Diría que si la escuela
representa a la sociedad y en ella hay gente de diferentes condiciones hay que
dar salida y respuesta a una gestión y organización moderna que es lo que se espera en el siglo XXI. La escuela no puede
ser un obstáculo para el desarrollo de nada ni de nadie.
La escuela ha cambiado, surgen
necesidades nuevas y otras formas de relación que reclaman para su satisfacción
climas diversos.
El desarrollo intelectual nace de
la acción conjunta y del dialogo. De un aprendizaje cooperativo dónde todos
aprenden de todos. Todos progresan.
Todos nos enriquecemos con todos.
Tenemos que confiar en el desarrollo
intelectual del alumnado. Sin confianza no hay desarrollo ni emancipación. No
podemos cerrar puertas al aprendizaje. Tenemos que ayudarles a que les guste la
asignatura, el estudio y a que se logre una conciencia de respeto mutuo. No podemos en un aula hacer diferencias pues hace que no puedan emanciparse ni ser independientes,
autónomos, lo que hace que se genere en el aula un ambiente de lucha dónde ya
será alumnado sin emancipar o que el que estudie incorpore conocimientos nuevos
y el que no incorpore malestares o violencia.
Es importante considerar
serenamente las condiciones de trabajo y las relaciones pues las mismas no
pueden constituir un obstáculo para el desarrollo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario