Una conversación pendiente es un libro que habla de paz, del proceso de paz y de desarrollo, es un libro con muchas ideas, y propuestas y con algunas preocupaciones.
Ingrid Betancourt y Juan Manuel Santos son prestigiosos políticos colombianos, ella senadora que optó a la presidencia en Colombia y él ministro y presidente, ambos tienen un alto reconocimiento ya que lucharon por la corrupción del país buscando siempre una solución de paz a los conflictos. Ambos proceden de la élite y crecieron junto al poder. El libro fue escrito en el año 2021, en plena pandemia y no habla del linaje ni de los legados sino de la paz, de las relaciones en general, ya sean individuales, sociales, políticas, económicas, que nos transforman y nos cambian.
Nos dicen los autores que la paz es una relación con el otro, un camino que recorremos, es adaptarnos, luchar contra el sufrimiento, decidir no sufrir, apartarnos de sufrir y así poder transitar por la vida, es querer vivir en libertad y no experimentar vacíos, es una decisión altruista e intelectual, querer humanizar y hacerlo con calidad, a la vez es una emoción, un sentimiento, es ser constante y responsable, es perdonar. Que la paz está por encima de cualquier interés y cuestión personal, por encima de cualquier entusiasmo, de todo lo emocional, es lo correcto, es amiga del lenguaje, de la salud, de cicatrizar heridas y de sanar, de avanzar.
Que bonito todo el libro y poder hacer tantas y tantas definiciones de lo que significa LA PAZ y ver todo lo humanitario, las relaciones y las almas, las vidas entretejidas, cruzadas y como se actúa, reconocer los comportamientos y las actitudes, y aprender a saber actuar viendo este tipo de relaciones, apreciar lo bueno, el éxito y a la vez ver los errores, los descontentos, las estrategias y continuar con paz y abriendo puertas al futuro para todos, las familias, la sociedad, los individuos en general, sus vidas y la profesionalidad, ver esta calidad y trabajar por ella en equipo, mejora todo, especialmente los recursos, se siente más motivación y entusiasmo, es la paz un pacto, es ir cumpliendo parte del sueño, pactar para la paz, para el diálogo, las palabras y hacer hincapié en las preocupaciones, y esto es lo que hacen los autores de "una conversación pendiente" hablarnos de las preocupaciones tanto internas como externas para poder trabajar por y para la paz.
Una preocupación es el silencio porque se sufre en silencio, en soledad, sin poder defenderte como quieres, sin aportar criterios que esclarezcan la realidad, la verdad, y se vive con los propios errores y derrotas. Hay muchos sentimientos encontrados. La vida de cada uno tiene sus propias derrotas. Hay como si fuera un trasfondo y no es fácil, eso duele, en ese trasfondo se pasa mal. Es el tiempo quien ayuda a poner las cosas en su sitio, te das cuenta del hoy, lo contemporáneo y lo ya vivido, lo que ya pasó, y esa lucha entre tradicional y moderno, que lo convierten todo en problemas personales más que en debates intelectuales, y que entiendo que compartir información es bueno y el trabajo en conjunto, en equipo porque las cosas que duelen son profundas, están en el trasfondo, son contradictorias, originan las crisis y las crisis pueden significar deseos ocultos que surgen para reconstruir vidas cruzadas, unir cabos, compartir historias de vida, que son un crecimiento como persona pero a la vez afectan, son situaciones problemáticas, presionan, hay una queja, y es complicado aquí, el no decir, el sufrirlo solo, incluso la complicidad, la paz.
Nos vienen a decir que es como si de repente te quitas una venda de los ojos, y ves otra realidad distinta y no te gusta y entonces miras solo a través del filtro de la revelación, es algo que pone el libro que me llamó mucho la atención "el filtro de la revelación", lo que significa que hay que pensar que si es algo bueno, si es la verdad realmente, ves una importancia grande que en ese momento callas, piensas que no puedes decir, ni hablar de ello, tienes que observar esto, porque crees saber lo que viene a continuación y sabes el dilema entre el deseo, el deber, las relaciones, ves los pactos y las conciencias morales ya no digamos construidas del pasado sino como actúan en el presente y todo esto te quita capacidad de placer y de gozar abiertamente, y te ves sometida a la verdad, a la obligación, al deber y sabes que tienes que actuar bien, no puedes perder la cabeza, ni descontrolarte, ni tener esa felicidad que buscas y a la vez desconfías y aquí la palabra se vuelve silencio. Tampoco somos cumplidores de órdenes, esto es solo ser obediente para actuar bien tienes que hacer caso "al filtro de la revelación".
