sábado, 3 de agosto de 2013

Les llinguateres


El viernes asistí a una obra de teatro en la casa de la cultura de Luanco titulada “Les llinguateres”. Una comedia para todos los públicos dirigida por Andrés Presumido.
La obra trataba de tres mujeres que estaban en un lavadero lavando la ropa y mientras que realizaban esta labor hablaban y comentaban sobre ellas mismas, amistades del pueblo e historias de los vecinos sobre infidelidades, engaños, aventuras ilícitas, embarazos, etc…
Me gustaría hacer distintas reflexiones respecto al título de la obra y al tema.
En asturiano el término llinguatera se dice a la persona que habla mucho, más de la cuenta, y me parece marginal,  despectivo hacía las mujeres.  La palabra original es llinguateru y se refiere al charlatán, a un tipo de personas que hablan sobre cosas intrascendentes y carentes de importancia y no creo que este sea el caso.
El argumento trata de tres mujeres que bajaban a lavar y hablaban de aspectos de la vida cotidiana y se entretenían más de lo normal y no les importaba mucho las consecuencias como quemarse la comida y recibir golpes y moratones por ello.
Una visión irónica con una estampa burlona de la mujer. Una crítica indirecta que lo que quieren es ridiculizar a las mujeres. Parece que hablan sin argumento y que cotillean por cotillear pero no es así. Autoresignación y autohumillación por hacer las cosas mal, tales como quemarse la comida, apuntar en la libreta de la tienda, etc… hechos que entre ellas se decían y callaban a sus maridos para no ser descubiertas pues estos respondían con violencia. Una obra donde la mujer está subordinada al hombre, dónde ella es la corrupta, la ignorante y tiene que tenerlo todo preparado para el hombre y él es el valiente, el fuerte, el noble.  
Hoy en día, en nuestra “sociedad moderna” las cosas han cambiado, los papeles están muy repartidos y la forma de vida es diferente pero no ha pasado tanto tiempo y aún podemos reconocer muchas secuelas. De hecho al salir de la obra pude observar mujeres mayores sentadas en un banco hablando sobre sus cosas. Lo que hoy es violencia de género hasta hace muy poco era un tipo de funcionamiento de la sociedad donde las mujeres tenían que desarrollar todo un arte para sacar adelante la familia sin que nada les afectara. Los sueldos eran bajos y les costaba llegar a final de mes y no solo tenían que aparentar delante de amigos y vecinos su buen vivir sino de sus propios maridos. Idealizan al hombre mientras comprometen a la mujer o ellas mismas lo hacen.
Las tradiciones, las costumbres, la cultura, marcan una época y una forma de vida. En este caso estas tres mujeres se reunían en el lavadero como quien lo hace hoy en día en cualquier otro lugar para contarse los problemas del momento y sobre todo los de ellas donde tenían que tenerlo todo preparado para el hombre. Ratifica a la mujer como el principal factor de desarrollo por asumir los cuidados de los hijos, del marido, de la casa, compras, y otro tipo de decisiones. Un escenario donde tenían que apoyarse entre ellas para poder entender lo que sucedía a su alrededor. 

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