Hannah Arendt

In diesen letzten Minuten war es, als zöge Eichmann selbst das Fazit der langen Lektion in Sachen menschlicher Verruchtheit, der wir beigewohnt hatten - das Fazit von der furchtbaren »Banalität des Bösen«, vor der das Wort versagt und an der das Denken scheitert.

Fue como si en aquellos últimos minutos [Eichmann] resumiera la lección que su larga carrera de maldad nos ha enseñado, la lección de la terrible banalidad del mal, ante la que las palabras y el pensamiento se sienten impotentes.

Arendt, Eichmann en Jerusalén³⁷

Hannah Arendt fue homenajeada este mes por Google con motivo de su cumpleaños. Al estudiar su biografía observé que fué una periodista, maestra y filósofa que defendíó el concepto de pluralismo, en todo su sentido, el reconocimiento de la diversidad con todo su valor como es el mutuo respeto y la tolerancia ya que según ella conducirían a la libertad, la igualdad y la inclusión del Otro. Ella más que filósofa prefería ser clasificada en la teoría política. 

Fué una pensadora y de las más ilustradas de la historia pues propuso un concepto para iluminar algunos aspectos de las relaciones con el mal. Mantuvo una relación en secreto con Heidegger y enlaza conceptos de él en sus teorías aunque posteriormente se aleja  pues él entendía la vida como un avanzar hacía la muerte mientras que ella se unía más a la idea de su tutor de tesis  Karl Jaspers que subraya la importancia del nacimiento tanto para el individuo como para el prójimo. Para ella la masividad del mal hace que se caiga en la indiferencia, que no tengamos tiempo para el dolor ni para el olvido y que la muerte sea el desenlace. De alguna manera dice que el mal es producto de su desencadenamiento. Por ello es especial entenderlo. Se puede pensar que no tiene sentido pero si una causa. Y las causas tienen efectos. Y el sistema funciona así, a vueltas con la banalidad del mal. La alienación del individuo en la sociedad de masas donde la verdad ofende al sentido común. El mal no tiene sentido pero si una causa que es el goce del propio sujeto, la banalización del mal le da sentido. Volver a alguien poco importante, superficial es negativo y tendría que preocupar a la gente.

La expresión "banalidad del mal" fue difundida por Hannah Arendt,  en su informe realizado para el juicio en contra de Adolf Eichmann, funcionario nazi y responsable directo de la solución final conocida como holocausto y genocidio contra los judios.  Hannah analizó en él la maldad humana y lo vió como un representante de Hitler, de la crueldad nazi y fiel servidor de sus órdenes y las de sus superiores. Un hombre firme y tenaz en el cumplimiento del deber, cumplía todo lo que se le exigía. Se limitaba a cumplir órdenes. Era una persona normal que entró en esa maquinaria llevando actos terribles pero según su estudio no presentaba ninguna prueba que se diagnosticara como patológica. Más bien en una sociedad enferma actuaba ciego. No quería mostrarlo como una buena persona sino como un superviviente al mandato de la autoridad y de débil voluntad. Dos estudios parece ser que convalidaron sus teorías. Stanley Milgram constató que personas de la calle sometidas al mandato de su jefe, de la autoridad eran capaces de producir daños y lo hacían por un sentido de la obligación, porque era su deber y no por tendencias agresivas. Otro psicólogo Zimbardo autor del libro "El efecto Lucifer, la psicología del mal: transformación del carácter por la situación" nos habla sobre un experimento llevado a cabo donde quiso colocar personas buenas en un lugar inapropiado o malo  y se preguntaba si ¿la persona triunfa o era corrompida por el contexto? ¿Como es la actuación individual dentro de un colectivo? y llegó a la conclusión de lo que determina el resultado son las circunstancias, no la destreza ni las intenciones. Cuando el mal es realizado por una organización y bajo el impulso de la autoridad siempre habrá mandos y personas que acepten el grupo y renuncien a su autonomía moral. Por lo que el carácter del mal deja de ser solo de monstruos y aceptado por la normalidad haciendo del mundo una selva peligrosa llena de egoismo y con una alta valoración del poder, de la fuerza y de la crueldad. La alegría y la generosidad serian vistas como de naturaleza inferior.  Se justificarían expresiones como "El sistema funciona así, no podemos cambiarlo", etc. evitando o no aceptando dialogo abierto sintiendo luego al otro afectado por esa conducta.

La masividad del mal hace que se caiga en la indiferencia, por lo que para Hannah era importante entender los valores de honradez, objetividad y rigurosidad. Reflexionó sobre si es siempre correcto decir la verdad y juzgó muchas mentiras de los métodos de sus críticos ya que para ella debe de hacerse en interés del mundo. El objetivo para ella sería la libertad de pensamiento con inteligencia, profundidad y valentía.  Y lanza una esperanza al mundo en el ser humano que nace y debe de comenzar de nuevo. Siempre hizo una distinción radical entre lo privado y lo público y expuso su concepto de "la dignidad de la persona" y para ella solo alcanza la humanidad aquellos que se atreven a exponer su persona y su obra al riesgo de lo público. Nunca se vió como una marxista pero atribuye a Marx el sentido de la justicia y el valor.

Continuando con la idea del mal sigue también a Paul Ricoeur que comenta que mas que centrarse en el mal cometido que hace a la persona culpable, responsable y objeto de una pena  hay que hacerlo en el mal sufrido que la hace victima, ya que es infligido por otros, el dolor como acceso a su trascendencia y que afectaría a su esencia. 

Jaspers manifiesta su insatisfacción por el tratamiento de las enfermedades mentales, cuestionando tanto el diagnóstico como el método clínico. Se preguntaba si ¿la paranoia es una faceta de la personalidad o el resultado de cambios biológicos? dando a conocer el método biográfico por eso hay que cuestionarse la realidad.  El mal sufrido es infligido por otros. 

“Mediante la acción y el discurso,

los hombres muestran quiénes son, revelan activamente su única y personal

identidad y hacen su aparición en el mundo humano...”