Se puede actuar con el filtro, tenerlo en cuenta o rechazarlo, si se rechaza no es por ignorancia es por no tener ganas a implicarse en ese momento, no es falta de información es que va a ser costoso, no es todo tan directo aquí de causa efecto, es un proceso de interpretación que hay que hacer. Tiene que ver con las heridas, las cicatrices, la grieta interna y solucionar esto, que encaje con las sensibilidades y con nuestra sensibilidad, y eso tiene unos costes y unos beneficios para la paz y para nosotros mismos.
El cuerpo reacciona para saber si hay que tener en cuenta ese filtro de revelación o no, y si lo tiene en cuenta ver el como porque el cuerpo lo ha sentido, ha hecho hincapié y quizás la mente se ha alarmado. Y no lo puede olvidar, es como una obsesión que hay que solucionar y mejor pronto porque sino va a ver ansiedad, y siempre se va a manifestar lo que no se ha solucionado.
La reacción no es una causa es un resultado de algo retenido, guardado, no exteriorizado debidamente. Hay un libro que habla de esto "Tu cerebro tiene hambre" y habla de ese hambre emocional que se retiene, y al que no se le ha dado importancia y es lo mismo que retener ira, tristeza, es otra de las preocupaciones, apenas se le ha hecho caso y es origen de ansiedad, de angustia. Las emociones que se han guardado son la carga, el peso y generan malestar y el resultado de todo es el estrés, se reacciona ante esto afectando a la salud mental. Son problemas de la vida afectiva.
Se puede poner un ejemplo claro de cuando se ve algo enrarecido, ya sea en casa, en el trabajo, y no sabes porque pasa, parece que han tomado decisiones a tus espaldas, o has tenido esa sensación de que no han contado contigo para nada, y a pesar de haberte esmerado al máximo sientes que algo no ha funcionado correctamente, y no quieres pensar que es cosa tuya, o porque me hacen esto, porque a mí, ni si me tienen manía sino que quieres ser positiva y tener en cuenta ese filtro de revelación y creer saber porque pasa, lo estas haciendo bien pero hay algo que se adentra en lo emocional y que tienes que solucionar porque estas emociones ocupan lugar, sueño, tiempo. Tanto el trabajo, como la casa, la familia estructura toda tu vida, se entiende muy bien el desgaste, el trabajo remunerado y esa lucha competitiva crónica que genera esa respuesta constante, tanto en el trabajo como lo doméstico requiere constantemente reposición, tareas, recursos y son exigencias.
Es todo un proceso de interpretación, incluso el lenguaje visual, el pacto y lo que no te gusta ni te gustó y te das cuenta que en las relaciones este proceso se realiza delante de ti. Te parece una extraña relación, y aquí tu cuerpo lo sufre, se pone tenso, en alerta y tienes luego que trabajar todo esto, y se necesita saber, conocimiento y ciencia para salir de todas estas situaciones, muchas incómodas pero que son hallazgos, y aquí comprendes como dice el libro que "la paz es un don en la relación con el otro". Y que ese filtro de revelación es de nuevo un comienzo. Y hay que tenerlo en cuenta y de nuevo comienzas a seguir el camino y trabajando a la vez cuerpo-mente y todo lo emocional aunque hayas tenido las creencias de haberte sentido atrapada, esas sensaciones son solamente tuyas y te llevan a sufrir.
Hay en todo esto como si fuera un examen, un examen individual y social, una mirada crítica, de deducir lo que está pasando y un tema de lealtad, entre miembros de la familia, amigos, compañeros, hay una lealtad moral y ves aquí la razón del misterio, ese es el misterio, a la vez es como si desconfías de causas poco trasparentes, el momento puede ser favorable pero la razón del misterio muchas veces es lavarse las manos, desentenderse, ese pacto de huida hacía adelante que muchas veces defrauda, es sacarse culpas que en realidad se tienen, o vergüenzas que siempre están en relación con lo oculto, con la vulnerabilidad.
