sábado, 19 de octubre de 2024

La cabeza a componer


"La cabeza a componer" es un cuento de la escritora y periodista Emilia Pardo Bazán. Me gusta mucho escribir sobre la autora.  Ya lo hice en este blog en los meses de septiembre y octubre de 2018. Su obra está llena de verdades y de realismo. Fue una mujer de otra época, nació un 16 de Septiembre de 1891, el mismo día que se fue mi madre, creció entre mentes progresistas, aportó mucho a la educación, sabía contarnos verdades, tenía grandes condicionantes de vida, mucha riqueza individual, social, intelectual y espiritual. Incluyó lo gótico, lo misterioso, lo oscuro y lo profundo en sus trabajos, lo que por una parte nos da y nos produce miedo, lo que no queremos enfrentar y que por otra parece que está ahí guardado, que solo es nuestro y que hay que sacarlo, es todo muy emocional, cuando nos vemos afectados ante una desilusión, un miedo, aflora lo que estaba oculto a modo de trauma intergeneracional, de vivencias y experiencias que se han vivido y que no nos han gustado, se han guardado para sí y hay aquí un encuentro con una misma y que es causa de quejas, de disgustos, enfados, de malas reacciones, que parecen tóxicas e inevitables, y en cambio nos hacen evolucionar. Al sacarlo se puede reaccionar de forma distinta siendo la educación clave para tomar las mejores decisiones, para conocer la verdad, para tener esa pasión por vivir y hacerlo bien, promocionar la vida sana.  

La obra de Emilia Pardo Bazán nos da muchas pistas sobre el conocimiento y lo vital, hay en ella esa confusión que existe en la realidad y que hace que se acceda a aspectos desconocidos, a incertidumbres e incógnitas guardadas. Analiza la sociedad de una forma real, desde lo cotidiano, las vivencias del día a día, quizás desde lo que hay en ella de negativo. Nos hace ver que el pensamiento crítico es fundamental y el aprendizaje por descubrimiento, pero a la vez es importante ver la belleza y la hermosura del paisaje, la pedagogía de los cuentos, esa ilusión y optimismo que siempre nos dejan una moraleja, ver otras vidas, otras formas de pensar y de hacer, explorar otras posibilidades, el sentido de la masa, de la globalidad, las formas de desenvolverse en la sociedad, de fusionarse en la sociedad, y la aparición de los estilos nuevos, la apariencia vinculada a la aceptación, disfrutar de lo diferente, de lo nuevo, y la de los cuentos y las moralejas, las ilusiones, las de aceptar la vida, la responsabilidad, la cultura de los valores.

En la cabeza a componer el protagonista se siente atrapado en su propia cabeza, tiene sus sueños, pero no los puede cumplir, tiene una vida que no le hace feliz, se siente insatisfecho, se somete a emociones y a recuerdos del pasado que son un dolor y a un futuro incierto, y esto le hervía la sangre, el pasado y el futuro, y a la vez se veía sometido a investigar la verdad, a solucionar esto y tener que ver el origen de todo, daba vueltas al conocimiento y a otras muchas cuestiones, y se hacía preguntas acerca de la libertad, de la conciencia, de lo que significaba querer, de la voluntad, de la metafísica, y quería profundizar sobre cuestiones importantes y eso le hacia entrar en conflicto no con otros, sino consigo mismo. 

El título "La cabeza a componer" hace referencia a colocar cada pieza en su sitio, a tener ordenado todo bien, a poner cada pieza del puzle en su lugar.  También se traduce como "la cabeza a reparar" que en sí no significa lo mismo. Reparar es corregir, arreglar algo. En realidad componer es construir, innovar, crear, hacer algo por primera vez y reparar es volver a poner en buen estado algo que estaba mal, ver los errores, las roturas y rehacer esto, reconstruir, ponerlo bien de nuevo, y si se puede como estaba, dejarlo bien y no es tan fácil y no creo que sea solo por la forma de ser y los rasgos de personalidad sino que están las vivencias, las experiencias, aunque se quiera olvidar están ahí las iras contenidas y se necesita buscar de nuevo esa chispa, esa ilusión,  que no son ganas, cada uno tiene sus deseos, su pasión de vivir y ya no es lo que se esperaba ni lo que se quería o al menos como se quería hacer.

