sábado, 27 de marzo de 2021

El arte de crear una familia. Peoplemaking

"Peoplemaking. El arte de crear una familia" es el libro escrito por Virginia Satir. La autora trabajó en la supervisión clínica, en la formación mental, incorporaba los sentimientos, el respeto y la compasión en las relaciones. Creía en una vida familiar saludable y esto incluía el intercambio de amor, de afecto, de sentimientos. Fue directora de los Institutos de Salud Mental de Palo Alto y de Big Sur, en California. Fue una mujer muy agradecida sobre todo a su familia por ayudarla a organizar sus ideas y a la Red Avanta por permitirle poder ofrecer al mundo estas nuevas posibilidades. Ella ayudaba al adulto a ser más congruente, a conseguir hacerse más fuerte. Nos dice que hay mejores formas de tratar a los demás y a nosotros mismos y que hay que llevarlas a las prácticas.  Así contribuimos a un mundo más positivo y fuerte. Todos nos necesitamos, podemos sentir una autoestima elevada, intentar mejorar y cambiar. Nuestra energía tenemos que destinarla a invertir, crear, a beneficiarnos incluso de los conflictos, de los problemas, por eso podemos sentarnos en la mesa de negociaciones. Amplia que todos los que trabajamos por y para ser más humanos somos puentes, personas de la transición y poseemos recursos para ello siendo la esperanza que alimenta nuestras decisiones. El reto está en desarrollar seres humanos con valores morales, éticos, y humanistas y así poder disfrutar de la vida y del planeta que habitamos. 

Virginia Satir de pequeña deseaba estar al servicio de los niños, no quería ser maestra, quería ser investigadora, a ella le gustaba estudiar a los padres pues observaba que en las familias había muchos enigmas, problemáticas que no se ven y que tenía que interpretarlos. Ya de mayor y habiendo logrado trabajar en lo que quiso se da cuenta que aún quedan muchos enigmas por resolver.  En su estudio trabaja el iceberg de la familia, los aspectos de poder, de intimidad, de autonomía, de confianza, y habilidades comunicativas, las relaciones interpersonales que subyacen en la condición humana y en la forma de vivir en el mundo. Ella hizo un retrato de cómo son los seres humanos que viven de forma humana. Y nos dice que al ser humanos comprenden, valoran, desarrollan sus cuerpos y los ven útiles y bellos. Son realistas, sinceros consigo mismos, amables y bondadosos y que están dispuestos a asumir riesgos, a ser creativos y que saben incorporar lo nuevo y acomodarlo a las circunstancias. Se trata de personas que aman profundamente y que luchan con justicia. Los humanos son los productores de personas y entre ellos se comparte la felicidad y el dolor, el dolor y la rabia, y el amor.

Amplía que sacar una familia hacía adelante es una tarea dura y complicada,  y que las relaciones son los lazos vivos que unen. 

La primera pregunta que hace es ¿Cómo es tu familia?, ¿Te sientes agusto viviendo con la familia que tienes en estos momentos?, ¿Tienes la sensación de estar con personas que confías, que te caen bien y a las que caes bien y en las que confías? ¿Es el hogar un lugar divertido, emocionante, interesante y gratificante?, si es así es una familia enriquecedora pero si lo ves como una carga, una amenaza, un aburrimiento, un sufrimiento se trata de que que se atraviesan conflictos. No quiere decir que sea una familia mala sino que atraviesa conflictos y las personas no son muy felices y no pueden amar o valorarse abiertamente unas con otras. 

La escala de la familia es la posición que denota si se está muy bien, bien, regular, mal, muy mal, es decir que van desde muy enriquecedoras hasta familias de grandes conflictos. 

En las familias enriquecedoras las personas se sienten bien, son vitalistas, sinceras, auténticas y se aman. Está presente el corazón, el alma, y el cerebro. Las personas manifiestan su amor, su respeto, el intelecto por la vida. Abiertamente se manifiesta el dolor, y el cariño, y se asumen riesgos porque se siente afecto, se siente querida y se quiere crecer como persona y no da miedo decir los sentimientos, el humor, disfrutar, reír. Son casas con colorido y luz, son cómodas y no se teme ni al ruido ni al silencio. Son libres y pueden hacer planes, hacer los ajustes necesarios. Se hace frente a los conflictos, a los problemas, se permite tratar y hacer frente a la mayoría de los problemas de la vida. Los padres son personas, dan apoyo, ayudan y no son jefes autoritarios sino que dan capacidad a los otros miembros, les otorgan poder y coinciden actos con palabras, y cuando alguien hace algo mal se dan cuenta que algo pasa, lo ven, reconocen el problema de que se tiene la autoestima baja y que para aprender tienen que sentirse valoradas y no despreciar ni humillar.  El corazón humano siempre busca amor, aclarar problemáticas, escuchar, se interesa y se prepara para buscar soluciones. 