Otra preocupación son los traumas, las vivencias que pueden tener que ver con la vergüenza, con etiquetas hasta tal punto que son como veneno del alma, que no quieres compartir y si lo haces y confías tiene que ver con sentirte también atrapada por que entregas el poder de juzgarte. No has escondido la realidad pero has sentido vergüenza y muestras esas heridas, te arrepientes de haber confiado. La solución aquí de paz es con uno mismo, quizás sincerarse demasiado, ser muy transparente hay que reconocer que es exponerse, es desnudar nuestra humanidad que a la vez está relacionada con la de otros, es desvelar lo más profundo que tienes, los secretos más vividos. Y esto también puede molestar a los demás. Es todo como una paradoja, siempre sirviendo, apoyando, ayudando a los demás y a la vez no puedes esperar respuestas sensibles, no existe aquí esa relación de igualdad, ni de compromiso ni es reciproca pero siempre tiene que ser de paz. Es difícil abrirse a esa relación de intimidad porque luego descubres otro mundo, y ves que cada uno tiene su carga, su vulnerabilidad, hablar de la culpa es volver a la conciencia moral y a la lealtad moral.
La intimidad y la confianza van juntas y cuando se desconfía comienza la culpa, para que habré confiado, no lo tenía que haber dicho, ahora me siento mal y le doy vueltas y perjudico mi mente y mi cuerpo y a mi misma, y me enfado y esto ya supone una tortura para mí. Y en lugar de alegrarte por haber obrado con transparencia te sientes mal, además de pensar que has creado malestar en otros, hay ese sentimiento moral. En realidad escribir puede ser un desahogo. No podemos sentirnos bien por fuera sin saber lo que nos pasa por dentro. Hay que integrarlo todo, hay cosas que sin filtros no se van aceptar, y no vas a quedar callada sino que lo expresas. Sabes que hay muchos intereses en juego en las personas, y que los que pactan así se llevan mas tajada, tienen esa respuesta y esa complicidad, otras reacciones, y en realidad hay un costo en esto, un precio alto pero sabes que tu no eres así y no quieres ser de esa otra forma, por eso trabajas por ti, por tu salud, por tu bienestar, por sanar y estar feliz, porque realmente la sociedad hasta ahora pidió eso, callar, que no se enteren, obrar así de esa forma. Para ti ese tipo de política si es corrupta porque realmente no te enteras de nada, es una forma de obrar intransigente y de forma no transparente y tu no eres así, te gusta ser más tolerante y flexible, más comprensiva, no tan terca, apoyar, ayudar. Es aquí donde hay que buscar una solución, llegar a un equilibrio, ni callarlo todo ni no decir ni contar nada. No creo que tampoco tengamos que estar constantemente desprestigiándonos unos a otros. Para que haya paz hay que buscar una solución.
Otra inquietud son las coincidencias, las vidas paralelas. Cuando las ves y surgen parece que descubres cosas. Son realmente un tipo de lucha, de enfrentarse a situaciones, a lo oscuro, a lo dañino, a esas situaciones que parecen muy distintas y diferentes pero que tienen muchas cosas en común. Y que la mayoría de las veces en vez de valorar lo que hay de complementario entre ellas, de igualdad se descalifica y se desacredita cuando hay ese cruce, que aún hay mucha ira por dentro, guardada, como algo que es malestar. El ninguneo, la violencia, la censura, la opresión, es una bipolarización, una relación de amor, odio, de esa interpretación de la realidad a la vez errónea, un descontento, es como tener arrebatos emocionales. En cambio la paz es un don, es algo bueno y coincidente con el otro, en las relaciones, valorar lo que hay de común, eso es bueno, confrontar todo esto de lo humano. Aprender a construir puentes, a salir de las propias trampas, de las propias traiciones y disgustos, a tener mejores influencias, ser más liberadores, al poder de la tranquilidad. Lo oscuro genera incomodidad. Los cruces, las coincidencias son como las sillas, y los escrúpulos, hay que tener ética, te agarras a una silla pero la miras y a otra y quieres neutralizar esto, mejorarlo que no esté condenado al fracaso, que no haya ni se esconda la animadversión. Entiendo que sin palabras se esconde, se guarda.
