Ya está aquí diciembre! Las calles, los establecimientos, las casas, todo
comienza a decorarse. Los días se van haciendo más cortos, anochece antes y
empieza a florecer un espíritu navideño dentro de nosotros. Se nota en la
gente, en los estados de ánimos. Es un mes que se tiene la tendencia de mirar
hacía atrás, a realizar el balance del año, analizar lo que se ha hecho y lo que se ha dejado
de hacer, las personas con las que te has encontrado, las que te han hecho bien
y menos bien, recuerdas las personas que se han ido.
Es un mes con luces y sombras. Con las luces agradeces la vida que tienes y los seres que te rodean y
como todo es una paradoja con las sombras decides ordenar de nuevo, asociar,
relacionar y escribir para sacar lo almacenado. Antes iba corriendo por la
vida, haciendo pero no tenía prisa por entender. Con hacer lo correcto me
parecía suficiente, me decía no pienses tanto haces lo que tienes que hacer y
ya está. Es una forma de vivir y de poder disfrutar de la vida. Ahora
voy más lenta, me paro mucho más en entender porque ahora tengo prisa, porque
si entiendo lo que pasa puedo decidir lo que hago y así repaso mi orden, la
posición actual.
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