martes, 4 de marzo de 2014

El carnaval



Hoy, martes cuatro de marzo es carnaval. Es una celebración dónde la gente se disfraza, desfila, es momento de fiesta, de comer frixuelos y casadielles en Asturias, de poner máscaras. Se dice que tienen un origen mitológico y pagano, en honor a diferentes dioses:

Ø  Al dios Baco: dios del vino, del frenesí, de la agricultura del teatro, inspirador de la locura y del éxtasis, conocido como el libertador – Eleuterio-, que libera a uno de su ser normal, mediante la locura, el éxtasis y el vino, se describe como femenino, o masculino-femenino, y se le relaciona con el culto a las almas, con la comunicación entre los vivos y los muertos.  
Ø  Al dios Saturno: dios de la siembra y la cosecha, se le representa con barba, como un anciano, con una hoz en la mano, es el emblema del tiempo, como algo antiguo que todo lo destruye y acaba. No debía de tener hijos, así que hace un pacto con su hermano y decide devorarlos, aunque uno de ellos, Jupiter,  fue guardado y le venció apoderándose del imperio del cielo. El mito quedó reducido a una condición de simple mortal, donde puso orden entre los hombres y les dio leyes.
Ø  A las lupercalias, en honor al dios Pan, de los pastores, para evitar los malos espíritus y purificar la ciudad, la liberación de la salud y de la fertilidad, representadas con forma de cabra y símbolo de la potencia sexual,  se dice que sus orígenes se remontan a Rómulo y Remo y que se asocia a la fertilidad, para hacer frente a las mujeres estériles.
Ø  Al buey Apis, toro sagrado, dios solar y de la fertilidad.  Existía una tradición muy importante que se relacionaba con su muerte, se realizaba una celebración al morir y existía la creencia que renacería, conocido como  “Renovación de la vida”.

El carnaval es como un ritual ancestral para realizar una limpieza en primavera, expiar y purificar una nueva vida, tiene fuerza saludable. 

A continuación os dejo un óleo que se encuentra en el Museo de arte de Viena en Austria, pintado en 1559 por Pieter Brueghel el Viejo que representa un carnaval de la clase rural representado por campesinos.


La idea está tomada del teatro y presenta el contraste entre dos aspectos de la vida contemporánea: Por una parte el goce, que se sitúa a la izquierda donde podemos ver las casas y por otro la devoción, situada a la derecha y representada por la Iglesia, con la arquitectura de un arco con el símbolo de la Trinidad y con curas y monjas saliendo de ella. Sería “El combate entre Don carnal y doña Cuaresma”. Por un lado, a la izquierda las escenas de una carroza que es un barco, parece un tonel con un hombre con un espetón, y en el sombrero lleva un pastel detrás de él la música, bailarines, malabaristas, comida con pan y galletas, una hoguera, huevos, y mucha gente alrededor de una casa roja y verde donde destacan personas con lesiones físicas, gente jugando a las canicas, una mujer que porta una bandera y enfrente del combate estaría la cuaresma que sería la carroza  que porta una mujer que se sienta sobre un reclinatorio, lleva en el sombrero una colmena, símbolo de la miel de la cuaresma, porta una pala con dos arenques que parece una lanza, la carroza va tirada por un cura y una monja, y a lado niños con un comportamiento correcto y mujeres, más  atrás se ve alguien en el suelo, una comparsa, una mujer con un niño en el suelo dándole de comer, un carro, una olla con alimentos y un grupo de gente jugando a la peonza.
En el centro se ve un pozo y luz, una mesa, algún animal, arlequín, paraguas, mesas con pescado. Y hacía atrás una casa roja y amarilla, una mujer en la puerta, otra mujer subiendo las escaleras  y en la ventana arriba un hombre. Gente jugando al corro, capas,

Todo ello representa el combate de don carnal y doña cuaresma, donde el autor, humanista del renacimiento ha querido reflejar el placer de la diversión (don carnal) y la devoción (doña cuaresma)  como un encuentro, algo festivo con entretenimientos y juegos tradicionales, con un estilo bastante sencillo y natural.

Según historiadores la fiesta consistía en bailes y cánticos en los que los participantes usaban máscaras y disfraces como símbolo de "la inexistencia de clases sociales". En tiempos de carnaval se da un adiós a lo malo del pasado y una bienvenida al presente, enterrando simbolicamente a todo aquello que no ha sido positivo y a lo socialmente establecido para que pueda renacer con más fuerza una nueva sociedad transformada. 

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