"Todo aquello que no se puede decir, no hay que callarlo, hay que escribirlo"
Jacques Derrida (en el libro Injertos de Iñaki Urdangarin, página 37) .
La cita nos lleva al pensamiento de escribir la propia historia de vida, y disfrutar con ella, ver todo lo que fuimos capaces de hacer, de aprender, de vivir además de analizarlo e interpretarlo, lo que hicimos, lo que dijimos y todo aquello que pensamos que no se puede decir, que está en nosotros, la mayoría producto de censuras, de opresiones, de mentiras, no es nuestra verdad sino de alguien que nos dijo NO, no se puede decir, no se puede hacer, y así ver las razones de porque somos así, quién nos dijo que no se puede decir, que no se puede hacer, porque hay que callarlo. Ahora que estamos en carnaval podemos decir que la vida es un carnaval como dice la canción y el lenguaje es un disfraz.
León Gross, profesor de universidad señala esto "El lenguaje es el gran disfraz de la sociedad" y anima a los carnavaleros a escribir letras, a expresar la vida social ya que nos pasamos la vida actuando para otros, haciendo para otros, viviendo para otros, que vivimos una teatralización, una apariencia y que hay que sacar esto para llegar a ser uno mismo, como se quiere ser, como se quiere vivir.
Centrarse en escribir y en mejorar es ver todos los mensajes que nos da la sociedad, la escuela, la familia, que nos damos a nosotros mismos. Las razones de porque hay gente molesta, tóxica, cosas que no se cuentan, que no se dicen, que generan dolor, malestar o al revés que son tan placenteras que tampoco gustan, como llegar a ese equilibrio de tener bien la dimensión emocional, de lo que puede o no puede decirse, cuantas veces se dice si siendo no o no siendo si, y en relación con lo normativo de la vida, de lo que puede o no puede hacerse, averiguar esto, para tomar las propias decisiones en libertad, a la vez averiguar lo que lleva a hacer, a decir, significa todo esto mucho para la persona porque lleva implícito el poder ser, actuar, siendo muy interesante escribir la propia biografía de vida.
El libro "Historias de vida en educación" da esta importancia a conocer y conocerse, a analizar puntos de vista, pensamientos, razonamientos, reflexiones, experiencias, a conocer lo sensible, los afectos, la dimensión emocional, tanto del alumnado como la propia, a conseguir que cada uno sea dueño de su propia persona, de su vida, que no sea esclavo de la sociedad, ni de la escuela, ni de la familia, ni de su propia persona, ni de sus deseos, sus pasiones y su apariencia, que pueda ser feliz, adecuarse con éxito a la realidad, sentirse bien consigo mismo y con los demás, tener bienestar, buen carácter.
Comprender que somos seres vivos, naturales, humanos, individuales y sociales y que estamos siempre condicionados a luchar contra muros, a buscar la verdad mas allá del concepto, de la imagen, de las vivencias y que esto desgasta mucho, genera malestares en casa, en la familia, en la escuela, hace dificil una sana y buena convivencia, y lleva a veces a decisiones injustas, a querer abandonar lo trabajado, dejar lo hecho, genera malestares, desgasta y escribir hace que aflore todo y se vea de otra manera, se comprenda y se obtengan soluciones óptimas tanto para uno como para los demás, el grupo y la sociedad.
Escribir lleva a reflexionar, a tener esa capacidad de sentido de la acción humana. La vida es un aprendizaje, y hay que aprender a vivirla, parece sencilla y no lo es, a la vez es hablar de lo negativo y de lo positivo que tiene, lo dulce, parece ñoño, y lo amargo triste, hay esa distancia en todo, somos seres vivos, animales, naturales, hay esa esencia pero entiendo que se busca la humanidad, ser humanos, es aquí la importancia de las historias de vida en educación porque estamos al servicio de la infancia, y se proyecta en ellos.
Como animales que somos solo se captan como relevantes aquellas realidades que están relacionadas con la supervivencia, con la conservación de la especie y se posee una dotación instintiva predeterminada que señala el sentido que adaptará la conducta dentro de su ciclo funcional de la vivencia.