En las familias conflictivas las personas se sienten mal, incómodas, con sensación de frío. El ambiente suele ser muy educado, y todos muy aburridos.  Es como estar llenos de secretos, las fuentes están encubiertas y se siente tristeza.  El cuerpo aquí reacciona mal, suele doler la espalda, la cabeza o tener revuelto el estómago. El cuerpo reacciona ante los conflictos y esto hace que se sufran enfermedades físicas. Los cuerpos reaccionan humanamente ante un ambiente inhumano. Ante determinados individuos que nos rodean y se experimentan reacciones físicas. Y es aquí donde hay que trabajar los sentimientos por salud. Se captan las reacciones, las sensaciones de lo que ocurre y se pueden reconocer, saber realmente lo que pasa y aquí se puede hacer un verdadero cambio. Cuando hay conflictos el cuerpo está tenso, inexpresivo, como si fueran máscaras, no se oye, no se escucha, no se siente, no se ve.  Hay escasa alegría, se toleran las personas, es un deber, el humor a veces es cruel y no se disfruta unos con otros. Las personas se implican mucho más en otras cosas, en el trabajo, el deporte, en actividades que les impida el contacto familiar. Es normal el grito, la queja, la desesperanza porque no coinciden actos y palabras, y si ocurre algo se castiga, se condena, se agrede, resultando ser un clima más agresivo y violento.

Ante un problema en una familia enriquecedora se busca aliviar, solucionar, ayudar y transformarlo,  verlo como una oportunidad de aprendizaje siendo los sentimientos humanos más importantes que nada, el cómo se sintió el otro, mientras que en la familia conflictiva se grita, se insulta, se culpabiliza, se castiga, se agrede. Todo lo que se aprende puede desaprenderse y se puede pasar de conflictiva a enriquecedora y al revés y reconocer esto, los conflictos.

Para la autora es importante erradicar los tabúes, y "decirnos cómo nos sentimos", lo que nos hace sentir bien y mal, hablar de nuestros sentimientos y sentirse bien consigo mismo, agusto. Nos comunica que para evitar enfrentamientos nos han enseñado a querer a los otros, y no a quererse a uno mismo, quererse a uno mismo era egoísmo, como un desprecio personal. En cambio, quererse a uno mismo y egoísmo no es lo mismo. 

Una actitud egoísta es de prepotencia, "yo soy mejor que tú", en cambio quererse a uno mismo es una declaración de valor y sirve para darse importancia, a uno mismo, quererse, gustarse. Si la persona no se gusta, no se valora, puede dar lugar a la envidia y a los celos. Tampoco es bueno comparar ni ser demasiado conformistas, hay que descubrir quién se es.

Entiendo que la supervisión clínica que Virginia Satir hace en relación a la familia está en la misma línea que la realizada en la tesis acerca de la escuela y que en el fondo es dar importancia a la salud y ver como son las relaciones de poder y cómo hay que llevarlas a cabo para que sean enriquecedoras para las personas. Ahora con la Pandemia se ha hecho de nuevo hincapié en la importancia de la salud, desarrollarla y conservarla. De nuevo surge el conocimiento de uno mismo, el tratarnos bien, reconciliarnos siempre con nuestros sentimientos, tener relaciones sanas, armónicas, cubrir nuestras necesidades básicas, y comprender que hay que quererse y que cada persona es única, tener una vivienda acondicionada, limpia, con luz y color y expresarse, comunicarse, crear esa fuerza vital, esa energía, si llevamos una buena salud llevamos una vida más feliz y responsable. Son importantes los mensajes sensoriales porque nos influyen  y despiertan unos sentimientos determinados. La forma de ser, la ropa, el pelo, la forma de sentarse, de saludar, lo que gusta y lo que no gusta hay que saberlo, estos aspectos se trabajan en casa en relación a los miembros con los que se convive y en la escuela en relación a otros. Si se admira la inteligencia siempre se quieren obtener buenos resultados "Te configuro según mi forma de interpretarte". Se resalta aquí el concepto de saber interpretar, concebir la realidad. Es todo una forma pensamiento, de percepción . En este caso y referente a la escuela en mi trabajo hay un análisis de configuraciones y un saber de cómo interpretarlas a través del modelo de configuraciones IBISPE. Lo que  hace sentir bien y relaja y lo que hace sentir mal y tensa. Estar fuera de perspectiva hace sentirse mal y tensa, hace sudar, temblar, acelerarse, y las reacciones de los pensamientos y el cuerpo tienen una gran influencia para la salud porque se sabe lo que ocurre en el interior.

Los tabúes se refieren a la mística del adulto y lo que para él está mal visto, hablar mucho o poco, estar en silencio o hacer ruido, lo que lleva a desavenencias y hay que superar y estrechar lazos siendo fundamental explicar sentimientos, esto en la escuela se agranda más, las normas, los secretos, por ejemplo ante la voz, el contacto (tocar y ser tocado es tabú), la palabra (lo que se puede decir y lo que no se puede decir), la acción (lo que se puede y no se puede hacer)

La voz alta, baja, suave, clara, apagada, acelerada, lenta, la persona reacciona ante la misma, ante la calidad prestando atención o desatendiendo. La voz es como un instrumento musical puede estar afinada o desafinada nos dice la autora. Como la voz no nace con nosotros puede trabajarse, cambiarse, escuchar como suena, ser consciente de cómo suena cuando se habla. La voz puede ayudar o impedir a realizar una acción, a comprender el significado de las palabras, puede ayudar o perjudicar, hacer que se funcione bien o mal. 

El contacto, se refiere a tocar o no tocar, a acariciar, sostener, equilibrar, cada contacto es también un sentimiento de amor, confianza, calidad o al revés.  ¿Cómo se percibe el contacto? aprender a percibir el contacto, lo que has sentido cuando te ha tocado, cuando se aproxima. El abrazo es algo no sexual, es percibir abrigo, es una necesidad humana, hay que concederse permisos para satisfacer necesidades de contacto, disfrutar el contacto mutuo, relacionarse mejor. 

La palabra, tanto en las familias como en las escuelas hay que tener claro esto, hay familias y escuelas que no permiten exteriorizar sentimientos, decir al otro cómo se siente, que le pasa, contar sus problemas. Lo que se puede decir y lo que no se puede decir. Para ser enriquecedora hay que querer aprender, hay que seguir las propuestas, las exigencias, las insistencias, hay que conocer y querer porque puede terminar convirtiéndose en una lucha de poder y tener el efecto opuesto. En todas las lugares hay dolor pero uno es el dolor de reconocer que hay problemas que es inevitable y aceptable y otro es el de culpa, y ese si se puede cambiar. Es decir se puede cambiar lo que se puede y lo que no mejorarlo, crear ideas para vivir con ello afectando lo menos posible. El tener una imagen idealizada y ver luego que no es así, sacar la vulgaridad, los aspectos que desagradan puede convertirse en una base que luego se vaya acumulando lo que no gusta y que no se trate de cambiar y que el resultado sea un maltrato no intencionado, que estén fuera las causas y no lo perciban. A veces no se habla o se dice o se pregunta por temor a no estar a la altura, a verse inferior, con poca inteligencia.

La acción, Tanto en familias como en las escuelas las hay que quieren a personas activas, en movimiento, otras paradas y quietas. Esa sensación de no saber si estar quieto o poder moverse. Y al igual que el cuerpo es el cerebro, en relación a querer pensar o no pensar haciendo que sea todo más difícil, que se interprete de forma distinta o que no se interprete. El cerebro va mucho más rápido que la boca y a veces se utiliza una especie de taquigrafía que no es del todo entendible. 

Es aquí que en realidad no es lo que la familia decida en sí ni tampoco la escuela sino la importancia de que ambas sean enriquecedoras, solucionen los conflictos y sepan interpretar con profundidad lo que está bien y lo que no, lo que realmente hay que mejorar tanto en casa como en la escuela. 

Utiliza Virginia Satir términos en su libro que me han parecido novedosos y que me han gustado para incorporarlos en mis conocimientos, tales como "El tren basura, el circo de tres ruedos, el método de las pistas, el puchero lleno o vacío, te leo en mis términos, te he colgado una etiqueta".

El tren de la basura, lo que se desecha del pasado, de levantar muros, del contacto, del olor, de lo que se siente, se percibe, y del cómo. Eso me parece muy importante trabajarlo, las sensaciones, los sentidos, el tratar de entender los comportamientos, los pensamientos, la conducta.

El circo de tres ruedos, experimentar temores vividos, contemplados en otras situaciones, hacer esfuerzos por comprender a personas, a otras formas de ser y sentirse mal por lo complejo que tiene, incluso ponerse en el lugar del otro, y tener que interactuar ante algo que no gusta y que la mayoría de las veces se tiene que deducir lo que quiere, lo que se busca, siendo todo una gran actividad de significados que hay que aprender y comprender a interpretar. Aquí de nuevo aparecen las configuraciones. El saber interpretar el significado de las palabras, de las experiencias, sirven para conocer, saber y ver lo que sucede. 

