Hoy se celebra el día internacional contra la violencia de género. La ONU este año analiza la situación de otra forma, desde la pandemia, a partir que se desató el brote de COVID 19. Presenta datos e informes que revelan la situación de este año y nos dice que se ha intensificado la violencia hacía las mujeres y las niñas, la violencia en el hogar. Habla de la pandemia a la sombra y que ha crecido en medio de la crisis viendo la necesidad de detenerla.
El COVID 19 ha sobrecargado los servicios de salud, ha atendido a quienes han padecido violencia en el hogar a través de refugios y han hecho un gran esfuerzo para la recuperación y para dar respuesta a todo apoyando programas, y luchando contra todo aquello que se ejerce a la sombra de la pandemia.
Hoy da comienzo la campaña "Pinta un mundo de color naranja", dura 16 días, finalizando el día 10 de diciembre "Día de los derechos humanos". El lema de este año es ¡Financiar, responder, prevenir, recopilar!.
Se están preparando actos para este día, para recordar que el futuro tiene que estar libre de violencia. Es uno de los derechos más importantes, erradicar la violencia porque muchas mujeres la sufren en silencio, en forma de estigma.
Se puede manifestar de distintas formas ya sea física, sexual, psicológica e incluye el acoso, el maltrato, el desprecio, las humillaciones, la explotación, las insinuaciones, la esclavitud, el truncamiento, descartando ellas ya aquello a lo que le daban importancia, a lo significativo.
La ONU en su declaración define la violencia contra la mujer como "todo acto de violencia que tenga o pueda tener un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada".
Los efectos adversos psicológicos de la violencia afecta en todas las etapas de la vida de las mujeres y constituye un gran obstáculo primero para las mujeres, para hacer cumplir sus derechos, para sus vidas pero igualmente para el mundo porque al limitar sus oportunidades, al restrindir sus derechos conlleva restringir y limitar las oportunidades de otros, de los demás.
Desde que se desató el COVID 19 nos informan de la situación sanitaria, de como se han sobrecargado los servicios sanitarios y como dice la campaña de financiar, responder, prevenir y recopilar, pero no se hace hincapié de que para llegar a todo esto y hacerlo bien hay que empezar desde abajo, desde la escuela que además de ese fin didáctico como es el de la cultura tiene que enseñar a pensar, ofrecer una inteligencia crítica para que el conocimiento ahonde entre lo posible y lo imposible, lo permitido y lo no permitido por ley, lo que se impone por intereses, por ideologías, para que no exista luego ese choque, esas crisis de identidad de los problemas arrastrados, de unos hechos que a veces se deforman y se transforman y que se llega a una realidad por la educación recibida pero no solo en casa sino en la escuela y en la sociedad y que se concreta en la posibilidad de vida, de hacer, de construir situaciones.
La educación es el pilar fundamental de una sociedad y quizás nunca ha sido la prioridad porque no se ha tenido la visión de conjunto, de crear un sistema educativo válido, sólido que esté dotado de suficientes recursos y que no limite los derechos que tienen las personas y sobre todo las mujeres. Ya no vale que de respuesta solo a lo que requiere la sociedad sino que realmente de valor a las personas y que no realice esa distinción de hombres y mujeres. Las escuelas no pueden hacer esto, no pueden en 2021 permitir o pensar que las mujeres son de segunda clase, gente subordinada, las asistentas del hogar sino que cada persona tiene que valirse por si misma, ser capaz de lograr cubrirse sus necesidades, conocerse, tener la oportunidad de salirse de esa rueda de hamster de la que hablaba en el post anterior. Y una educación de calidad es salud y da seguridad, hace que funcione bien la persona, las ciudades, el sistema. Lograr que cada uno tenga criterio propio, pueda desarrollar su talento, comprender su realidad.
Es cierto que vivimos con miedo, con esa inseguridad que se tiene por distintos motivos, cada día es como la rueda hay que cumplir unas necesidades básicas de alimentación, higiene, trabajo pero hay que ayudar a salir de la lógica, y más de la del pasado y adoptar soluciones que hagan posible irse a otra lógica. No es suficiente ver las oportunidades, diagnosticar y analizar constantemente esa rueda hay que intentar otros caminos y que sean propios, de cada uno. En este caso de la violencia de las mujeres ver esta lógica diferenciada pues siempre en la mujer subyace una realidad de la violencia del patriarcado, del abuso de poder, la opresión, la represión, de personas subordinadas y sin derechos siendo más vulnerables y rechazando incluso sus oportunidades. En cambio es un colectivo que se esfuerza mucho y que se adapta a las condiciones. La clave es que todas las mujeres tengan las oportunidades necesarias para poder vivir con dignidad.
La escuela también es política, no se puede vivir al margen del sistema y de la sociedad, de lo que se requiere, porque se tienen que crear, motivar y dar opciones a salir de la rueda. La sociedad del siglo XXI y con la pandemia se ha convertido en una realidad diferente donde priman los valores y dónde nos encontramos con una nueva ética.
Los centros educativos son importantes porque forman a las futuras generaciones, al desarrollo integral de las personas, a fomentar el desarrollo, la mente sana y activa, el rigor, el conocimiento, el criterio propio y a conseguir que el miedo no sea la herramienta que rija la vida.
Ahora con la pandemia se ha visto esto, el miedo, las incertidumbres porque no se conoce el futuro pero si se apuesta por el conocimiento, por las verdades biológicas. por la educación, se ponen los cimientos para poder manejar esto, vivir con ello, que dentro de ello nos haga sentir menos mal y menos inseguros. Escuchar la voz también de los que saben, de los expertos en educación, en conocimiento para poder seguir avanzando sin miedo y haciendo un camino con dignidad
La violencia contra las mujeres sigue siendo un obstáculo para avanzar, para alcanzar la igualdad, el pleno desarrollo, la paz, la conciliación en su vida.
Los objetivos de desarrollo Sostenible ODS son los de no dejar que nadie se quede atrás y no se pueden cumplir sino se pone fin a la violencia contra las mujeres.
Salir de la rueda aquí significa detectar las problemáticas, ver los estados presentes, ayudar a buscar alternativas adecuadas. En estos 16 dias de duracción de la campaña la ONU se une para destacar la necesidad de financiación, de servicios esenciales, prevención y de datos que propicien mejores respuestas y más fundamentadas.
Cuando una mujer comparte su historia está dando ya el primer paso, está alzando su voz para comunicar su indignidad, la crueldad que percibe.
Los docentes determinan también la forma de pensamiento de muchas generaciones al actuar sobre el respeto y el derecho de la infancia, de los jóvenes, tienen un papel muy dificil y una labor muy grande que llevar a cabo y que va a redundar en un mayor conocimiento pero también en una mejor salud, mejor convivencia y sobre todo hace que las personas sean capaces de enfrentarse al futuro y lo hagan con sentido y responsabilidad porque al dotar de una buena información, unas buenas habilidades, técnicas, conocimientos. al enseñar a pensar educan y hacen que sea posible construir un futuro mejor para todos y especialmente para todas las mujeres.
Se exige financiar y esto significa buenos servicios, buenos recursos, adecuados al 2021, que se ponga fin a todas las formas de violencia, de acoso, que se apliquen las medidas necesarias y se sepa dar respuesta, hacer esto adecuadamente, prevenirlo, anticiparse y recopilar la información que lleve a avanzar en las sociedades.
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