viernes, 21 de julio de 2017

El fuego de Flamboyán


El fuego de Flamboyán es el libro escrito por Viruca Yebra, periodista y escritora gallega. La autora dice que de niña estudiaba con linterna en la cama terminando por ser una periodista todo terreno. Fue delegada del gobierno de Galicia con los populares y los socialistas y jefa de prensa del presidente de la Xunta.  Reside en Marbella donde encontró el amor comenzando a escribir crónicas y donde creó el Club Internacional de Marbella del que es secretaría general. Colabora con revistas, organiza seminarios, actividades y tertulias para mujeres siendo vicepresidenta de la Asociación de Mujeres de Marbella. Empezó el libro tras una enfermedad que la tuvo en cama siendo publicada su obra por la editorial Almuzara.

El fuego de Flamboyán parte de una historia verdadera y tiene como protagonista al abuelo materno de la autora que emigró a la Habana a los 15 años. Decidió regresar para formar aquí una familia. De él dice la nieta que era un hombre elegante, guapo, atlético y que a ella le encantaba. En el libro aparecen muchos personajes que ella ha entrevistado con testimonios reales resultando ser todo un trabajo de investigación sobre la segunda república en España y la vida de Cuba en esos momentos. La autora cree que su novela puede formar parte de toda una serie televisiva argumentando que a la gente le gusta mucho porque una vez más "la realidad supera a la ficción".

Se trata de una crónica, con sentimientos encontrados entre el contraste de una Galicia profunda y la emigración a una Cuba con luz, sensualidad, fortuna y abundancia y donde el árbol, el magnífico Flamboyán, imponía su elegancia siendo testigo de la mezcla de razas y del ambiente que genera a través de una saga familiar. La llama de dos sentimientos. Por una parte está la pena por dejar el país, el abandono y por otra la alegría por un futuro mejor "Emigración y amores en las dos orillas" tratando de disfrutar cada momento de la vida y deseando que la familia permanezca unida, se ayude y proteja siempre. 

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