El método de las pistas, que significa responder con monosílabos. Cuándo la gente se conoce demasiado llega un momento que para ahorrarse energía y tiempo cuentan con sus códigos resultando a veces ser una trampa en la comunicación, incluso el gesto, la mirada, la lectura de la mente, exigen esa compenetración, y que el otro o los demás miembros tienen que dar por entendido. Y en cambio pueden no compartir ni el significado que se da ni los sentimientos que despiertan. Esto lleva a muchos conflictos, "dí por seguro" que me entendiste, que habías observado lo que quería decirte, que lo habías deducido y esto es lo malo pues puede llevar a deducciones erróneas, interpretaciones falsas y que no se ajustan a la realidad. No son seguros y pueden producir distanciamiento, además de no aclarar o que el que lo percibe lo interpreta de forma distinta, le da la vuelta. Es fácil en las familias hablar de esto, aquello, dame la cosa sin aclarar a que se refiere. Es actuar como si se comprendiera. Se exige aquí más especificidad. La queja normalmente que se presenta en las familias es el no saber lo que se piensa, se siente, se quiere, el desconocimiento, esa sensación de quedar al margen y de no poder compartir ni cubrir necesidades, esto genera tensiones, conflictos. Una cosa es no poder y otra no querer, es como estar en tierra de nadie cuando no se quiere. Dar por seguro que se conoce bien los deseos del otro.

El puchero lleno o vacío, explica los sentimientos, el saber cómo se siente la persona  y si los demás lo entienden. Si se está feliz y contento el puchero lleno y autoestima alta y si en cambio se está triste y deprimido el puchero vacío y autoestima baja. 

Te leo en mis términos si de forma abierta y libre no puedes comentar ni actuar, ni decir, resulta esto bastante incómodo y además Te he colgado una etiqueta dice la autora y amplia que "la comunicación es el único factor que afecta a la salud de una persona y a sus relaciones con los demás".

La autora define cuatro modelos a la hora de expresarse, de interactuar con las personas en una situación de estrés, como respuesta para afrontar la amenaza de rechazo, para no verse al descubierto de sus debilidades y como aceptación para asumir consecuencias y disculparse. Y aclara que no es lo mismo sentir estrés que dudar del valor de una persona. Los sentimientos en cada caso son diferentes. En esos días raros que parece que todo sale mal es cuando se siente inquietud, incomprensión, indefensa, temor y afecta a la salud, se siente dolor y se encuentra uno mal, se pasa mal y se reacciona mal dando respuestas de formas distintas, se ocultan sentimientos. Es el cuerpo quien termina transmitiendo los sentimientos y que se transfiere en forma física, de salud. 

1. Apaciguador. Para no condicionar a los demás. Para que el otro no se enfade le das fuerza, le ayudas, le dices que estás ahí para ayudar, para hacerle feliz. La forma de hablar es sociable, de complacer al otro, siempre comprensiva. Quizás se trata de una persona que necesita aprobación pero en realidad no le gusta esa forma de ser. Es como dar las gracias a todo el mundo, es de dependencia, y nunca se plantea pedir nada. La forma de disculparse es pidiendo perdón, lamentándolo. Oculta las necesidades personales. La voz no es segura sino más bien una queja porque se considera víctima, mártir, un poco empalagosa y pelota a modo del que pide limosna. La forma de salud que representa es de mareo, ganas de devolver, dolor de cabeza, problemas respiratorios. 

2. Acusador. Para no permitir que nadie humille ni rebaje. Cuando se está en desacuerdo y para que el otro te encuentre fuerte lo acusas porque te ha hecho sentir mal. Si se va es culpa suya, y tampoco crees que era lo que pensabas, ya no le das valor. El que mandas eres tú. Te crees superior y piensas que todo marcha bien gracias a tí, acusas al otro, voz tensa, alta, estridente, gritona. Es buscador de errores, culpabiliza al otro y coarta todo. Estarían aquí los que señalan con el dedo, critican, insultan, se ponen colorados, ojos en órbita. La forma de disculparse es diciéndole al otro que para otra vez intente procesar razonamientos más complicados, oculta la necesidad de la otra persona. Y la forma de salud es de tensión, se tensionan los órganos, los músculos, la garganta, se contiene la respiración y aumenta la tensión arterial. 

