jueves, 18 de mayo de 2017

Aceptar las frustraciones como parte del juego


En este libro " Sirve Nadal responde Sócrates: Del filósofo clásico al deportista de élite" se habla de filosofía y de deporte, de mitos y realidad, de historias y de afán de superación, de valores como forma de realización y de llevarnos a lo más alto si lo que se demuestra es una buena educación.

Nos narra que el dolor es parte de la vida y que hay que aceptar las frustraciones como parte del juego porque si se saben superar las adversidades se está en mejores condiciones de poder continuar el camino. 

Mejorar la situación es aceptar las circunstancias adversas y trabajar igualmente el día a día porque es la única forma de prepararse y de entrenarse para seguir la vida cotidiana. Si existe esa preparación se puede sentir menos daño.

Cuando se produce un daño se altera el equilibrio biopsicosocial y ya se cambia todo. Se pasa de ser un atleta, un deportista que se eleva en su trabajo a ser un mártir que solo aspira a curarse, a superar esos momentos, a tener salud y a purificar ese daño o lesión para poder seguir trabajando y aunque empieza el sufrimiento "un deportista está preparado para no sufrir" y para levantarse y continuar de la mejor forma posible el trabajo poniendo a prueba todo lo aprendido. El mayor sacrificio que puede pedirse a un deportista es sustituir el entrenamiento y la competición por el reposo y el tratamiento. Y más si se trata de una enfermedad o lesión larga. Es importante aceptar las limitaciones y saber trabajar para mejorarlas y continuar con la confianza en uno mismo para poder llegar igual al máximo nivel. Se siente bien después del trabajo diario pero tanto el cuerpo como la mente necesitan entrenamiento para hacer el trabajo bien y ser feliz con él.

Nos hace muchas preguntas el autor en el libro pero os dejo dos a las que da respuesta:


1. ¿Cuál es la mejor receta para superar los malos momentos?

Nos dice que sin duda es ser feliz con lo que uno hace. Si uno no es feliz tampoco puede hacer las cosas bien. Si uno es bueno y se esfuerza en el trabajo, es más sencillo ser feliz. La ilusión y el esfuerzo es lo más importante. 

"Contempla admirado a los que se atrevieron a hacer cosas grandes, aún cuando fracasaran en el intento". Séneca

                                                      2. ¿Qué es ser feliz?

Hay que responder que si uno es "buena gente" procura actuar como es debido y hace bien su trabajo, es suficiente.

"Enseñar no es una función vital, ya que no supone un fín en sí mismo; la función vital del hombre es aprender". Aristóteles

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