Las historias de vida nos llevan a comprender y a ver que como humanos se puede inhibir o no las acciones, reaccionar de una forma determinada, que a veces se calla lo que hay que decir y se dice lo que hay que callar, que se actúa con reserva o no según la situación, el momento, y que esto está relacionado con la convivencia y afecta a la persona, que no se entienden bien los castigos, las censuras, las opresiones ni los desahogos en la escuela porque no favorecen el entendimiento ni el conocimiento, mejor escribirlo, tener este diario emocional, expresarlo y así vaciar y sacarlo de la mente, que no obsesione ni moleste, ser testigos de las propias experiencias.
Ser humano tampoco implica ser persona, hay que llegar a ser, el ideal. Como humanos somos organismo vivo, seres vivos, animales racionales y para llegar a ser personas hay que superar la distancia de la situación de la que se parte que es imperfecta y reconocer en la que se está, mejorarla, alcanzar una especie de perfección y de autorrealización para un mejor futuro.
El ser humano es distinto al resto de seres vivos pero es un ser vivo, ser persona es un elemento de su esencia, de su humanidad, tampoco es lo mismo humanidad que animalidad.
Como humanos aprendemos a andar, a comer, a digerir, a pasear, a trabajar, a luchar por la vida pero no todo está bajo nuestro control, lo realizamos como seres vivos que somos, en cambio toda esta parte nos diferencia de los demás, de la naturaleza de cada uno, de la singularidad y peculiaridad. Somos distintos como seres vivos y como seres humanos, somos distintos unos de otros. Para llegar a ser personas tenemos que conocernos y afirmar como somos, es importante saber y conocer nuestra historia de vida nos dice el texto y así poder curar y sanar toda esta parte emocional, además de interesarnos con mas sentido y profundidad por nosotros mismos, por los demás y por todo el bien social, cultural, saber lo que es bueno y lo que significa esto, no todas las acciones son buenas para nuestra propia forma de ser, de comportarnos, de permitirnos decidir, de obrar libremente.
Una historia de vida es una historia personal, es una historia de educación, y cuando se trabaja es una historia de una profesión, es a la vez investigación cualitativa. Se realiza la propia catarsis, es como psicoanalizarse a la hora de contarla, de escribirla, se valora la propia vida y se sacan las propias conclusiones en cada dimensión.
Las historias de vida abren la posibilidad de ser, de pensar el propio hacer, mejorar el trabajo, permitir que la experiencia sea conocimiento personal, profesional, social, cultural y lleva a analizar, a cambiar de actitud, a construirse, y a usar la teoría y la práctica como documento de investigación, aprender técnicas, además de poder ir construyendo los periodos, los hechos temporales. Lleva a aprender a quererse a uno mismo, a querer a los demás, a amar la profesión, la vida en general, a vivir de otra forma. Es a la vez una investigación rigurosa que implica elección, reconocimiento, valoración.
El ser persona y la comprensión de lo que significa solo es posible si se es contado, narrado, así la historia de la comunidad, del pais. Obliga a la búsqueda de la verdad, y a que haya consenso, a participar, a debatir, a que haya forum, si no se escribe, no se narra, no se cuenta, no se sabe, no se conoce, es todo callado, es silencio, no existe la verdad, no hay gente que participe, que dialogue, que intervenga, no puede haber consenso, es una farsa y la verdad no puede mejorarse.
Las historias de vida son una resistencia en la vida, en la escuela, es una alternativa a la formación y al trabajo, a ver la teoría y la práctica, es a través de la misma, de la biografia personal, profesional, social, cultural como se llega a ser, a interpretar, a dar importancia y a reconocer la experiencia individual y colectiva, la experiencia social, lo experimentado y vivido.
