"En agosto nos vemos" es una novela póstuma de Gabriel García Márquez. Viene muy bien después del escrito anterior de los tres genios de historias olvidadas aunque es muy diferente porque primero es ficción, es novela y segundo que el autor Gabriel García Márquez fue una persona muy reconocida, fue premio Novel de literatura, supo mezclar muy bien sueños y realidad y reflejar lo cotidiano. Los sueños se construyen más fácil desde la literatura, desde el psicoanálisis y la pedagogía que desde la propia realidad.
"En agosto nos vemos" se escribió después de la muerte de Gabriel García Márquez. El libro estaba guardado en los archivos de la Universidad de Texas y fue preparado por Cristóbal Pera, editor de los dos últimos libros de García Márquez, fue examinado por la familia del autor. Su presentación tuvo lugar en el Instituto Cervantes de Madrid y fue realizada por sus hijos Rodrigo y Gonzalo García que compartieron sentimientos y explicaron como fue el proceso tanto creativo del libro como de la evolución de su padre y de su profundo conocimiento humano.
Se puede pensar que es una novela incompleta, que el escritor podía haber querido tirar ya que aquellos libros que no editaba los destruía en cambio no se hizo. "En agosto nos vemos" fue escrita durante su enfermedad y por eso decidieron publicarla porque en ella estaban impregnadas las inquietudes de este tiempo y las propias del autor. Salió a la luz el 6 de Marzo, cuando García Márquez cumplía 97 años siendo una forma de homenaje por parte de la familia, especialmente de los hijos a su padre, una forma de celebrar su cumpleaños.
Destruir, tirar libros es como la técnica de usar y tirar, pero entiendo que es algo que no tenía que hacerse, no es algo material, es creación, son ideas del momento que igual hay que considerar y es una pena porque solo con el pasar de los años se ve ese significado, lo que quería decirnos el autor, se hacen esas conexiones y asociaciones y es cuando se pueden descubrir los enigmas, solo décadas más tarde.
La protagonista es una mujer y en el libro aborda el deseo y el enigma y lo que suponen esos misterios en la vida de cada uno y en lo que elige cada uno ser y hacer. Que es una elección y que la lleva a tomar decisiones. Tiene esa libertad, es ella la que tiene que hacerse decía el escrito anterior, es ella la que tiene ese deseo de ser feliz, de verse bien, de sentirse y de tener bienestar y si se ve condicionada tiene que aprender a gestionar esto.
La protagonista había elegido su camino y no quería sentirse victima, quería tener ese control de sí misma, y sentirse libre y bien e ir resolviendo los enigmas de las acciones humanas y ver que estas tienen consecuencias. Se sentía libre una vez al año, durante el mes de Agosto y hacía ese canto a su vida, era su elección, quería amar, tener placeres, sentir.
Entiendo esto, que todo lo que hacemos es una elección y es como si el mundo exterior quedase en suspense y en cambio es el real, ese suspense hace que vivas mas intensamente todo el interior, lo profundo, que tengas muy en cuenta todos los pensamientos, los sentimientos, y que sientas y en ese sentir que analices a la vez esa vida que tienes en suspense con lo que buscas, lo que quieres y plantearte vivirla como quieres, y vas aprendiendo a sentir y a saber lo que quieres de una forma sana y con salud y bienestar, es un aprender a vivir sin desesperación ni frustración.
En el centro del texto está la mujer, su vida, el amor, y el deseo y lo que ella hace con todo esto. La novela habla de estas decisiones. La madre quería que fuese monja, el voto de castidad y ella se casó, quería formar una familia, tener hijos, la continuidad de la vida, de la raza humana. Existe ese conflicto espiritual entre padres e hijos, entre las generaciones, y es que el mundo va cambiando. La decisión de ser monja, misionera, de vivir solo una vida interna, es cada vez menor y cada vez se casan menos las personas, es algo que eligen si convivir solas, tener pareja, con amigos, o formar una familia. Los defensores de la ley y de la fe pueden ver según la decisión que se tome un error, un problema, dudas de la persona, ya de no confiar, de falta de confianza, o al revés un acierto y confiar por estar en consonancia con las ideas que ellos proclaman, y ver empatía, un alma racional, digno de consideración, humano y sensible. El problema de la castidad, de las virtudes, de las emociones, lo que reivindica una forma de vida, y que según se tenga o no se da mérito a la persona, confianza, hilos digamos que se la permite soñar y vivir con hilos, de otra forma.
