lunes, 19 de septiembre de 2022

El arte flamenco

Imagen: 

https://www.fpa.es/es/premios-princesa-de-asturias/premiados/2022-carmen-linares-y-maria-pages.html?especifica=0&idCategoria=0&anio=2022&especifica=0

Este artículo lo voy a dedicar al arte flamenco, y a dos figuras femeninas significativas que representan la música, la copla y la danza. Se puede decir que el flamenco se gestó en los ambientes populares de cafés, tablaos, en la calle, en el teatro, que tuvo su protagonismo en reuniones, encuentros y en fiestas privadas y que posteriormente pasó a las escuelas flamencas y ha ido evolucionando.  Que es un símbolo español, con su música y sus bailes y que tiene sus códigos expresivos. Es arte, y como tal parece sencillo pero es bastante complejo y sofisticado, siempre se dice que complica lo sencillo, y lo cantan y bailan igual hombres que mujeres. Es un arte que emociona y hay todo un repertorio de seguidillas, bulerías, solares, tonadas, boleros, tangos y fandandos, hay muchas clases, según el ritmo, los pasos, modalidades, compases, de voces, afilada, cantaora, natural, falsete, redonda, flexible, vibrante, estridente, armoniosa, ruda, ligera. En realidad hay muchas variedades y que sufrieron siempre muchas transformaciones y muestra de ello son dos mujeres, Carmen Linares y María Pagés, que por su trabajo, esfuerzo y sacrificio son premio Princesa de Asturias de las Artes 2022 de cante y baile flamenco.

Son mujeres emblemáticas, de talla y fama, que representan "El arte flamenco", una parte de la cultura española, de esa cultura elevada y que a la vez como el tanguillo que en Andalucia se llama así a una peonza que se hace bailar, es animado y alegre, representando a la ciudad, a la provincia, y de alguna manera a todo lo social, que hay que incluir e integrar, se hace así rodar, de forma circular, girar y realizar esa acción, ese movimiento, que es todo un contraste, es expresión corporal de manos, dedos, palmas, cabeza, cara que proporciona elegancia, serenidad, fuerza y a la vez esos movimientos violentos de los pies, insistentes, enérgicos, que hacen vibrar, que realizan golpes fuertes, esa lucha del cuerpo como una performance que parece suave pero que a la vez es una descarga emocional. 

Carmen Linares y María Pagés, son modelos de voz y de danza, ambas comenzaron desde niñas a cantar y a bailar y se consagraron en su profesión, siendo referentes a nivel internacional. Están vinculadas por el flamenco, por esa pasión de arte, de creación y de profesión, por esos condicionantes del temperamento, de ímpetu, de fuerza, de voz, de lenguaje coreográfico, de vestuario, de espacio escénico, de música y de poesía en las letras que interpretan, de códigos que van de la abstracción a lo concreto, de la ficción a la realidad,  y de todo lo que conllevan, entre el pensar, el hacer, el sentir,  el ser mujeres, enriquecerse de esa belleza y de esos recursos expresivos, de esa feminización, y sensualidad de los cuerpos, de las caras, del movimiento, es todo un mundo este arte y muy apasionante las relaciones entre todo este saber. 

El cante y el baile como manifestación de amor, de dolor y de sufrimiento, de pasión, símbolos también del dramatismo, de expresión de la realidad, de lo que se vive, jondo, serio, puro, que duele, lleva implícito todo lo emocional, el mensaje que nos quieren transmitir, condicionantes que emanan de la energía y que les ayuda a superarse a sí mismas, esa fuerza que eleva la cultura, y que se hace de muy distintas y diversas maneras, a la vez es denuncia de injusticias, de penas, de rudeza de trabajo, de angustiosa impotencia y que todo sirve de base como creación, continuidad, como evolución.

Carmen Linares es cantaora de flamenco y considerada internacionalmente toda una leyenda de este arte que hace que el mismo conserve toda su esencia y aunque parece que los orígenes del flamenco son andaluces proceden de otros muchos lugares y culturas. Muchos se asentaron en Andalucía, cafés cantantes, concursos de cante hondo fueron actividades que abrieron puertas a este tipo de arte. Carmen Linares se asentó en Madrid y allí compartió escenario con muchos artistas, trabajó en tablaos flamencos madrileños,  interpretó la historia del flamenco a través de la música de Falla, la poesía de Lorca, textos de Juan Ramón Jiménez, la danza con la Compañia Nacional de arte dramático, y todo junto la ha enriquecido artísticamente. Fue elegida para interpretar la voz en El Amor Brujo. La voz es el elemento principal del cante flamenco, y junto con la copla, la música y la escena hace posible todo este arte que la llevaron a muchos premios y medallas, hace dos años celebró su cuarenta aniversario como cantaora de flamenco realizando una gira y celebrando conciertos. Este año lo celebrará en Oviedo, el 27 de octubre coincidiendo con las fechas de los Premios. En una entrevista nos dice que siempre lo da todo, su padre desde pequeña sacaba la guitarra y ella cantaba y bailaba, que forma parte de su vida. La guitarra es el instrumento principal para acompañar los cantes flamencos. Ha sabido desde ahí y durante toda su carrera conquistar un lugar privilegiado siendo actualmente una artista consagrada. También dice que tuvo suerte, que conoció los mejores maestros, y que le influyeron mucho, los escuchó, trabajó con ellos, y pudo aprender mucho. Dice que tuvo esa suerte, que aprendió en vivo y en directo, que siempre lo tuvo todo a su favor, y que sus padres la ayudaron muchísimo. Que hoy en día está mucho mejor visto ser artista que antes. Contribuyó también a ser un referente femenino en el cante flamenco de lo que se siente muy orgullosa. Es madre de tres hijos y siempre se ha visto apoyada por sus padres y su marido pero como mujer también ha tenido que renunciar a muchas cosas.

