone por fin la obediencia, la pasividad y la sumisión".
• "El mundo es un conjunto de ojos, oídos y bocas, que se cierran para lo bueno y se abren para lo malo gustosísimas". 
• "La educación física hace que la mujer aumente su estatura y vigor y enriquezca su sangre".
• "No hay palanca más poderosa que una creencia para mover las multitudes humanas; no en vano se dice que la religión liga y aprieta a los hombres".
• "El gusto malsano del público ha pervertido a los escritores con oro y aplauso". 
• "Reñida está la discreción con la verdad: como que la verdad es a menudo la indiscreción misma". 
• "Hay así en la vida momentos supremos en que el sentimiento, oculto largas horas, se levanta rugiente, y avasallador, y se proclama dueño de un alma".
• "La ingenuidad suele parecerse al descaro"
• ¿Será cierto que a veces se complace el destino en que por extraña manera, por sendas tortuosas, se encuentren dos existencias, y se tropiecen a cada paso e influyan la una en la otra, sin causa ni razón para ello?"