En este sistema de vida aún el
valor de las personas se mide más cuantitativa que cualitativamente. Ese valor se
haya extrayendo la media numérica de distintos factores: Número de cuenta corriente
y saldo, ceros en la misma, número de subordinados a su cargo, metros cuadrados
de vivienda y casa, marca de coche, y a partir de ahí se le adjudica una
puntuación de uno a diez. Con esta puntuación te está permitido entrar en
determinados círculos políticos-sociales-económicos con un fondo a veces
religioso. Esta es la especie de genio que se busca y para afianzarlo se
descalifican muchas características, valores y virtudes por circunstancias
digamos personales y profesionales. Si hay empate se pueden tener en cuenta
otras cosas: estabilidad emocional, niveles de serotonina y de testosterona
para ver cómo está compuesto el cerebro y órganos genitales que también pueden
servir tanto para valorar como para desmerecer.
Y no creáis que la vida es como
un calendario que se arranca la página y comienza la siguiente en blanco. Todo
está anotado y acumulado, es el pasado, es “el itinerario y los hechos
históricos”.
Puedes suponer que si te
esfuerzas mucho tus méritos acaban por ser reconocidos y traducirse en mejor
trabajo, sueldo y status pero no dejan de ser sueños e ilusiones infantiles,
pretensiones ingenuas hasta caer en los parámetros valorables expuestos arriba por
lo que tienes que tener en cuenta que este es tu destino y que no ascenderás nunca
y que jamás te van a mejorar el sueldo por miedo a que pases a otro nivel. Así que toda esa lucha de mejora no te ha
permitido aumentar tu cuenta corriente, ni tener más metros en la vivienda ni
mejor coche y no iban a pagarte más porque el dinero era para otros altos
cargos. En realidad esto no es crisis ni descenso de beneficio.
Así que lo que te queda es apechugar
con un desfase y te has exigido cumplir, trabajar, sacrificarte y
olvidarte de todos aquellos que durante tu paso por la vida laboral han querido
hacerse con tu puesto de trabajo a la mínima oportunidad, o no te han dejado
desarrollar lo suficiente o no te han permitido tener tu tiempo material para
realizar con la debida adecuación las tareas para el reconocimiento de otros. Y estas exigencias hasta formar parte de la clase pasiva pero con la certeza de que ya no quieres ganar ninguna batalla, ya no estás hipnotizada con los discursos sobre las distintas situaciones y sintiéndote afortunada en tu caminar aunque hayas dado una queja continua comunicándolo en forma de escritos, descargando tus emociones sobre otros u de otra manera pues no siempre es fácil comunicar tus sentimientos, interacciones, fuerzas impulsivas, estrés, etc. Lo más probable es que no hayas sido la persona más discreta a la hora de hacerlo pero como no es saludable guardárselos para los adentros quizás lo hayas hecho de la mejor forma que hayas sabido o podido siendo los resultados bastantes gratificantes pues te llevan a aprender hacerlo mejor y a la vez a ser agradecida pues quizás lo que te ha permitido la vida es sentirte de alguna forma plena y feliz.
Para finalizar tengo que deciros un secreto. Una vez que termino los escritos con un buen sentido del humor me río "jaja" y me digo a mi misma: "Pero ¿Tu crees en serio realmente eso? Y es cuando `pienso que ya es de otra manera porque una vez escrito he realizado una descarga emocional que me hace ya pensar distinto e ir avanzando con mejor sonrisa y sintiéndome más saludable. GRACIAS
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