martes, 17 de julio de 2012

La institución escolar en un mundo cambiante


La globalización cultural, económica y social ha hecho que la institución escolar  ya no sea solo difusora de cultura sino que vaya más allá y contribuya a la formación en competencias para la vida tanto personales, profesionales como sociales.
Personales para el óptimo desarrollo de la personalidad del alumnado, su proceso creativo, e innovador, su individualidad, autonomía, libertad, que le facilite su evolución como ser humano, aprender a ser y a estar,  aprender a aprender con un buen espíritu crítico, afectivo y seguro  potenciando la reflexión, la individualidad, el hacer frente a retos y problemas.  El alumnado necesita de una buena tutorización que además de conectarle con la realidad le ayude a mejorarse a sí mismo y a superar tanto las exigencias escolares como a enfrentarse a la vida.
Profesionales para proyectar el futuro y encararlo con responsabilidad y sin frustración. Aprender hacer y a saber a lo largo de la vida.  El alumnado necesita situarse en el mundo con ilusión, alegría, motivación y entusiasmo haciendo de los centros lugares de vida. La mejora del servicio educativo, de las  metodologías, tratamiento y análisis de actividades que sean realmente útiles para el alumnado y las evaluaciones que valoren lo trabajado y el progreso. Los escolares tienen que ir pasando niveles y progresando sin saltos que les generen frustración sino como con secuencias.
Sociales para superar las crisis y poder construir el futuro que se desea. El alumnado necesita prepararse para todos los futuros posibles incorporando un chip inteligente que  conduzca a manejar con éxito las diferentes situaciones.
Todo es muy complejo y  una buena parte de esta complejidad está determinada por las dificultades de las relaciones entre las personas pues todas tienen necesidades, quieren hacer las cosas bien y tener una buena posición y prestigio. A veces en la toma de decisiones conjunta puede darse preferencias y no ver las necesidades individuales que interactúan aceptando ofertas, proyectos, etc... que pueden ser colectivos y democráticos pero que pueden no incidir en las necesidades reales del sistema, del centro, del individuo o al revés.
Se dice que la crisis es de valores porque lo que se busca es el beneficio económico y personal. Y esto es así, las personas quieren vivir y vivir bien y prepararse en la escuela para obtener aprobados dirigidos a una carrera, profesión, a una preparación que les lleve a un trabajo digno y con un salario. Al profesorado quizás hay que formarlo en competencias para la vida, en la tutorización  y en el dominio de las materias que imparta para realizar un trabajo con calidad y que se adapte a las necesidades del que aprende. 

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