miércoles, 31 de agosto de 2016

Montessori. Pedagogía científica

"Hoy en la vida social, decía Sergi, se impone una urgente renovación: La renovación de los métodos de educación e instrucción; y quien luche por tan noble causa trabaja por la regeneración humana".

"Las llamadas escuelas de pedagogía enseñarán a los maestros a tomar las medidas antropológicas, a usar los aparatos necesarios, a recoger los datos biográficos, y de esta forma el cuerpo de los maestros científicos estará formado"


Tal día, como hoy nació Maria Montessori, madre de la pedagogía científica. Destacó por renovar los métodos pedagógicos, ideas que eran evidentes. En su momento parecieron radicales e incluso levantaron polémicas entre los más conservadores. La Doctora ha obtenido brillantes resultados y no sólo por su preparación científica sino por su intuición realizando un gran milagro educativo y personificando el tipo ideal de educación y educadores que describe.  Para ella la escuela tiene que llegar a ser un lugar de depuración del mundo y un eficaz instrumento de perfección humana. Comenta que el alumnado en la escuela y en un ambiente de libertad puede ser estudiado. Allí libre de imposiciones a las que les somete la vida y libre de la tiranía de sus propios caprichos se muestran como trabajadores incansables, sensibles y con una sed insaciable por saber. El objetivo del maestro no es el de observar insectos sino hombres, su magnífico despertar a la vida intelectual. Gran parte de los defectos son el reflejo de la torpeza en materia de educación de las personas que les rodean. Sometidos a procedimientos de educación equivocada no han podido desarrollar su personalidad y viven privados de riqueza espiritual. La Doctora nos enseña lo que satisface al alma y dice que lo que necesita su espíritu es lucha, grandeza, triunfo sobre sí mismo y el ambiente, es decir, algo que ennoblezca y haga crecer la importancia de su vida. Desde aquí dice que sus discípulos pasan de la rebeldía a la obediencia voluntaria, de la indolencia a la tenaz actividad, de la indiferencia al interés, de la grosería a la finura, del desorden a la disciplina.


El objetivo es tratar de despertar en el alma del niño el hombre latente que duerme en él. Conducir al alumno como por la mano de la educación del sistema muscular a la educación del sistema nervioso y de los sentidos. darse cuenta de las sensaciones musculares primero y luego de las táctiles y térmicas, acabando por las que provienen de los otros sentidos. 
La educación muscular trata de una serie de ejercicios que tienden a ayudar el normal desarrollo de los movimientos fisiológicos: marcha, respiración y lenguaje. Preparar en los niños los movimientos necesarios para la ejecución de los actos comunes de la vida.

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