En el siglo pasado, en la década de los 80, terminé la carrera de magisterio y comencé a ejercerla, y me encontré con esta situación, estos condicionantes en el trabajo, esta perspectiva, el texto verifica este hecho también, es el tiempo en el cual hay esa inquietud, aparecen libros con títulos como "El malestar docente, profesores en conflicto" de Esteve, "El mundo interior de los enseñantes, el enseñante es una persona" de Ada Abraham, "La micropolítica en la escuela" de Stephen Ball, "las palabras y las cosas, vigilar y castigar"de Foucault, libros que pertenecen a esa época, a ese periodo, muchos de los docentes los hemos leído, trabajado, por observar la existencia de problemas en la escuela y que afectaba a todo, estaban en relación con la época que se vivia de transición en el pais y afectaba en lo referente a la educación, a la pedagogía, y su didáctica, a todo lo emocional e intelectual, no se nos pedia ser de un partido ni de otro, contemplar unas variables si y otras no, se nos pedía un esfuerzo mayor, más intelectual, tenerlas en cuenta todas y llegar a todos, no se nos pedia solo enseñar, dar nuestra especialidad sino atender las nuevas demandas del pais que afectaban a la escuela. Muchos docentes sentimos esta preocupación y esa necesidad de contemplarlo para hace bien nuestro trabajo, sentirnos bien. En esa época estudié pedagogia para implicarme más y mejor y utilicé estos libros ya en el proyecto de investigación de fin de carrera y posteriormente en la tesis, ya se demandaba a la sociedad este tipo de educación, tener en cuenta la inteligencia emocional, ya existía este avance y se nos pedía saber verlo y trabajar en este contexto, así como en todos los avances tecnológicos. Existia esta preocupación, y emergia la formación, los cursos, los CPR, se trabajaban muy distintos métodos, utilizar diferentes técnicas y tener en cuenta los métodos autobiográficos, las historias de vida, los estudios de casos para poder entender no solo al docente y su mundo interior y exterior sino a la escuela y a la sociedad, entender la civilización, la ciudadanía e intentar con ello mejorar todo esto, no solo su mundo sino el mundo en general, era ya esa necesidad no solo de algo individual sino de un colectivo y algo social y cultural.
Trabajar en esta línea significaba conocer y conocerse, trabajar de otra forma, implicaba a la vez evolucionar, rescatar la innovación, la creatividad, mejorar en todo y a la vez liberar y liberarse de daños, de sufrimientos, de vulnerabilidades, de tensiones, de pasiones y deseos que quizás no son nuestros, no son reales, era hacerse más fuertes, mas reflexivos, mas conscientes de si mismos, apoyar el conocimiento personal, profesional, social y cultural, el del otro, asociarlo todo a nuevas y mejores relaciones, a continuar y evolucionar.
El titulo del libro que expongo supone un reconocimiento a tanto trabajo hecho, que constata que las historias de vida llevan a fortalecerse y fortalecer las organizaciones, las vidas, las personas y que otros continuan en la misma línea, está realizado por un grupo de profesores que desarrollan el proceso de investigación en acción, de estudiar lo que experimentan y lo cuentan porque quieren mejorar, emanciparse, liberarse de algo que no es suyo y que quizás arrastran como tal. Se inspiran en su trabajo, en su vida y lo llevan adelante analizándolo, interpretándolo para sentirse bien, y poder participar de una forma sana, honesta, sincera, transparente y dirigida al presente y al futuro.
Ricoeur, nos habla de esto también de la identidad, de la identidad profesional y del otro, como se desarrolla el propio proyecto y el proyecto con los otros y en el trabajo, tener conciencia de todo esto, de las prácticas y de las relaciones, y que solo se hace a través del estudio, de la teoría, y de las reflexiones, de la práctica, solo así es una actitud profesional y es construir un proyecto, un proyecto de vida. Se puede salir así de barreras, de limitaciones y avanzar, continuar, entender los malestares y las actitudes y poder hacerles frente. Significa vivir una vida auténtica y plena, además de forjarse fuerte y tener un buen proyecto con otros, con los que te rodean, y ser fiel y leal a uno mismo, "Ser persona y relacionarse", "Aprender a convivir", el título del libro de Manuel Segura y que bonito esto porque es vivir y convivir como tiene que hacerse, tener en cuenta la ética, el pensamiento, todo lo significativo, es a la vez ejercer el sentido de la responsabilidad, y de pensar la acción humana.