Al hombre la cabeza le daba pensamientos, cavilaciones y sensaciones que no le gustaban. En cambio era como tener en el cerebro un jardín que hay que cuidar y mimar. Cobra protagonismo aquí la cabeza, el cerebro, y lo que parecen todos los automatismos domesticados y que uno hace, los referentes, los aprendidos y realmente uno mismo tiene que desaprender, reconstruir, a veces consiste en reparar, la manera de hacer, de decir, de entender, la conciencia que existe en cada uno y lo que se pretende, ver que cada uno quiere tener en su cabeza un paraíso y poder cubrir todas las necesidades, y tenerlo todo bien, tanto el mundo intimo, el interno como el externo, la intención de darle el sentido a la vida, la pureza de las emociones, disfrutar de una equilibrada armonía, de la diversión sana. En realidad la vida es de una forma, la sociedad tiene sus exigencias y nosotros las nuestras, cada uno las suyas, y se vive según las necesidades, lo que se necesita para la vida, para crecer, avanzar, y se ganan cosas durante estos procesos de dar vueltas al pensamiento, ordenar la cabeza, a la vez lleva mucho tiempo.

Emilia Pardo Bazán, daba esa vuelta constante al pasado, y a ese gusto por todo lo sobrenatural, por ese autodescubrimiento constante. La importancia de las ideas de las épocas, de los contextos, y de los tiempos.  Nos quiere mostrar lo negativo, en educación hay que tenerlo en cuenta todo, la parte cerebral, cognitiva, y a vez hay que trabajar lo positivo, la fantasía, lo emocional, crear ese control de poder llevar la vida, el si mismo, las preocupaciones del mundo que te rodea, los claroscuros, los sentimientos alegres y tristes, a la vez contemplar todo el paisaje y su belleza, toda esa parte de la magia del corazón. 

La vida es esto, contemplar ambas partes y querer vivirlas, e intentar entresacar lo bueno y lo malo y ver que en la realidad hay que tener en cuenta el despertar individual con las inteligencias múltiples, ese pensamiento donde se contempla la existencia, se reconoce la diversidad, y nos muestra esa destreza para entender otros planos espaciales, dimensionales y del tiempo y que para hablar del presente hay que reconocer el pasado y reflexionar sobre la relación entre las personas, las necesidades, los intereses de cada uno y ajenos.

Sin duda, hay en esta reflexión, esa estructura contradictoria que a la vez forman un triángulo, cada una con su perspectiva particular y luego la experiencia, la sensación de dar vueltas a la cabeza. Sabemos ya donde está el problema. Entre lo real, lo imaginario, las conexiones, lo ideal, en la cabeza  hay de todo un poco, según la cultura, el entorno, la familia, el lugar, se puede ver que muchas cosas son incertidumbres, son suposiciones, conexiones que se hacen, son preocupaciones de relaciones entre todo, personas, vidas, procesos, lugares, formas, no dejan de ser actividades reales e imaginarias. 

Hay que cuestionarse la vida en común, tender puentes y hacerlo entre personas y mundos tan distintos es diciendo que los problemas tienen solución como en las matemáticas. Al contemplar el todo y las partes e interaccionar ves las censuras, esto se puede, esto no se puede, mas que permitir son prohibiciones a la hora de fusionar, puede ser una estrategia el decir que no lo haces bien, y esto ya es un problema para los encuentros, para la convivencia, decir que eso no se puede hacer, o no se hace. En cambio, lo normal sería no censurar sino replantearlo, ver puntos de vista, de donde se parte, las miradas también entrarían aquí, la forma de mirar, porque es interpretable en la interacción.

Hace poco leí un libro de Claudi Alsina sobre esto, sobre las matemáticas, tiene mucho que ver con la cabeza a componer. Nos habla de la debilidad de nuestra razón, de los errores que se cometen y que es normal, lo hace gente reconocida, científicos famosos pero nos dice que los errores afectan como el virus. Es así, todos hemos vivido situaciones así, yo recuerdo haberme equivocado en un número, y salió hasta en prensa y me ha afectado, me he sentido muy mal, como con virus, nos lleva a la idea que también hay que aprender de estos errores, que nos sentimos muy mal, nos auto exigimos mucho y no nos perdonamos esto, no nos parece aquí nuestro espíritu de finura sino que nos delata, nos parece falso, geométrico. Que hace y dice lo que no tiene que hacer ni decir, además no pasa inadvertido, y para encima cae por su propio peso, nos delata, nos hace sentir mal e inferiores, débiles. Me gusta mucho esto pues al plasmarlo aquí, al hacer esta reflexión entiendo que sucede a todo el mundo porque Claudi Alsina planteaba el mismo error del número, la misma idea y él tiene una amplía labor investigativa de matemáticas, de innovación educativa y de divulgación.

