viernes, 14 de diciembre de 2018

Cuentos de navidad


Hoy os dejo la historia de un cuento muy apropiado para la navidad y en recuerdo a muchas mujeres que se fueron pero también en honor a otras personas que día a día se esfuerzan o se han esforzado por un mundo mejor y viene muy bien como conclusión a este tiempo de activismo de "Pinta un mundo de color naranja en honor de eliminar la violencia". 

Narra la historia de una mujer de una gran autodisciplina y que siempre ha admirado a todas las personas que tienen el control de sus vidas y que paso a paso van haciendo de su vida buenas experiencias proyectando un mundo mejor e intentando dar lo mejor de si mismas con gran entereza. Ella por una parte se veía segura de si misma pero a la vez cobarde, miedosa, ya cree haber nacido con esos miedos aunque con el pasar de los años intentó aminorar sus tensiones. En su vida exterior intentanba siempre llevar con buen carácter y comportamiento su realidad . Daba sus pasos intentando equilibrar razón y corazón pero era sencilla, humilde y su vida estaba repleta de ilusiones hasta que le llega la enfermedad de su hijo que todo le cambió de repente. Aquella vida alegre, serena se sintió frenada y tuvo que marcar de nuevo un ritmo dejando muchas cosas que a ella le parecían importantes pero que no eran comparables a nada como era la enfermedad de su hijo. Aquí comenzó una lucha distinta a la que estaba acostumbrada y trataba de ayudar con sus ideas, imaginación y sensibilidad a que todo fuese bien y a que su hijo sanara y que tuviese una vida buena. Ayudaba para que él continuara con la motivación de la vida, saliera hacia adelante y llevara su vida sin que los efectos del malestar le provocaran peligro. Todo para ella suponía un arma de doble filo porque aún así la vida continúa y toda la familia tiene que acostumbrarse a una nueva situación, llevarlo todo con alegría, con amor, sin poner nada en peligro y poder continuar su trabajo y su vida pero ya renunciando a muchos planes de futuro. Se intensifica la ayuda al hijo por parte de todos pero se pierden muchos privilegios de cuidado y atención para otros iniciándose un periodo de dolor y sufrimiento para todos.

Los médicos le dijeron que no hacía falta llevarlo a ningún sitio pues todo estaba conectado en el mundo así que estaba bien dejarlo en su ciudad y hacer los tratamientos adecuados con el hospital yendo periódicamente a casa. Es cierto que a veces fue campo de experimentación  y que se le sometío a muchos rigores pero tal como la ciencia afirmó y él mismo se sometió se hizo la curación. Comenzó a mejorar fisicamente, su cuerpo aunque ya no era el mismo se fue fortaleciendo. Su madre no se cansaba ni daba por vencida, estudiaba, leía siempre a su lado para poder confiar en que se estaba haciéndo lo mejor, que un buen equipo sabe lo que hace. A la vez imploraba al cielo y rezaba y pedía que se salvara. Pedía que tanto el cuerpo como el alma y la mente estuvieran en perfectas condiciones. Y ella se mantenía a su lado, callada, haciéndo lo que le mandaban, obediente y a la vez estudiaba y leía para que todo marchara como algo natural y sobretodo para no asustar a su hijo. Se dedicó la madre a un trabajo mucho más reservado y prudente dónde muchas veces observaba como se le había complicado la vida pero tenía que verlo como una vida buena, distinta y luchar por ella. A veces le parecía que sonaba una música especial, que había una luz especial que contrastaba con el silencio de la habitación dónde permanecía sentada atendiendo a su hijo y a la vez se iba aproximando la Navidad y quería pasarla en casa y sentirse feliz pero sobretodo que su hijo estuviese bien. Así que le pidió a su hijo que quería para navidad y el le dijo que nada, que ya lo tenía todo, la mejor familia del mundo, y que estaba rodeado de la mejor gente, que sentía que se iba a recuperar, que iba a salir de la enfermedad. Y fué antes de la Navidad cuándo le comunicaron que podía irse a casa, que no sabían muy bien si había sucedido un milagro pero que los análisis estaban bien y que se había recuperado perfectamente. Le quedarían unas pequeñas secuelas físicas pero que después de lo vivido era lo mínimo por lo que no tendrían que preocuparse. Sintió la madre que sus esperanzas se habian cumplido, que era la noticia más bonita que podían darle. Y se sintió con el mayor éxito del mundo porque luchó con muchos esfuerzos para que se divisase en su mundo el mejor de los paisajes, montañas y lagos y cambió su mentalidad y su panorama. Siempre pensó que lo más importante en la vida era la salud y que con ella el bienestar ya estaba. Y recordó lo que significa la navidad: "Una mujer sosteniendo en sus brazos a su hijo, sonando una gran música y con gozo oliendo el calor del hogar, una estrella alumbrando el camino y recibiendo presentes y regalos de todos aquellos a los que representaba. La gran navidad es el hijo que representa el amor, la ilusión, lo humano y todos juntos la familia la razón de ser y de existir, y de tener un gran bienestar y una gran felicidad. ¡Que bonita resulta la navidad así!.

Para finalizar os dejo unas estrofas de la canción de Laura Pausini que va muy bien con la historia que se titula "el valor de seguir adelante":

Vas a salir a la calle
Y comenzar desde cero

Y darte cuenta que nadie y que nada

Puede robarte el futuro

Es importante

Tú eres importante
Pero en ti debes creer
Cuando el mundo no lo haga ya
Deja siempre una marca
Y el amor la recuerda
Que igualmente todo queda
Aunque tú no te des cuenta
Estarán en tus ojos
Las respuestas que esperas
Hazte sentir
Hazte sentir (Hazte sentir)
Oh
Hazte sentir
A la espera de un milagro
Aunque llegue con retraso

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