Al escribir y contar la historia de vida hace que otros escriban y cuenten la suya, establezcan esta asociación, a la vez realicen este proceso de investigación para llegar a ser lo que se es, a la vez para tener un compromiso pedagógico grande.
A veces pensamos en los demás solamente, ¿quién quiere conocer tu vida? o ¿porqué vas a dar a conocer tu vida?, en cambio hay que pensar en uno mismo y decirse que merece ser conocida, ser escrita, contada, por respeto al ser, al individuo, al alumnado y sus familias, a la comunidad y a la sociedad, para ir conociendo como nos enfrentamos a las propias preocupaciones, a los propios problemas, como les damos solución, permite –a ellos, a mí y a los que nos lean-, re-construir procesos, recontextualizar situaciones presentes, comprender modos de ser y actuar con los demás y con uno mismo, en una palabra; traer el pasado al presente y buscar en el presente y en el futuro las raíces del pasado –desde lo vivido, imaginado, lo reinventado-, como forma de comprensión. A la vez permite vivir el presente con profundidad, con motivación, se construye la memoria, la verdad elaborada, trabajada, hace que se vaya interpretando la vida, construyéndola mejor, tomando decisiones propias, elaboradas, convincentes, participativas, dialogadas y así ir haciendo y siguiendo el camino con ilusión además de permitirnos llegar al futuro de una forma más sana y saludable, siendo la mejor versión de uno mismo, es todo muy significativo. Al tenerlo escrito, se deja en papel, siendo todo un bagaje de trabajo, pensamientos, ideas, planteamientos, proyectos a seguir que permiten continuar el proceso de aprendizaje, educativo, investigativo, es construirse y construir, dar oportunidad a mejorar y a mejoras, a notables cambios sociales en conocimientos, valores, lleva a demandas, a oportunidades, a tomar conciencia, entenderse y entender al otro, es todo muy enriquecedor, se hace una totalidad muy coherente.
Para finalizar os dejo un texto como reflexión final que comenta y que constato que es real "que hay un problema en la escuela y en la universidad española actual y es que nadie acompaña al profesorado en las presiones que se derivan de los cambios; nadie le escucha y le acoge; nadie está ahí cuando necesita compartir su frustración y aspiraciones; nadie parece haber descubierto que es importante facilitar el trabajo y las obligaciones y, sobre todo, contribuir a crear comunidad", añadiría que a esto se suma que hay algo que no se entiende al crear comunidad, que se activan reacciones extrañas por eso hay que hablar y escribir, ser capaz de identificarlas, dentro de la misma red profesional tiene que existir este apoyo. Que comprender no significa estar de acuerdo, pero si ser capaz de una vez identificadas tenerlas en cuenta y será momento de analizarlas conjuntamente y extraer significados personales y colectivos de las experiencias de vivir, convivir y sobrevivir en este tipo de contextos.
Por último comentar que las historias de vida nos sitúan en un enfoque comprometido con el medio y la comunidad, en la búsqueda de un modelo cultural y social diferente. El hecho de crear historias de vida o relatos desde la voz de los protagonistas, hace que el cambio de perspectiva no se imponga de manera piramidal y desde sólo un punto de vista tradicional de entender el poder. Podríamos denominarlo como un proceso de emancipación del conocimiento social (Freire, 1984, 1988), donde la interpretación juega un papel importante a la hora de construir lo que entendemos por realidad social. Es decir, los sujetos en la aplicación de esta concepción a la cotidianidad investigadora, son los que generan los saberes y los conocimientos necesarios para poder comprender, discutir y configurar las realidades. Si damos por sentado que las personas de contextos marginados no tienen en sí mismas conocimiento que aportar en la construcción científico, estamos estigmatizando y perpetuando la desigualdad social y al mismo tiempo, nos situamos en una visión miope y etnocentrista de la investigación social.
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