domingo, 13 de febrero de 2022

Volver a la normalidad

Volver a la normalidad es lo que plantea Antonio Muñoz Molina en el libro "Volver a dónde". Nos dice que hay que revivir los recuerdos, pero dejarlos atrás. Realiza un análisis de la España actual. El libro lo editó en el año 2021 y habla de que siempre parece que se ha perdido tiempo y en cambio quizás se ha ganado calidad. Hay que verlo todo con una nueva mirada porque tenemos responsabilidades con las nuevas generaciones. Es a modo de diario lo que ha vivido acerca de la pandemia y nos lleva al cambio experimentado ahora en el 2022 que nos hemos adaptado a estar en casa y nos encontramos a gusto y cómodos. Realmente se prefiere quedar en casa que revivir tensiones, discusiones que no llevan a ningún sitio, escuchar problemas, solucionar constantemente conflictos y cuestiones a veces agresivas y violentas, está bien recordar esto, pero mejor pasar página. Ese mundo no le gustaba. 

Se unió durante la pandemia a los aplausos y salía a aplaudir al balcón y saludaba a todos los que estaban enfrente, se unía a los vecinos, se asomaba a diario siendo gestos de solidaridad. De tal manera que a las ocho en punto de la tarde lo dejaba todo y realizaba ese momento social, de aplausos, de estar con los demás. Se salía a defender a la sanidad pública pero también era como pertenecer a un grupo, estar con todos, preocuparse unos de otros y si alguien no salía, se preocupaba, salir a aplaudir significaba estar con todos, escuchar juntos música, estar tranquilos dentro del panorama que nos estaba ofreciendo la vida. Realmente es así como lo experimentamos y cuando a las ocho amplía permitieron salir de paseo e ir adoptando la nueva normalidad a esa hora del atardecer comenzabas ya a echar de menos los aplausos. El libro está muy bien, porque realmente relata muy bien lo que hemos vivido y hecho las personas, cuando salíamos y aplaudíamos hasta ya dejar de hacerlo, las costumbres y los hábitos de cada familiar en la intimidad de la casa y la convivencia entre los mismos. El cuidado de la casa, salir a comprar, realizar tareas, regar las plantas, doblar la ropa, tal como lo expone el autor te das cuenta de que has vivido esos momentos de esa manera y que hasta hay una coincidencia al salir a la terraza y hacer esa ronda planta por planta, ver los geranios crecer, las albahacas tan verdes, la camelia, la hierbabuena, era todo así un hábito ordenado de la vida al igual que en el tiempo escribirlo y hacer los post. Te das cuenta de esa paciencia que has creado o se ha originado en ti, cada vez has sido más perfeccionista, y has visto lo que has amado el trabajo y la vida, tu casa, a los tuyos y se origina esa paz y esa paciencia, esa perfección que, aunque parece no tener ningún tipo de recompensa la tiene, porque eres una persona nueva, tranquila, sosegada, mucho más relajada. Es cierto que las costumbres y los hábitos ya estaban asentados como dice el autor, pero es como tomar consciencia de todo.

A las ocho, a esa hora, la del atardecer, la hora violeta, salíamos a la terraza, a aplaudir y nos uníamos unos a otros, nos saludábamos, respirábamos el aire puro de una forma más libre, salíamos sin mascarilla, ejercitábamos esa práctica habitual a la que sumábamos muchas otras en la intimidad de la casa. A las nombradas también le podemos añadir el hacer ejercicio, ejercitar músculos, el uso de higienizantes, hidrogel, las medidas de seguridad al salir en relación con las distancias. Era otra forma de vivir y nos dimos cuenta de que se estaba pasando del saber de una educación saludable a practicarlo en la vida y hacer una vida mucho más saludable, en todos los sentidos, donde más en la alimentación, cambiaron muchas tareas cotidianas y la forma de comer, estuvimos encerrados pero aprendimos muchas cosas, muchas obligaciones y responsabilidades quedaron en suspenso porque nos dimos cuenta que el pasado ya cambió, quedó atrás y que vivíamos un presente muy distinto.

Siempre hay que motivarse para cambiar el día a día, mejorar el estado de ánimo, creo que hay derecho a la queja, a la tristeza incluso a la monotonia pero hay que mejorar esto, hacer y no claudicar, mejorar el autoconocimiento, lo que no gusta, lo que está dentro y sacarlo fuera, eso a la vez es ser vanguardista, situarse en el presente. El pasado, lo primitivo, era lo que pertenecía a los orígenes, más una supervivencia, la condición humana ha cambiado también, romper esa barrera entre los dos mundos, lo tradicional y contemporáneo, el pasado y situarse en el presente y más civilizado significa también paz, más liberación, abordar mejor los conocimientos y aprendizajes, los miedos, los sentimientos. Hoy el mundo occidental ya vive de otra forma, como ciudadano, trabajador, como persona sin tener que sentirse mal, tiene la experiencia del pasado, pero se apoya en otras formas de comunicación e integración, entiendo que elaborar una teoría significa realizar una práctica y una vida más saludable, poder entretejer pensamientos y conocimientos y conectarlos.

