sábado, 3 de octubre de 2015

El valor de cada persona

En este sistema de vida aún el valor de las personas se mide más cuantitativa que cualitativamente. Ese valor se haya extrayendo la media numérica de distintos factores: Número de cuenta corriente y saldo, ceros en la misma, número de subordinados a su cargo, metros cuadrados de vivienda y casa, marca de coche, y a partir de ahí se le adjudica una puntuación de uno a diez. Con esta puntuación te está permitido entrar en determinados círculos políticos-sociales-económicos con un fondo a veces religioso. Esta es la especie de genio que se busca y para afianzarlo se descalifican muchas características, valores y virtudes por circunstancias digamos personales y profesionales. Si hay empate se pueden tener en cuenta otras cosas: estabilidad emocional, niveles de serotonina y de testosterona para ver cómo está compuesto el cerebro y órganos genitales que también pueden servir tanto para valorar como para desmerecer.
Y no creáis que la vida es como un calendario que se arranca la página y comienza la siguiente en blanco. Todo está anotado y acumulado, es el pasado, es “el itinerario y los hechos históricos”.
Puedes suponer que si te esfuerzas mucho tus méritos acaban por ser reconocidos y traducirse en mejor trabajo, sueldo y status pero no dejan de ser sueños e ilusiones infantiles, pretensiones ingenuas hasta caer en los parámetros valorables expuestos arriba por lo que tienes que tener en cuenta que este es tu destino y que no ascenderás nunca y que jamás te van a mejorar el sueldo por miedo a que pases a otro nivel.  Así que toda esa lucha de mejora no te ha permitido aumentar tu cuenta corriente, ni tener más metros en la vivienda ni mejor coche y no iban a pagarte más porque el dinero era para otros altos cargos. En realidad esto no es crisis ni descenso de beneficio.
Así que lo que te queda es apechugar con un desfase y te has exigido cumplir, trabajar, sacrificarte y olvidarte de todos aquellos que durante tu paso por la vida laboral han querido hacerse con tu puesto de trabajo a la mínima oportunidad, o no te han dejado desarrollar lo suficiente o no te han permitido tener tu tiempo material para realizar con la debida adecuación las tareas para el reconocimiento de otros. Y estas exigencias hasta formar parte de la clase pasiva pero con la certeza de que ya no quieres ganar ninguna batalla, ya no estás hipnotizada con los discursos sobre las distintas situaciones y sintiéndote afortunada en tu caminar aunque hayas dado una queja continua comunicándolo en forma de escritos, descargando tus emociones sobre otros u de otra manera pues no siempre es fácil comunicar tus sentimientos, interacciones, fuerzas impulsivas, estrés, etc. Lo más probable es que no hayas sido la persona más discreta a la hora de hacerlo pero como no es saludable guardárselos para los adentros quizás lo hayas hecho de la mejor forma que hayas sabido o podido siendo los resultados bastantes gratificantes pues te llevan a aprender hacerlo mejor y a la vez a ser agradecida pues quizás lo que te ha permitido la vida es sentirte de alguna forma plena y feliz.
Para finalizar tengo que deciros un secreto. Una vez que termino los escritos con un buen sentido del humor me río "jaja" y me digo a mi misma: "Pero ¿Tu crees en serio realmente eso? Y es cuando `pienso que ya es de otra manera porque una vez escrito he realizado una descarga emocional que me hace ya pensar distinto e ir avanzando con mejor sonrisa y sintiéndome más saludable. GRACIAS

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