Las matemáticas pueden ser como el pensamiento que parece que son fáciles, simples y a la vez ves lo difícil, lo complejo. Es un libro que esta muy bien y me vino muy bien, ves lo difícil de enseñar y de aprender, los errores en la enseñanza-aprendizaje y te da esa esperanza de la cabeza a componer, de desarrollar habilidades, técnicas para no volver a repetir los errores. Por eso hay quién considera que al conjunto de los errores se le debe de llamar experiencia. 

La historia está así, llena de errores, porque es muy común y fácil cuando se quiere hacer ver y sobresalir a otros, y esto a veces surge sin más, y lo peor es que te estas dando cuenta al momento, ves el error reflejado sin más, y la actuación, y te puede parecer todo un disparate. Y a la vez esto puede llevar a errores mayores y en conceptos abstractos como cuantificar momentos, esos instantes y días afectan a las emociones, a los sentimientos, causan angustia y tristeza, sofocan.

El error, lo que está mal, lo que no se hace bien y lo diverso, lo que no gusta ni agrada y que no son solo los números sino tonos de voz, estornudos, sonarse la nariz, las actuaciones, lo que afecta a la convivencia, y eso es complicado olvidarlo y el tiempo, el tiempo perdido, resulta que era oro, el tiempo es oro, era como vivir el sueño, la ilusión, lo que se quería hacer y hacerlo bien, era producir lo soñado y solo dependía del tiempo y no era fantasear acerca del futuro, era vivir un sueño, soñar con la gloria científica como nos diría Einstein en "el espacio es cuestión de tiempo" y que se viera convertido en realidad, en una referencia moral, acerca del pacifismo, la convivencia, la solidaridad, y que engrosara frases como las de Soul "que naces para algo y quizás no seas tú quien elijas por ti mismo sino que quedas atrapado y van otros eligiendo por ti" y podían muy bien ahorrarse su conciencia cívica y es que la ciencia es así. Y cuando quieren mantener al margen pues la lucha política y la investigación científica exigen métodos, naturaleza que va todo a la par, porque se trata de pronunciarse además de con responsabilidad con sinceridad y honestidad. Que como científicos no se cree en las casualidades, en las coincidencias sino que se comprueba, y mientras tanto el tiempo va pasando y luego todo es cuestión de tiempo. Jorge Wagensberg,  con que solo es cuestión de tiempo, nos hace saber que el tiempo siempre acaba pasando, el pasado se nutre del futuro, pero para nutrir el futuro hay que ser muy inteligente, que predecir el pasado es pensar que siempre se tiene razón. Y que hay este dilema, de aprovechar o no el tiempo, si queremos y podemos perderlo, matar el tiempo como límite de vida, entretenernos, lo que supone para muchos perder el tiempo. 

Hasta hace poco, y según para quién, leer, estudiar, la música, el ejercicio, cantar y bailar,  para algunos era una pérdida de tiempo, no era algo real, no se tenía tiempo para estudiar, realizar deberes, no se podía perder el tiempo, tampoco se tenía tiempo para escuchar el trino de los pájaros, sería una locura a no ser que te dedicaras a contemplar la vida, o la naturaleza, a escuchar esto.  Realizar las tareas diarias y a la vez estudiar era un esfuerzo sostenido, como un trabajo muy extra. Y en cambio ese esfuerzo es reconocido al menos por uno mismo porque el conocimiento se realiza a base de estudio, de procesos cognitivos, de razonamiento. 