En la novela la madre quería que su hija fuera monja pero ella dice a la madre que ser monja va a desaparecer. El ejemplo de las monjas que deciden romper con el Vaticano por la compra del convento, se las pide que abandonen el monasterio, son excolmugadas, se las califica de rebeldes, mujeres rebeldes.
Es como volver a la edad media, que realmente es la que alimenta el bagaje cultural de la sociedad, de ahí comenzó la cultura, el mundo rural, el de las iglesias y el de los monasterios, donde la naturaleza forma parte de la vida cotidiana, donde ya convivía la visión romántica con todo lo bárbaro, esa distancia que daña, que no lo ves normal. Lo romántico tiene que ver con el amor, mientras que lo bárbaro con el retraso, con toda la barbarie. Lo medieval ya fue vivido, había muchas cosas positivas pero no es actualidad.
Habla un poco de esto la novela y de los mitos, sobre todo el sexual. El deseo sexual, esa imagen oscurantista de hombres, donde los nobles ya en esa época querían que sus mujeres llevaran su propio cinturón de castidad, fuesen como las monjas mientras ellos se divertían con otras y así se alimentaba el inconsciente en esa época. Surge la antítesis, la mujer y el deseo. Lo que tiene que ver con las emociones y el sentir. La mujer se permitía esto una vez al año, se permitía vivir motivada y feliz. Se consentía esto que me lleva a otro libro y que se titula así "el sentido de consentir", de Clara Serra, licenciada en filosofía, profesora de instituto y colaboradora de universidad, impartió cursos, seminarios, conferencias, y fue responsable del área de igualdad, consejera ciudadana y presidenta de la comisión de la mujer y de la comisión de igualdad y de sanidad, dio salto a la política pero se salió y es escritora especializada en el feminismo.
El feminismo fue para ella muy importante tanto a nivel político como teórico y práctico, a nivel personal, como mujer activa. Aborda cuestiones filosóficas sobre todo contemporáneas y en relación con la libertad. Sabemos que la filosofía trata de encontrar respuestas globales, explicaciones del mundo pero no es ciencia. El filósofo como el literato encuentra su propio sistema, elabora sus relaciones, sus experiencias, sus conclusiones y muchas veces lo hace desde la acción. Son recorridos, se puede tener razón, es una cuestión de punto de vista pero no es ciencia. Es una información que llega a través de sentidos, de emociones pero para ser ciencia las respuestas tienen que ser demostradas, probar la veracidad, y ver que es un hallazgo. Y así se incorpora a lo educativo, a la enseñanza-aprendizaje.
La sociedad exige al científico certeza absoluta y el científico asimismo también, antes de divulgar quiere valorar, analizar, estar seguro, se exige esta certidumbre, asimilar la propia teoría y solucionar la cuestión.
La autora nos lleva al significado de "consentir", que puede ser una respuesta a muchas preguntas y en el libro de Gabriel García Márquez a examinar esto de una forma filosófica y desde la literatura. Nos dice que "consentir" parece ser una receta mágica para muchos problemas. A mucha gente no le da más que la humillen, la rebajen, lo consienten y con esa naturalidad misma que consienten delimitan. Nos dice la ONU acerca de esto que no hay límites confusos, borrosos, que consentir permite delimitar, es una herramienta para delimitar, para deshacer malentendidos, que va unido al contrato. Y si se reflexiona sobre el contrato y el derecho y volvemos al pasado, a la historia, a la edad media, el contrato, el derecho era de los nobles, del señor feudal, del caballero. Desde esos tiempos hasta aquí el "consentir" puede resultar fácil de entender y de interpretar, de saber porque se hace, la mujer estaba sometida al mandato del hombre y a aceptar las desigualdades de abuso de poder, y a consentir para vivir, a la vez a reivindicar la libertad, la emancipación. El mayor deseo al que se aspira es a tener esa autonomía, esa libertad que se une a salud, vida, a ser feliz, y eso está fuera del derecho de otros. Es una misma la que tiene que tener esa libertad, si se "consiente" puede no tenerse.