3. Calculador. Para no cometer errores. Para saber responder ante una amenaza y enfrentarse a ella de forma inofensiva, de una forma tranquila, fría e íntegra, correcta, y no muestra los sentimientos, es como un ordenador. Voz monótona, aséptica, vacía. La persona calculadora parece inteligente, utiliza palabras incluso sin saber su significado y siempre está concentrada eligiendo palabras, como la mente parada, ausente.   Este tipo de rol es el más común, parece ser el ideal en las personas, la no reacción, la de no manifestar sentimientos, la de ocultar las emociones y se disculpan con los derechos, la ley "ponte al habla con mi abogado". La forma de salud es de dolor de espalda, sequedad, frío.

4. Distractivo. Para motivarse y animarse. Todo le parece irrelevante y las palabras a veces no vienen a cuento, desvía los temas, es la oportunidad de poder ignorar la amenaza y así desaparece. No reacciona, su voz es un tatareo, se eleva y desciende. Siempre dando vueltas, ocupado y no actúa conforme a las palabras. La disculpa aquí es de comparar, pensar que el otro lo hace mal, que está perturbado. Se ignora la relación espacio-tiempo y las necesidades. La forma de salud es de baja autoestima y quizás depresión, soledad, pensamiento de no importar a nadie.

Estas cuatro formas se dan ya desde niños y de forma intuitiva. No se distinguen los sentimientos de reacción de la autoestima. Cualquier respuesta de este tipo denota una autoestima baja y dependiendo del tipo de autoridad y de la actitud del otro se refuerza. Da lugar a una integridad dudosa, al compromiso por conveniencia, a una conducta mezquina por verse dañado, perjudicado. 

Nos dice que hay un quinto modelo, el equilibrado. La forma idónea, la equilibrada, manifiesta integración, fluidez, vivacidad, entereza, confianza y es una forma que se puede conseguir y aprender, a veces hay que ver el lado cómico de todo. Ser conciliadora permite ser libre, vivir de una forma íntegra, sincera, a gusto, placentera, ser equitativa, hacerlo bien, y mostrarse tal como se es. La reacción representa la verdad en ese momento. A diferencia de la acusadora que la persona se siente mal y actúa con enfado, está dolida y lo hace de forma valiente. Todo está en consonancia. Supera obstáculos, construye puentes. Relaciones fáciles y sinceras. Se puede disculpar, criticar de forma equitativa. No culpabilizar. Proporciona significados precisos y se mueve con bastante libertad. No se es ni cerebro ni máquina.  Son personas bastante objetivas. Se es congruente. La disculpa es de sentirlo y buscar soluciones. La voz es afectuosa, va a tono con la cara, el gesto, el cuerpo, el tono. La forma de salud es la de estar sano, la de curar fisuras, desgarros, fracturas.

A las personas les gustan los valores de honradez, honestidad, confianza, solo se necesita valor y coraje para intentarlo. Cuando lo hacen reducen las distancias con los demás y descubren que muchas enfermedades se curan. La conducta equilibrada es la conciencia de las reacciones y es la decisión de elegir cada uno, cuándo y cómo hablar y cómo hacerlo. La autora nos dice que si se cuentan los sentimientos con sinceridad se está a salvo.  

Virginia Satir trabaja las emociones, y los atajos emocionales y nos dice que los cuatro modelos expuestos enferman y que no podemos desperdiciar el valioso potencial cerebral, que utilicemos la forma equilibrada. Como forma de lograrlo y de crecimiento utiliza juegos de comunicación. 

Para finalizar comentar que todo es un conjunto y hay que trabajar todo este icebergs de las relaciones, los aspectos de poder, de intimidad, de autonomía, de confianza, y habilidades comunicativas, las relaciones interpersonales que subyacen en la condición humana y en la forma de vivir en el mundo. La sociedad lo agradecerá porque cambiará el carácter del mundo. Hoy en día hay mucha bibliografía publicada de juegos de comunicación, de expresión, y se realizan muchas actividades y talleres de expresión, de habilidades y de baile, teatrillos, sistemas que desarrollan formas para conseguir hacer realidad que uno sea y se encuentre feliz, se conozca a sí mismo, tenga la autoestima alta, incremente el sentido del humor. Lo fundamental son los resultados que sean constructivos y adecuados a lo real, que tanto las familias como las escuelas sean enriquecedoras. Ahora bien, la escuela en sí es el lugar para trabajar todo lo profundo desde abajo, los sentimientos, las emociones, desarrollar la inteligencia, la integridad, la salud y que realmente llegue a todo el alumnado, a las familias, a las distintas estructuras. 

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