Lo que nos une a la familia, a los amigos, a los compañeros, el tiempo que compartimos, si lo hacemos bien es un deleite porque se construye, se avanza, es la mayor calidad de vida, se aprende a transformar y a veces lo convertimos en un malestar, desasosiego, ansiedad. Y sucede como en la sociedad que ves esos pactos, que parece que se infiltran y que son los que luego llevan a los filtros de la revelación y a muchas preguntas que hacer porque realmente se hacen sin hablar, solo pactan a través del filtro de la revelación, o de otro tipo de pactos de gestos, lenguaje visual pero sin debatir y dialogar, sin palabras, en realidad no están defendiendo la libertad de expresión, la palabra, si hay un tipo de apertura, de apoyo social, que parece de confianza pero a la vez. en el fondo existe en todo esto una posición crítica de responsabilidad, de conciencia social e individual y de esa lucha por la paz y por el equilibrio , ese funcionamiento ya no sirve porque se ve como una irregularidad, y parecen alianzas secretas, se alían, negocian sin un diálogo constructivo, sin un buen hacer de tareas y dinámicas, lo que pueden llevar a campañas de desprestigio.
Entiendo que en el centro de todas estas preocupaciones está la paz. Y que la paz obviamente conlleva un proceso de dialogo, sin dialogo no hay paz, hay queja, Si se filtra todo el plan también fracasa, hay paz pero el daño está hecho, aunque hay que reconocer que existe ese esfuerzo por la paz, ese proceso donde hay que buscar soluciones para el bienestar de todos y no salir humillados ni desprestigiados, desarrollarse de una forma competente tiene que ver igualmente con grupos competentes. Es abrirse a más espacios, más dimensional, a más estímulos y a luchar por un buen y mejor ambiente. Hacer una labor, una tarea con motivación, a verse cada vez más intelectual, mejor formado, con una mayor capacidad y saber interactuar mejor.
Al leer una conversación pendiente te das cuenta de todo por lo que han pasado, soportado y vivido los protagonistas y realmente no para todos es igual la vida ni son las mismas problemáticas ni preocupaciones, cada uno tiene sus vivencias e historias, que hay que educar la sensibilidad y lograr tener una buena sensibilidad social, individual y ética, primero para funcionar correctamente y con belleza, segundo para saber ver la verdad y reconocer los filtros y tercero para tener bondad de la buena, saber hacer el bien de verdad, verlo, hay un libro que se titula "el problema de ser demasiado bueno" de Xavier Guix que nos habla de esto, iluminar ese sendero como decía Alex Rovira hacía la realización personal, ver en cada uno lo bueno, lo positivo, que si solo tomamos en cuenta los sentimientos de insatisfacción se enferma, repercute en esa respuesta de malestar, originan un abuso en las emociones y desencadenan enfermedades. Mejor olvidar el daño, desecharlo, recordar las bondades, ver lo bueno y continuar mejorando la calidad de vida, menos enfermedad y más salud, buen ejercicio, buena alimentación, más vida plena. Esos condicionantes profesionales, de trabajo, familiares, se vuelven sociales y económicos y tienes que cambiarlos y saber manejarlos.
En realidad los docentes, las familias, las personas tenemos que saber firmar el proceso de paz, ser un poco lámparas y guardianes de paz, dar esa esperanza y motivación y no estar afectados de envidia, celos, de soberbia, avaricia, ni acarrear odio contra nadie, ni contra una misma ni contra el proceso.
El proceso de paz es tener la voluntad de hacer un buen camino en la vida, admitir contradicciones, informarse e informar, poder realizar un proyecto de paz es preocuparse porque exista, que la paz prospere, no querer cometer atrocidades ni ser obstinados, cerrados, sagaces, engreídos y peligrosos sino personas de paz con una imagen positiva que nos lleve avanzar hacia la paz. En la vida lo primero es aprender a ser gestores de paz, a querer tener una trayectoria limpia y sin traiciones, con buenas intenciones, sobrevivir a los rivales, tener y dar ese apoyo incondicional que nos lleve a ser libres, independientes, a sembrar para el futuro, apostar y decidir siempre por la paz, la salida al conflicto, la coherencia intelectual, no apelar al insulto, ni a la calumnia, ni a la mentira, la generosidad de defender el proceso de manera publica y de apoyar profesionalmente y desinteresadamente...esa voz hace falta, una forma de pensar transparente, y una forma de ser transparente, se necesita ese aire fresco y que sea dialogante, hay muchas cosas lúcidas e innovadoras después de una confrontación que dan heridas y resentimientos que hay que sanar.
