Sus leyendas son sus tradiciones y se siguen manteniendo vivas. La pesca, les marañueles, la malla son peculiaridades típicas del pueblo y a su lado rincones que sorprenden siendo todos ellos lugares privilegiados con una excelente gastronomía y muy buenas rutas desde donde merece la pena contemplar el mar y el cielo, las marinas, los barcos, las casas blancas y azules, y también las de solera.
Es una Villa marinera con gran ambiente cultural y deportivo y donde se realizan muchas actividades al aire libre en el mar, en el teatro, en el reloj, la capilla, el museo, el parque. Parece tener un micro clima, un clima diferente al resto de la provincia.
Luanco es fuente de inspiración para muchas personas favoreciendo no solo la concepción de ideas y la búsqueda de soluciones sino que aporta ese impulso, esa fuerza, esa energía que se necesita recuperar y sin hacer nada solo con escuchar el murmullo de las aves, oler el salitre del mar o sentarse en un banco, escalón o terraza y dejarse llevar.
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