viernes, 29 de agosto de 2014

Shirley Valentina “Ahora ye asturiana”


Shirley Valentina “Ahora ye asturiana” es la adaptación realizada por Nacho Artime y Saúl Fernández de la obra de Willy Russel Shirley Valentine.
Se trata de un monólogo cómico protagonizado por la actriz Patricia Pérez. Hemos visto a una mujer dando un discurso en voz alta de lo que es su vida. Como dice el refrán “Ella se lo guisa, ella se lo come” haciendo llegar a los espectadores un comunicado de cómo es su convivencia”. Nos trasmite sus pensamientos tal como salen de su conciencia de una forma muy natural, sencilla y clara. Nos revela su propia naturaleza hablando con la pared de su cocina mientras prepara la cena a su marido: “Huevos con patates y sin picadillo”.  Aunque la obra no ha sido en bable si se asocia a la identidad asturiana, al menos a la parte central de Asturias.
La escena arranca bebiendo una copa de vino blanco “de rueda” como matiza la artista mientras que nos va ofreciendo sus reflexiones sobre lo que es su vida. Nerviosa porque dio el picadillo a un perro y su marido se iba a enfadar o porque iba a entrar por la puerta y no tenía la cena terminada o porque había decidido irse quince días a Grecia con una amiga y no se atrevía a comentar su decisión nos va narrando sus opiniones desde su perspectiva emocional e intelectiva: 
·     “Si la cena nun está terminá nun pasa nada oh, nun ye que va acabase el mundo, ye que un ser humanu va a cenar un puquiñin más tarde. Na más" 
La obra  ha sido representada el día 28 de Agosto en la Casa de Cultura de Luanco. Ha resultado un acercamiento a esa mujer que Rosa Villacastín ya retrataba en su libro "Hay vida despues de los cincuenta" donde las mujeres alcanzaban la decadencia emocional, profesional, sentimental y física en sus vidas, donde los hijos se habian ido de casa y sintiéndose dependientes del marido se veían obligabas a enfrentarse a un mundo que no les gustaba: 

  • "No hacemos lo que queremos, hacemos lo que tenemos que hacer y decimos que queremos...como un peso que llevamos encima...de esa vida que llevamos a cuestas"
Se vió sorprendida por la invitación que le hace su amiga Lolina de irse quince días a Grecia ya que le tocó un viaje para dos personas. Su sorpresa fue mayúscula y lo ve como una salida a esos momentos de su vida. Y se va sin decirle nada a su marido. Eso sí le deja la comida preparada para los quince días en el congelador. Podemos pensar en una lectura de género, en lo que condiciona a la mujer para salir de unas circunstancias que le son adversas e ingratas y a costa de que o mejor dicho el precio que paga por ello. Ella se sentía ninguneada así que accede y se va:

  • "Que pasó con la felicidad, con la risa...si oh, si oh...quierote...tien gracia pero casi no me habla".
Vemos que ese malestar de sentirse menospreciada ya existía desde cuando estudiaba:

  •  "Si oh...con les monjes y aún levantando la mano porque sabía la pregunta, si oh...sabialo...pero siempre contestaba María Felgueroso...como tien to sobresalientes..si oh... ya daben por seguro que yo no lo sabía.. ignorabenme...si oh". 
Resulta revelador el final que nos hace llegar pues si bien en el viaje conoció un poco más sobre el sexo y el amor nos relata que ella en realidad tuvo un encuentro al salir de las condiciones y de la situación que la rodeaban en esos momentos pero consigo misma y en sí era lo que estaba buscando:
  • "Si oh...tuve un romance...pero tuve un romance conmigo misma y gusteme...gusteme oh...y enamoreme de la vida"
    Un final que desvela a la mujer casada y madre que ha vivido durante muchos años atenta a las necesidades de los demás, al amor de los suyos, a ser altruista quizás entendiendo mal este concepto y una vez que nota que no es indispensable busca una salida y comienza a asumir la responsabilidad de su propia felicidad alcanzando su propio estado de salud.



2 comentarios:

Laura Antolín dijo...

En Asturias el matriarcado siempre tuvo su peso, pero desde la industrialización de la región es el marido el que llevaba el sueldo a casa, "el home". Entonces cambiaron los papeles. Ahora, desmantelada la industria y la minería (casi en su totalidad), los roles del poder andan confundidos. La mujer sigue "mandando" aunque solo en casa, y eso no tiene relevancia porque los hombres paran poco por casa, de sidrería en sidrería... Seguro que fue un monólogo bien interesante. Un abrazo.

Maite dijo...

Gracias Laura por tu comentario. El monólogo me gustó mucho y me aportó frescura y sinceridad pues trataba una problemática bastante real. Respecto del matriarcado en Asturías probablemente continúe siendo un tema en discusión. Yo aún no hace mucho he podido comprobar la existencia de ese derecho matrilineal en algunas familias aunque también se del patrilineal.
Un abrazo.