domingo, 28 de julio de 2019

El pensamiento crítico

¿Que es el pensamiento crítico?
¿Es el "conócete a ti mismo" el inicio de una condena?
¿Se prefiere sustituir reflexión por acción? ¿La duda por el maniqueismo?
¿Cualquier persona independientemente de sus circunstancias y del contexto puede alcanzar el éxito?
¿Se cree que con el esfuerzo, el trabajo y el talento se llega?
¿Hemos resuelto envejecer a cualquier precio?
¿Es esta la herencia que dejamos a nuestros hijos?
¿Cómo trabajar el pensamiento crítico?

El libro de José Carlos Ruíz titulado "El arte de pensar para niños" trata de responder a estas preguntas y nos da conceptos de lo que es "El pensamiento crítico".

Pensamiento crítico es tener capacidad de análisis y desarrollarlo ampliamente.

Pensamiento crítico es saber separar lo que es de lo que no es, lo que es de lo que se aparenta ser. Eliminar lo dañino, lo contraproducente, ver lo importante para la formación, las amistades adecuadas. Que tanto desde casa como desde el ámbito académico se tengan sus frutos. 

Pensamiento crítico es trabajar y crecer desde el interior al exterior surgiendo preguntas al igual desde dentro que desde fuera.

Pensamiento crítico es estar abierto a las propuestas del otro, aprender a pensar bien, tener la suficiente inteligencia para recoger todas las aportaciones que los demás realizan y hacerlas nuestras e implantar lo que parece mejor en relación con lo que se tiene. Como decía Ortega y gasset "Yo soy yo y mis circunstancias y si no la salvo a ella no me salvo yo", la atención hacía el otro, las circunstancias del otro, el contexto del otro siendo el factor "otro" como algo que mejora la vida, que ayuda a progresar.

Pensamiento crítico es una actitud mental abierta con intuiciones intelectuales y mejoras reflexivas. Ver otras visiones del mundo, asimilar otras posturas y comprender las propias. Mirar la vida y actuar frente a la superficialidad, la frivolidad, la ligereza, la distracción. 

En el trabajo del pensamiento crítico siempre hay planteamientos opuestos. Puede verse contraproducente y no estar de acuerdo con dejar llorar a un niño hasta que se duerma o acunarlo en exceso, o dormir constantemente en la cama con el bebé, dar cachetes, riñas y castigos e incluso la sillita de pensar, y es aquí las preguntas y los porqués de porqué se ve todo ello perjudicial. 

Hoy en día se demanda la educación de las emociones, de una buena psicomotricidad, de las nuevas tecnologías, el aprendizaje de idiomas, la educación física  y tener unos buenos hábitos de salud. Hay que ir a la par con todo ello, salud física, salud intelectual, salud mental siendo fundamental aprender a pensar críticamente, a ser capaces de analizar el mundo en el que se vive, a situarse y a saber donde se está, que se es.  Una buena salud mental es una buena educación para el desarrollo.

La escuela educa además de formar, por mucho que se empeñen en solo lo académico se está llevando un método de trabajo, unas destrezas procedimentales, y una organización para que se asuma de una forma correcta lo que se va a estudiar. El curriculum académico va a la par con el desarrollo personal. 

El autor distingue entre lo que es "un buen alumno" y "un buen estudiante". Un buen alumno es apasionado y motivador en el aprendizaje, con una buena actitud en el aula, se interesa por la clase y participa, quiere aprender, en cambio no siempre saca buenas notas, ni tiene buenas calificaciones ni un buen rendimiento. En cambio si lo obtiene un buen estudiante, sabe estudiar y realiza buenos exámenes e incluso sabe no arriesgarse ni perder en la clase para mantener una buena calificación e intacta reputación y esto es así en el trabajo laboral y en la vida en general. 

La frase "conócete a ti mismo" es un despertar para poder vivir con conocimiento y no es una condena sino todo lo contrario "una liberación". Quizás para llegar al éxito, al liderazgo hay que cambiar y mejorar muchas circunstancias y si la ayuda no es como tiene que ser se convierte en un gran reto y en un gran desafío personal. Platón decía que todo está en la persona, las experiencias, las cosas y ese conocimiento es una ayuda para saber ya lo que hay en sí mismo, ser más auténtico, elevado y profundo, avanzar en razón y sabiduría. 

El autor del libro "José Carlos Ruíz" distingue entre aprender a razonar y aprender a pensar. Aprender a razonar es a dar argumentos, soluciones lógicas, conclusiones que caigan por su propio peso. Aprender a pensar sitúa en una realidad mucho más concreta, es razonar y sentir, dando soluciones a otros contextos, entender datos, sentimientos y emociones. El conocimiento real está por encima de la razón y del sentido común. educar es enseñar a pensar y está dentro de la formación y el desarrollo personal. Es comprometerse con uno mismo e intentar entender el mundo tal y como es, es autoexigencia, asumir responsabilidades. No se puede sustituir información por conocimiento porque la información no implica conocimiento. Para que haya conocimiento tiene que existir transformación de la experiencia personal y científica. No es una ilusión creer en el esfuerzo, trabajo, talento sino una realidad que se descubre, ni tampoco se trata de envejecer a cualquier precio sino de vivir lo que se viva con bienestar y buena actitud, con salud intelectual, mental, preventiva. Hay un legado a los hijos que hace construir una cierta personalidad, y una brecha generacioal pero conocerse y entenderse da herramientas para dejar de complacer o hacer siempre lo que los demás quieran y aprender a tomar las propias decisiones. 

La escuela tiene que saber interpretar contextos y estimular el pensamiento crítico. Aprender a pensar construyendo hábitos de higiene preventiva. Y esto es lo que tiene que conocer la persona para el control de los factores que pueden serle nocivos para su salud. 

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