En el "consentir" hay sombras, mentiras, trampas, renuncias y a veces dolor, sufrimiento porque no es el deseo, "consentir" no es libertad. Si puede ser elección, decisión pero también obligación, pueden darse en ese "consentir" privilegios, también abusos, aprovechamientos, también se puede rehusar a situaciones cómodas y privilegiadas por no "consentir" .
El campesino en la edad media creía al señor feudal, era su dueño y era todo una mentira, esa visión de que te defiende, te da de comer, a veces es la misma del que dirige y manda, esa jerarquía y que aceptas lo que hay sino tienes que irte porque en la actualidad la barbarie no tendría ya que darse y menos someter a estos tipos de mandatos.
La posición social cuando se abusa bien por debajo o por encima o se presuponen acuerdos entre partes por dinero, sexo, poder y que llevan a mentiras, silencios, y a no valorar como tienen que hacerse, las agresiones, los acosos, son de alguna manera tradiciones que llevan a deslealtades, engaños, infelicidades, vilezas, etc. Además de abuso es un arma política que lleva a degradar la imagen, a difamar e insultar, a aparecer males y daños e incluso a dimisiones forzadas si no se quiere entrar en esto.
La autora nos dice que el mayor consentimiento está fuera de la ley, la desvergüenza de las pasiones, lo que esta prohibido por las religiones y por la ley, como mentir, robar, matar, y que referente al sexo que se puede hacer según situaciones por amor, por dinero, por querer tener hijos, por traición y venganza, por muchos motivos y que todo se puede volver injusto, rechazable, peligroso y convertirse en desamor, en algo cruel, en decepción y frustración.
Se puede consentir el miedo, estar asustados puede llevar a obsesiones, a grabar en la mente, y a poner cierta distancia, cada uno sabe de ética, moral, amoral, lo que puede hacer, lo que quiere y lo que le gusta. La autora nos habla de este tipo de libertad y como la sexual está la económica, el dinero es un lastre para consentir, cada día hay que comer, pagar facturas, hacer tareas diarias, y esto hace estar más o menos felices, según se solucionen las problemáticas. Mucho del sentido de consentir tiene que ver con esto, con las necesidades a cubrir, y luego que no afecte, no reaccionar mal ante la desesperanza y ver otras posibles salidas. El consentir, los miedos, el deseo tiene que ver con el malestar emocional, ser un problema para la salud.
En agosto nos vemos es un libro que no habla de la profesión ni del trabajo sino de sentimientos y reacciones que le despiertan a la protagonista. Y entiendo las relaciona con la muerte y quizás Gabriel García Márquez con la propia actividad psíquica y la propia enfermedad. Se ve que el pensamiento va muy rápido, se sitúa, toma decisiones muy rápidas, hay una aceleración aquí de la actividad psíquica, que unas ideas llevan a otras y lo que genera enfermedad y hace que esto vaya mermando.
Destapa el libro el lado oscuro de una mujer, de su existencia y extrae de ella el deseo quizás más absurdo y perturbador que une una vez al año y con la muerte, lo que le supone a ella un desafío, una vibración salvaje, algo perturbador y que lo une a la muerte de su madre. Tenía ese modelo de mujer y una vez que ella no está sentía como excusa establecer esa conexión de amor, esa esperanza de ser feliz, de desear, de concretar sus sueños, de sentir. Apostaba por la emancipación, así de esa manera, no aceptaba la negación de su voluntad y ampliaba los márgenes de su libertad. Relaciona así lo que significaba para ella esa libertad de amar y ser feliz. Dejaba a su marido al margen y se consentía siendo todo una trampa "las trampas del deseo". El autor a través de la novela constata algo que nos hace reflexionar y analizar la necesidad del sexo en la mujer como parte de ella.
Esa relación de la mujer, la conducta, el comportamiento, esa oportunidad que se da, que quizás es una forma de hacer trampas o no, esa relación de analizar la honestidad y la posibilidad de ser deshonesto que siempre iba más unida al hombre y que une con la mujer también y que sucede a la muerte de su madre.
