Espejos de agua

Los libros que forman parte de mi biblioteca lo hacen por múltiples razones: porque me gustaron, los necesité para mis estudios, los han escrito familiares, amistades, han sido premiados, los he heredado, me los han regalado, etc. Algunos de los libros son muy vendidos, otros no.

Hay libros indispensables, tienes que leerlos, conservarlos, hojearlos de vez en cuando, llevarlos bajo el brazo en ocasiones, y no puedes desprenderte de ellos, algunos los tengo escritos porque contienen fragmentos del mapa del tesoro.

Un mapa del tesoro  es como una maqueta para los arquitectos porque se ve plasmado lo que has pensado, lo que has vivido, lo que has imaginado. A veces, lo subrayas en ese momento, para que no se te pierda. 

Hoy os voy a dejar  una reseña del libro de una amiga “Cuentos de Aquí y de Allá "escrito por Mara.

Son relatos con la idea de imaginar un mundo mejor, como a ella le gusta. Un mundo en paz y equitativo en el reparto de riquezas. Con acceso a la cultura y al ocio.

Mara nació en Salamanca, de la que dice ser “Una ciudad donde las piedras de los edificios son doradas, a fuerza de bañarse todo el año en la luz del sol”. A los seis años se fue a León  y descubrió una ciudad llena de vida. Actualmente trabaja en Oviedo dónde escribe y publica libros.

En algunos párrafos de su libro nos deja entrever la posibilidad de múltiples dimensiones, de universos paralelos y lo hace a través de  relatos. Os dejo el titulado “Espejos de agua” deseando que os guste y os anime a leer sus obras que le salen del alma.

 “Dicen los ermitaños, los pastores, los caminantes de los senderos,  los solitarios buscadores de setas, los nomos de las cuevas, e incluso algunos viajeros perdidos, que entre las montañas hay lugares húmedos, fríos, silenciosos, con un olor especial, en los que se ve el mundo oculto.

Esos lugares, que en los mapas se llaman lagos, cuando la gente bulliciosa profana su calma, simplemente reflejan el paisaje.

Pero en cuanto las voces humanas se alejan, son un pasaje hacía el interior de la tierra, dónde las raíces de los árboles que crecen en la superficie son ramas en ese universo paralelo, pues “como es arriba, es abajo”.

Hay personas, muy pocas personas, que se han atrevido a entrar en los lagos para buscar la otra mitad de sí”.