El
viernes asistí a una obra de teatro en la casa de la cultura de Luanco titulada
“Les llinguateres”. Una comedia para todos los públicos dirigida por Andrés Presumido.
La
obra trataba de tres mujeres que estaban en un lavadero lavando la ropa y
mientras que realizaban esta labor hablaban y comentaban sobre ellas mismas,
amistades del pueblo e historias de los vecinos sobre infidelidades, engaños,
aventuras ilícitas, embarazos, etc…
Me
gustaría hacer distintas reflexiones respecto al título de la obra y al tema.
En asturiano
el término llinguatera se dice a la persona que habla mucho, más de la cuenta, y me parece marginal, despectivo hacía las
mujeres. La palabra original es llinguateru
y se refiere al charlatán, a un tipo de personas que hablan sobre cosas
intrascendentes y carentes de importancia y no creo que este sea el caso.
El argumento trata de
tres mujeres que bajaban a lavar y hablaban de aspectos de la vida cotidiana y
se entretenían más de lo normal y no les importaba mucho las consecuencias como
quemarse la comida y recibir golpes y moratones por ello.
Una visión irónica con
una estampa burlona de la mujer. Una crítica indirecta que lo que quieren es
ridiculizar a las mujeres. Parece que hablan sin argumento y que cotillean por
cotillear pero no es así. Autoresignación y autohumillación por hacer las cosas
mal, tales como quemarse la comida, apuntar en la libreta de la tienda,
etc… hechos que entre ellas se decían y callaban a sus maridos para no ser
descubiertas pues estos respondían con violencia. Una obra donde la mujer está subordinada al hombre, dónde ella es la corrupta, la ignorante y tiene que tenerlo todo
preparado para el hombre y él es el valiente, el fuerte, el noble.
Hoy en día, en nuestra
“sociedad moderna” las cosas han cambiado, los papeles están muy repartidos y
la forma de vida es diferente pero no ha pasado tanto tiempo y aún podemos
reconocer muchas secuelas. De hecho al salir de la obra pude observar mujeres
mayores sentadas en un banco hablando sobre sus cosas. Lo que hoy es violencia
de género hasta hace muy poco era un tipo de funcionamiento de la sociedad
donde las mujeres tenían que desarrollar todo un arte para sacar adelante la familia
sin que nada les afectara. Los sueldos eran bajos y les costaba llegar a final
de mes y no solo tenían que aparentar delante de amigos y vecinos su buen vivir sino de sus
propios maridos. Idealizan al hombre mientras comprometen a la mujer o ellas mismas lo hacen.
Las tradiciones, las
costumbres, la cultura, marcan una época y una forma de vida. En este caso
estas tres mujeres se reunían en el lavadero como quien lo hace hoy en día en
cualquier otro lugar para contarse los problemas del momento y sobre todo los
de ellas donde tenían que tenerlo todo preparado para el hombre. Ratifica a la
mujer como el principal factor de desarrollo por asumir los cuidados de los
hijos, del marido, de la casa, compras, y otro tipo de decisiones. Un escenario
donde tenían que apoyarse entre ellas para poder entender lo que sucedía a su
alrededor.
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