Vinculaba esto, el deseo con esa situación vivida y con irse sola, viajar, salirse de lo cotidiano, y sentía ese impulso que no iba inhibir y parecía no importarle ni el objeto de deseo ni la persona con quién compartirlo, solo quería gestionarse a si misma, vivir ese momento, ese día y trayecto, verse libre, feliz, bella, cumplir sus deseos, fomentaba y buscaba ese momento y con quien pasarlo.
De alguna manera trabaja García Márquez y a través de la protagonista el deseo sexual en la mujer, desde miradas muy distintas. La primera unida a la muerte y de su madre, como una forma rebelde ya que esta quería que tuviera voto de castidad y fuera monja. La segunda desde una parte emocional, psicológica, su deseo personal de aventuras, experiencias, de estimularse, sentirse bien, deseada y desear. Tercera la de la parte biológica, de las hormonas y lo que influyen en los deseos. Cuarta la parte social y a lo que estaba vinculada que ese día se desvinculaba, rompía con reglas, normas, ritos, para ser dueña de sí misma. No le importaba el dinero ni el gasto, solo cumplir ese deseo. Y siempre en ese tiempo, con ese entorno, quizás era un deseo también de cambiar de estilo de vida. No quería controlar esos impulsos sino reconocerlos. Puede pasar que se sienta infeliz con su vida sexual, o le gustaba ser ella misma en ese momento puntual que de alguna manera era deshonesta y no era del todo sincera, y quería sentir deseos por otras personas, y afrontaba así sus deseos.
El libro nos lleva a la educación sexual y a su relación ya que hay muchos mitos sobre la sexualidad en hombres y mujeres y en la vejez. Sabemos que actualmente se pide que exista este tipo de educación. Muchos profesionales quieren respecto a este tema que se de desde abajo en las escuelas, que desde la infancia se vaya preparando sobre esto y en los profesionales que se eduque sobre esto, que ni los especialistas en la educación y en la salud tienen esa educación sexual, no han recibido esta formación, que da la sensación que también saben y que está todo relacionado con la salud mental. En la novela se relaciona con la historia de la madre y la protagonista, y a la muerte de la misma con la desobediencia hacía el marido quizás, revela esta actitud el libro, este comportamiento que no coincide con el deseo de su madre, sino al contrario, tiene esa lucha de mujer la protagonista, de género y al tratarse de una mujer casada con su estado civil, la ley, los valores y con acatar la obediencia a la madre, al marido y se consentía en agosto esa búsqueda de placer y deseo que entiendo no de amor.
Nos aporta el libro esta mirada humanista, que se une al deseo, a la mujer, al deseo ya de Eva, la manzana y en este caso entiendo a la etapa del autor, a la vejez, a ser viejo y ya de edad avanzada, a todos estos mitos y tabúes. Y los erróneos y relacionados con la sexualidad y lo que puede influir negativamente, luego está lo que se une a la muerte. Explora estos papeles en el tiempo, en la actualidad, en la cultura del hoy, y en el lugar que ocupaba ya García Márquez con una actividad humana ya más mermada. Es una crítica quizás al consentir para alcanzar los fines y los medios necesarios, a esa obediencia a y a lo que entienden por educación ya sea a los padres, al marido, a lo social y a todo lo institucional.
Entiendo que el libro plantea esto, es una defensa a la mujer y a comprender su función social e individual, su vida y su situación. Intenta esto el autor, abrir ese diálogo y dar paso a lo humano, a trabajar y a entender el amor, el deseo, esta relación que quería seguro completar el autor, brindarnos esta oportunidad que de alguna manera nos hace, y no desechó, no tiró, la dejó ahí. El misterio que encierra en sí la muerte y esa fuerza sobreencogedora, esa relación con el que se va y lo que hace que se alcancen deseos o no. Si lanzamos una mirada a esto, cada una de las muertes supone algo, pasa algo en ese momento unido a esa relación con la persona que se va y quizás son conceptos, amores y deseos distintos, momentos diferentes y suponen algún que otro rompedero de cabeza, relacionados con la vida del que va y del que queda. Es como si estuviesen desde el otro lado haciendo y deshaciendo, y desde este la lucha por continuar el camino con el dolor del que parte y salir bien, y enfrentarse a una nueva realidad.