En la cabeza a componer, el pensamiento considerado como perder el tiempo, como estar alejado de la realidad, perder el tiempo pensando, no es productivo, reflexionar cada uno sobre la propia condición de espacio y tiempo, lo que sobreexcita, la intensidad de lo sobre estimulado y que parece enfermedad. En "La cabeza a componer" dice Nadie me negará que en casos semejantes urge ponerse en cura. Así lo decidió mi héroe, y se propuso consultar a todos los médicos de fama, hasta que alguno acertase a devolverle la tranquilidad y la salud... El primer doctor... comprobó que todo el cerebro se encontraba en un estado de sobreexcitación y actividad febril, y que en eso consistía el padecimiento. La cabeza vivía con exceso, funcionaba de sobra, y en este caso le aplicó medicamentos, y a él le daban soñolencia, y aunque le hizo bien no le gustaba ese método. El segundo doctor...le quitó la fantasía, los fuegos artificiales de la imaginación, la ilusión de la imaginación y esto era como estar en soledad y triste por lo cual fue a un tercero que dijo que no había que eliminar la fantasía que solo estorbaba la razón así que tampoco le hizo ningún bien y visitó a un cuarto que comentó que de nada servía eliminar la imaginación y la razón, sino que la causa de los males era la memoria. En realidad los recuerdos, los malos y los buenos recuerdos están ahí almacenados, los buenos para disfrutar y los malos son los que bloqueas, lo que no gusta ni quieres, estorban, son los que perturban, al desaparecer no le volvió a doler la cabeza, aunque no tenía esa memoria y le pusieron de mote idiota era feliz.

Se plantea esa cuestión que se intenta solucionar porque es muy positivo olvidar, perdonar pero esa experiencia es una vivencia, ha existido, es algo real, no imaginado, es parte de la historia y el pensamiento es una actividad que realiza el intelecto y se intenta entender para organizar los conocimientos que pretenden interpretar el mundo, entender lo que en la vida cotidiana se acepta como verdad. 

En realidad el protagonista de la cabeza a componer no quería pensar, tener esa vida mental, y por eso tomó esa decisión. Me lleva a las altas cabezas pensantes, al libro de "pensamientos" a las grandes cualidades de los sabios, a un profesor que era pensador y a recuerdos de gente que desmerece los pensamientos, cuando se da vueltas a la cabeza, el no ver valor en esto, en cambio es de genios, de científicos, así que quería curarse de algo natural, como el que no quiere estudiar, no quiere pensar porque lo ve un sufrimiento, muy difícil, un sacrificio, muy complicado y lleva mucho tiempo, y pensar que hay gente que lo ve como una pérdida de tiempo, porque realmente escribir, pensar, plasmar ideas lleva mucho tiempo, y es gestión y organización.

Para finalizar comentar que me gustó mucho repasar estas ideas sobre todo a mí que me gusta mucho hacer asociaciones, conexiones, pensar, estudiar y hay tantas tareas siempre que hacer.  Pensar en todo esto, pensar en lo que cree que es finura y el error, lo que se une a la ficción como parece ser la belleza, y puede ser real contemplar el paisaje, cumplir sueños, ilusiones, lo que hace estar feliz y alegre y que se puede conseguir a base de mucho trabajo y sacrificio, al error como es la razón y lo abstracto, la incertidumbre que son sentimientos  que se sienten y se viven también y lo que se piensa que es finura, de sutileza, curativo, de salud, de intuición, fuerza y rectitud, todo es angosto por eso vivir así sin pensar, ni hacer o al menos de vez en cuando parar, vaguear, estar así tendido al sol puede ser la mejor medicina. Ahora bien, la ciencia nos dice que hay que conocerse a sí mismo porque hay que solucionar la propia vida, y saber ganarse la vida, además de encontrarse con uno mismo y con la verdad, tener paciencia, saber jugar, encontrar sentido a la vida y armonizar.

Hay muchos libros en este sentido muy interesantes sobre lo valioso del pensamiento, que hay muchos interrogantes en la vida, en las personas, en las mentes, ese entramado, esa relación profunda que parte de la organización conceptual de cada uno, parece una trampa entre lo individual y lo social, que es complicado y hay que pensar y que en una misma está que sea sencillo o complejo, resolver el enigma, y puedes hacerlo o no, depende de las ganas y del tiempo que tengas y a veces también de lo que aporta porque conlleva trabajo y esfuerzo, sacrificio, análisis, cavilar ya que ves incidencias, propósitos y se pueden quitar las ganas, la ilusión, y tener que empezar de nuevo, motivarte. Ves que vas alcanzando tus metas, que tienes ese saber, esa verdad, esa progresión que transforma lo existente y que lo abarca todo, lo personal, lo profesional, lo social, educativo y cultural, va todo a la vez.


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