Gabriela Mistral

Gabriela Mistral fue homenajeada por Google esta semana con motivo de su 126 aniversario. Nacida un siete de abril fue la única mujer galardonada con un premio nobel de literatura. De nombre Lucila tomó el seudónimo de la poesía y de la naturaleza. Fue hija de un profesor que a pesar de ser abandonada por él a la edad de tres años lo defendió y según sus palabras fue el que despertó en ella su vocación literaria. Chilena y de condición humilde fue privada de estudiar magisterio pero sus conocimientos hicieron que la convalidaran para ejercer de profesora de secundaria. Se dedicó a la enseñanza siendo profesora en diferentes centros, publicó artículos y colaboró con distintos periódicos locales. Logró el puesto de directora en el liceo nº 6 de Santiago pero parece ser que no fue muy bien recibida por su “falta de estudios”. 

Fue una mujer muy comunicativa, le gustaba la sinceridad, contar las cosas, estampar momentos, analizar y transferir a otros sus pensamientos. Todo ello lo hacía de una forma natural e innata, sencilla como quien cuenta una anécdota y así transformar ese pensamiento en algo vivo en su realidad mental. Tenía como maestra un gran don pedagógico, una gran motivación , fantasía y entusiasmo que siempre la hizo destacar a pesar de que fue una persona bastante autodidácta pues pasó una amarga experiencia de incomprensión por estar catalogada en la escuela con retraso pasando escenas de gran humillación. Interesada por el sistema educativo fue contratada por el gobierno de México para formar parte de un equipo que sentó las bases de la reforma universitaria. Al morir dejó su herencia para los niños más desfavorecidos y pobres de su país.

Publicó libros entre los que cabe destacar: Lectura para mujeres, Palabras para la Universidad de Puerto Rico, antología poética, Textos, Grandeza de los oficios, magisterio y niño, elogio de las cosas de la tierra, etc.

Para finalizar os dejo algunos de sus pensamientos acerca de su madre, de la escuela y de lo que significa un oficio, un trabajo:

A su madre: 

Ya te lo dije: llevo el préstamo de tu carne, hablo con los labios que me hiciste y miro con tus ojos las tierras extrañas. Tú ves por ellos también las frutas del trópico -la piña grávida y exhalante y la naranja de luz-. Tú gozas con mis pupilas el contorno de estas otras montañas, ¡tan distintas de la montaña desollada bajo la cual tú me criaste! Tú escuchas por mis oídos el habla de estas gentes, que tienen el acento más dulce que el nuestro, y las comprendes y las amas, y también te laceras en mí cuando la nostalgia en algún momento es como una quemadura y se me quedan los ojos abiertos y sin ver sobre el paisaje mexicano.

Gracias en este día y en todos los días por la capacidad que me diste de recoger la belleza de la tierra, como un agua que se recoge con los labios, y también por la riqueza de dolor que puedo llevar en la hondura de mi corazón sin morir.

A la escuela:

• Vivir las teorías hermosas. Vivir la bondad, la actividad y la honradez profesional.
• Amenizar la enseñanza con la hermosa palabra, con la anécdota oportuna y la relación de cada conocimiento de la vida.
• Si no realizamos la igualdad y la cultura dentro de la escuela ¿dónde podrán exigirse estas cosas?
• Todo puede decirse; pero hay que dar con la forma. La más acre reprimenda puede hacerse sin deprimir ni envenenar un alma.
• Lo grotesco proporciona una alegría innoble. hay que evitarlo en los niños 

Revista de Educación, Año II, Nº 1.
Santiago, marzo de 1923.

En: Magisterio y niño. Ed. de Roque Esteban Scarpa. Santiago de Chile: Editorial Andrés bello, 1979.

Acerca del oficio:

¿Y si consideramos el oficio como nuestro más efectivo testimonio? Damos prueba de nosotros en nuestra manera de amistad y de amor, en la elección de un partido o de una fé; pero todos esos son testimonios parciales o vagos; el cómo encuadernamos un libro o damos nuestra clase en la escuela, nos dice eso, si da el duplicado de nuestro semblante...

.... El objeto labrado es esquema de los sentidos, del cuerpo y el alma del obrero...Eje de la vida, el oficio. Que las demás cosas, consideración social, dinero., sean radios que de ahí partan...
Para la llamada "revisión de valores" tomemos como documento principal el oficio. ¿Cuánto tiempo se le buscó?. Porque el oficio debe aprenderse toda la vida; cesa el aprendizaje al acabar el trabajo, a los 50 o 55 años. ¿Hasta dónde se le conoció?...

En: Grandeza de los oficios. Gabriela Mistral. Roque Esteban Scarpa, comp. Santiago de Chile: Editorial Andrés Bello, 1979