Para la protagonista la nueva realidad que plantea tampoco es la mejor, ni la más sana y la convierte en un hábito, en una obsesión, como una enfermedad, tenía ese deseo frustrado, algo ahí dentro guardado desde hacía mucho tiempo y vivía ese tiempo de forma extraordinaria. Quizás sentía esa rebeldía contra su madre, de hacer aquello que a ella no le gustaba. Podemos pensar que mucha gente siente esto. Esos hechos extraordinarios se los guardaba para ella, como si fueran secretos, porque si los revelara perderían su magia, su encanto, esa ilusión y motivación por hacer, por ir, y su ambiente ya quedaría mas enrarecido, más triste y frustrante por lo que tenía esa ilusión, esto no lo compartía con nadie, ni iba con amigos ni conocidos, era su plan, llegaba su momento, ese vínculo emocional con la madre, quizás con la familia en general.
En la sociedad la sexualidad se ve como algo negativo. Hay además muchas normas del cuerpo, del vestir, de como tiene que ser ese funcionamiento de forma correcta, honesta y cabal siendo la sexualidad algo deshonesto, parece ser algo feo, que está mal, y en la vejez ya de viejos verdes, algo incorrecto, de estar pasados, airados y chochos, hay esa actitud negativa, se une la sexualidad a las capacidades mentales y al deterioro de las facultades. No se ve bien, no es seriedad, no hay ese acceso libre a la sexualidad, está limitada desde la antigüedad, afecta a mitos, a creencias, a tradiciones, a factores físicos, sociales, psicológicos, culturales y ambientales, es algo que tiene que ser guardado, propio de la persona, muy íntimo, privado, más unido a la juventud, a la adolescencia, a lo atractivo y físico. Y en todos los tiempos más unido al hombre que a la mujer. Lo que significa que no hay aceptación de la sexualidad, se pierde su interés, se reprime, se ignora hasta desaparecer. La mujer se une más a la reproducción y no al sentir. Si al amor, a esa emoción intensa. Más unida al amor de los hijos, al de pareja, a esa intimidad, a esa responsabilidad y compromiso que al deseo, al sexo. Y parece ser que hay una contradicción que lleva a pensar que cuando la persona expresa amor se une al sexo, y en cambio son vínculos emocionales, e intensos, son placeres distintos.
Se entiende aquí que hay muchos prejuicios sociales, culturales, familiares y personales que hacen que se merme esa calidad de vida, porque el amor y la sexualidad forman parte de la vida. Son necesarias las relaciones de amor, de deseo y la sexualidad, son buenas para la salud y generan placer.
Para finalizar termino con unas frases que me gustaron y comentar que entiendo que hay que brindar herramientas para todo lo emocional, el amor, lo sexual, lo intenso, lo pasional, tanto para la mujer como para el hombre y para la vejez, que es algo que se nace con ello por eso tiene que hacerse desde la infancia y que se une a la capacidad mental, a la salud mental. Se hace necesario tener herramientas en todas las etapas de la vida y atender así a todas las necesidades ya sean físicas, sociales, psicológicas y culturales.
Se puede pensar que García Márquez trata en el libro de realizar esa búsqueda de acercarse a comprender conductas y motivaciones, a detectar mecanismos que le lleven a entender la realidad y exponer la verdad. La protagonista se puede pensar que era una insatisfecha sexual y que mucho era de la cultura y de los deseos familiares, los que tenía su madre para ella, los podemos relacionar con problemas de amor, de afecto, de autoestima, de comunicación con su madre y con conflictos con su pareja y por eso realizaba ese proceso todos los meses de agosto, iba a verla y era como hacer lo que ella no quería que hiciese, se revelaba contra esto siendo una forma de rechazar la enseñanza y la educación que le inculcó y de mostrar una actitud favorable hacía la sexualidad pero no hacía el amor, no unía aquí el amor y el sexo con el otro, solo el deseo. A la vez el libro puede abarcar la sexualidad del autor en la vejez, esa necesidad esencial en su vida, y ese sentimiento de soledad y vacío que se siente a esa edad, de dirigir su vida ya no a la calidad y al disfrute sino a la muerte, ya al final del camino donde no se ve futuro a no ser que se crea en el más allá, en historias del paraíso, en ese realismo mágico y querer resolver el misterio del hombre y de la mujer de una forma feliz, y maravillosa.
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