Esta semana se celebró el día de la ciencia y nos recuerda sobre todo el papel tan importante que desarrollan las mujeres y las niñas, el aporte y el avance a la sociedad y a la vida. Este año el lema ha sido "equidad, diversidad e inclusión. El agua nos une". Aún hay que tener en cuenta a pesar de los avances asegurar retos porque muchas mujeres hemos tenido que trabajar en áreas que se pensaba que no eran de mujeres, realizar una gran formación y en cambio la remuneración económica después de tanto trabajo y esfuerzo no era valorada, estaba por debajo, esto es importante porque los conocimientos también han sido imprescindibles para la sociedad, para mejorar no solo el desarrollo integral de las personas sino de los paises, del mundo, la paz, el bien, lo saludable, ético y moral. Muchas veces se han aguantado carros y carretas y sin protestar porque en el centro siempre está la persona, el bienestar, la salud emocional. Hoy en día a la par se habla de salud financiera y salario emocional. Y está bien esto porque el trabajador tiene un salario pero realmente no es compensado en el mismo por su esfuerzo, más formación, cursos, proyectos, programas y esto tiene un valor económico. Sirve como un seguro para determinadas personas y poder llegar a buen puerto porque al tener más formación se conocen los condicionantes que no son tangibles pero sirve también para aumentar la felicidad y el buen hacer del resto del personal, sirve como reconocimiento al trabajo, a la conciliación. A realizar cambios importantes en las generaciones porque significa cambiar y mejorar en nobleza de valores, de sentimientos. Es cierto que el dinero tiene mucho poder, y nos vemos sometidos a un salario, pero para que las ideas sean sensatas y avanzadas se ha visto la necesidad de plantear la pedagogía de la educación desde la salud porque educación y salud van unidas, combatir las ansiedades, las tensiones e impulsar desde aquí los avances científicos, el desarrollo social y económico. Centrar la atención en la calidad, en la formación, en la educación para la salud, dirigir los esfuerzos a una vida activa y saludable.  Se ha visto que la educación hay que modernizarla, como se hace con las casas, los espacios, los recursos que la calidad de los métodos y técnicas es fundamental, la formación en la ciencia, en la autonomía, la preocupación por la enseñanza de la salud y se ha visto igualmente que los salarios y aun teniendo la misma formación y responsabilidades no son los mismos.

Las tensiones entre lo tradicional y moderno debilitan, está bien la sensibilización pero aquí hay nuevos retos, en el campo de las personas nuevas, de la salud. Hay una fuerza grande educativa y práctica pedagógica en la mirada médica. Si hay tensiones, ansiedades, conflictos, implica atajarlos bien y que no dañen, no enfermen, cambiar como se ha hecho el modo de vida, en la alimentación, higiene, en las acciones de cuidado, lo ecológico se ha visto que es una solución ante el virus, ante la amenaza de la pandemia. Si prioritaria fue la medicina para buscar las causas de la enfermedad, del virus, las infecciones, y contagios hubo que parar el sistema educativo para poder dar ese sentido prioritario de ser y estar sano y fuerte, ese avance tanto en la política de salud como económica, prevenir las enfermedades, las tensiones, las ansiedades, hubo que contemplar la teoría que estaba bastante distante de la práctica y cambiar los estilos tanto docentes como de vida e incorporarlos, de tal forma que se vinculó la salud a todo lo educativo, a la pedagogía. También se vio que la relación salud y enfermedad es compleja y que hay que contemplar lo que relaja, lo terapéutico, la belleza atemporal de todo esto, mejorando así las condiciones de vida. hay una parte que tiene que ver con esa formalidad antigua que es menos fresca y natural, como en los niños que tenían que ir de la mano, poner mascarilla, no correr, hablar muy bajo, sin poder levantar la voz, sin poder decir lo que se piensa que da lugar a una vida más condicionada y extraña. Porque es mas de no atreverse, de cohibirse, no se dan muestras de cariño, siendo todo mucho más frío y distante. Nos hemos dado cuenta que al docente se le une otra función más y que está dentro de la enseñanza y es esta, que hay que regular todo esto en relación a las personas, además tiene que realizar el paso entre lo moderno, el progreso, cambiar esa realidad de lo de antes a lo de ahora, en relación a la pandemia el cuidado del sí, de la responsabilidad, auto responsabilizar de tal forma que se desplace la enfermedad por la salud, vincular la salud a la educación, las relaciones entre pedagogía, educación y salud son líneas de fuerza que dan equilibrio. Es todo como una magia que hay que sacar del corazón, tener esa sensibilidad y meter en otros sentimientos de verdad, esto da energía para seguir el camino, es bienestar emocional. Carlos Otín en su nuevo libro nos dice algo así, que cada uno tiene unas armas que ha heredado y las protege pero que hay que defenderse de forma natural, y hacerlo bien sin intoxicar los ambientes y ver los cambios e incorporarlos, mejor sin errores internos y contemplando las incertidumbres.

Para finalizar desear feliz día de la ciencia especialmente a las mujeres y a las niñas comentar que tampoco se trata de una vida social restringida ni de ser más contenidos en todo, ni más tristes, poco habladores, menos activos porque sería un vivir más falso y acomplejado sino de cambiar la forma de ver el mundo y de convivir con la incertidumbre, mejorar las relaciones humanas y que nunca pierda el conocimiento por la ansiedad y la tensión acumulada sino que se gane bienestar y calidad en la vida de las personas. 

FELIZ DIA DE LA CIENCIA

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