María Pagés es bailaora y coreógrafa, ha ganado el premio nacional de danza a la creación en el año 2002.  Fundó un centro coreográfico que lleva su propio nombre en Fuenlabrada adquiriendo así un mayor compromiso con la danza.  En él hay encuentros de escenógrafos y coreógrafos, espectáculos de danza, es un espacio para vivir la creación, la escena. Se explora la danza con el espacio escénico al natural, orgánico.

Es reconocida por su concepto estético del arte Flamenco. No entiende el bailar por bailar sino como reivindicación, como denuncia, como arte sin barreras, y así entiende el flamenco que traspasa fronteras. Para ella bailar es también performance, contemporaneidad, diálogo con la memoria, hablar de lo que preocupa, entender los procesos, el momento, el tiempo, las vivencias, la lucha como mujer que es, el cambio de todo lo que se ha avanzado y evolucionado. Para ella el arte es ser capaz de transmitir lo que vives. Y en la danza todo influye, valora a sus maestros, a todos la que la han apoyado y ayudado, que le inculcaron ese amor por la danza, y que haya un compromiso en todo lo que hace, a la vez siente esa libertad al bailar, y es ahí donde se siente fuerte, segura, e igual siente que sus padres la apoyaron mucho. Aunque su padre era matemático y su madre maestra y a ella le gustan los números ve en ellos como en el arte esa magia que emociona, conectar con ella misma, con el ritmo, con la vida y con las emociones de los demás que ella sabe traducir muy bien. "El baile cultiva sentimientos y emociones y además contribuye a que el ser humano sea mejor persona" nos dice en una entrevista, y que lleva un gran compromiso con la vida, que "se puede bailar hasta que seas consciente de la realidad de tu cuerpo"  y que bailar "es mucho más que demostrar una técnica, es un arte, es la transmisión de una emoción, una manera de sentir, de contar, de situarte en el mundo".

Para finalizar felicitar a las homenajeadas y comentar que el flamenco tiene una dignificación y consideración social grande en la actualidad dada la sensibilidad y la formación intelectual de los tiempos pero no siempre fue así. Hoy en día se reconoce el arte en sí mismo, existen espectáculos, eventos, concursos, festivales, peñas flamencas, la fundación como la de premiada María Pages, atrae a mucha gente, muchos turistas vienen a conocer esta parte de cultura, ya hay mucha formación flamenca fuera de España, ya es internacional y es conocida por su arte, por su música y por el baile, la coreografía, es todo un espectáculo al que se une el vestuario producto de una tradición muy enraizada. Es toda una gestión y organización de luces, sonidos, ropa, zapatos, pañuelos, peinetas y peinados, es todo de una gran belleza y estética, los escenarios, los músicos, instrumentos, artistas, el público y la pasión y entusiasmo que acarrea. Entiendo que hoy en día es todo un tipo de lucha, luchar por "el arte flamenco", por su integración e inclusión pero también es un tipo de industria que se tiene que tratar desde el punto de vista económico, no es un trabajo individual sino colectivo, de mucha gente, y no solo de música, textos y danza sino de moda, vestuario, zapatos, estética, es aquí donde también hay esa lucha de intereses y de la importancia que se da y que haya mucho que gestionar. 

Comprendo que queda mucho por hacer y por familiarizarse con este arte, y por adentrarnos en sus códigos expresivos. Lo flamenco en España es símbolo nacional, se piensa afuera que todos sentimos y sabemos flamenco, que es algo que se lleva interno "español a veces es sinónimo de vino, jamón, música, baile, flamenco" en el sentido de esa magia, de esa ilusión y alegría que da fuerza y energía, que provoca y conmueve, es un lenguaje que se conoce.  Es aquí donde realmente existe la convivencia, ese respeto por las tradiciones y las raíces, y que se sabe lo que significa y se sabe interpretar, porque "se da todo lo que se lleva dentro", son palabras de Carmen Linares en sus declaraciones al conocer el reconocimiento que la hizo tan feliz y que les permite según María Pagés "compartir emoción, felicidad y la misma responsabilidad" además de ser patrimonio personal y colectivo es uno de los paradigmas de contemporaneidad que al reconocerlas como creadoras mejor definen al país.

No hay comentarios: