Todo se arregla caminando

"Todo se arregla caminando" es el libro escrito por César Antonio Molina. Para el autor caminar es una forma de pensar, una manera de fraguar o de forjar versos paso a paso. Caminar es una manera fundamental de estar en el mundo, sumergirse en nuestra movilidad ancestral en sintonía con los olores, colores, músicas y cambios atmosféricos. Caminar es un proceso continuo de auto renovación, de ganar tiempo al tiempo, de convertirnos nosotros mismos en espacio. Caminatas no sólo por la ciudad sino a través del paisaje. Por el camino le asaltan pensamientos y los va recogiendo en anotaciones. Camina sin esperar nada y encontrándolo todo. Los monumentos le acogen, le respetan, lanzan el silencio, el silencio más grande que cualquier palabra. Todo el mundo se sana donde no permanece, con el caminar y el pensar. Caminar, pasear, no sólo es sano y bello, sino también conveniente y útil, recrea y consuela, alegra, excita y acicatea para seguir creando.

Realiza una crítica a la educación y a los males en Europa y dice que para alejar los fantasmas del pasado es necesario esforzarse en llevar a cabo programas de educación común donde se explique la historia del continente como algo de lo que participamos todos y de la que ya no hay vencedores ni vencidos, preocuparse por fortalecer el conocimiento común entre los jóvenes, facilitar el acceso al aprendizaje de las lenguas y normalizar el movimiento de estudiantes entre colegios y universidades. La comunidad europea más centrada en asuntos económicos y de poder, ha relegado a un segundo o tercer plano los asuntos educativos y más los culturales con presupuestos mediocres para ambos y con insignificante relevancia, con grandes problemas y fracasos en crear una industria cultural europea con problemas de coordinación para programar proyectos comunes.

El escritor da un paseo por las calles de ciudades, por sus cementerios y visita las tumbas, las esculturas de los monumentos funerarios.  Dice no estar de acuerdo con Robert  Musil acerca del texto de "Denkmale" ("los Monumentos") donde plantea la cuestión de las señales conmemorativas como invisibles para el caminante donde el es un claro ejemplo de que no es así. A él le han despertado de su sueño. Ha sido arrancado de su sueño. Le han arrancado como a la hoja de un libro siendo curioso ese simbolismo de colgar sobre la fé los trabajos de la razón.  

"Mi religión es el amor.

Unas veces me llaman 

pastor de gacelas (sabiduria divina)

otras monje cristiano

o sabio persa

Mi amada es trina

Y al mismo tiempo Una.

Muchas son las cosas que parecen tres

pero son únicas.

No le deis nombre

para no poner límites a aquella

cuyo vislumbre 

desbarata toda limitación" 

Ibn´Arabí (acerca de sí mismo)