La paz es posible cuando hay admiración, respeto, gratitud, elogio, con ella todo es posible, comprender que somos individuos en una sociedad y que como en la familia que cada uno es de una manera y nos marca la forma de ser, la pedagogía de cada uno, así la sociedad, cada uno tiene sus gustos y preferencias, sus formas de actuar, sus luces y sombras y a veces nos enfadamos, disgustamos por esa idiosincrasia tan distinta a la nuestra quizás obsesionada por la cultura, por estar bien, por hacer lo correcto, por esa perfección que ya se nos exige desde que se nace, y detrás de cada acto simbólico siempre hay una crítica que no queremos escuchar atentamente porque vemos en ella discusión y no paz, y eso tampoco es lo mejor porque reaccionamos desde el filtro emocional y no afrontamos bien la situación, solo nos defendemos o se niega y devolvemos la crítica. lo que va a suponer un obstáculo, una queja, un contraataque y deteriorar una relación y sin admirar los riesgos que se toman para desnudar el corazón en aras de la paz, lo importante de saber valorar la belleza, la verdad, la bondad.
Una conversación pendiente fue moderada por Juan Carlos Torres que se define así mismo como un peregrino en el camino de la vida, como un ser espiritual, y que más allá de títulos, de cargos, de premios está la persona misma y su interés por la paz, por vivir en paz, para lo que dice hay que alejarse del drama que imaginamos vivir, tomar distancia y contemplar otras muchas cosas, ver el cuadro completo y no solo una parte, se define a si mismo como un indagador en los misterios del universo. Los protagonistas de una conversación pendiente vivieron dramas, pruebas de supervivencia, no estaban de acuerdo con muchas ideas, formas y fondos, veían la distancia entre los intereses políticos y humanitarios pero son dialogantes, conversadores y nos hacen llegar su entusiasmo y eficacia en el proceso de PAZ y de seguridad, se han visto destinados a resolver conflictos, a construir paz, a acabar con la violencia, a analizar muchos procesos internos de las organizaciones y externos con el entorno y que afectan en el quehacer diario y que hay que aprender a gestionar, han sabido tratar muchas contradicciones, ver esa postura humana, de humanizar el mundo, pacificarlo, preocuparse por la calidad de vida.
Humanidad es sinónimo a compasión, a bondad, a caridad, a emocionarse con el dolor, y con la alegría, a considerar a todos humanos, los enemigos depende de su crueldad, de las atrocidades que cometan, porque humanidad hace alusión a comprender, a comprensión, el humano es el hombre que sufre ante el dolor, ante las preocupaciones, la búsqueda de justicia como consecuencia de la acción, luchar contra las causas de sufrimiento, aliviar el sufrimiento. No solo hay sufrimiento en las guerras sino en los hambrientos, en los pobres, en los que no tienen libertad, aliviar esta preocupación y sufrimiento, buscar causas en su origen y suprimirlas, sofocar el mal, metas de paz y de sostenibilidad, saber verlas y saber actuar, la vida es esto, buscar la vida, la salud, verse libre, sana, es vivir un sueño, tener la propia paz, saber conquistarla.
Finalmente comentar que como siempre me gustó mucho la reflexión de hoy, ver todo lo que significa la lucha contra lo adverso y la paz, saber como se pacta la paz, y pensar en lo que se pasa y se soporta, y que es así el poder, lo bonito de poder decir "bienvenidos al futuro", esta oportunidad de haber vivido con esa intensidad la vida, esa emoción y pasión de aprendizaje y conocimiento, de querer tener una muy buena sensibilidad social e individual y ética, el significado de la paz negociada cuando es la misma causa, las personas y los valores, la cooperación y la solidaridad, repartir sueños, la esperanza siempre de la paz, de lo pactado de la realidad y la conciencia del momento histórico, poder salir de esto airosos, saber cumplir con las expectativas y tener paz, esperanza y reconciliación con el propio corazón, con la propia vida.