"En nuestras fronteras crea conciencia de que "per se -por si mismo- puede ser la curación" Fritz Perls
Cuando asistimos al teatro siempre pensamos como ir, que ver, nos hacemos una idea del tiempo, vestuario, etc. Valoramos muchos factores y una vez allí lo hacemos de la obra. Este es el caso de la función "El amor puede bailar" representada en el teatro por el Ballet de Basilea y acompañada por la Orquesta Sinfónica de esta misma ciudad.Una coreografía donde podías interpretar su historia que expresaba con el cuerpo emociones y sentimientos para decirnos de una forma distinta en que consiste el amor. Lo hace en dos partes muy diferentes, una referida al lado bueno de la vida y otra al malo, entendido como el de los conflictos internos del ser humano que lucha por superarlos.
La primera parte estaba llena de colorido, armonía y movimiento, muy alegre. Con muchos bailarines, buena utilización del espacio, la música, iluminación y el vestuario excelente. Cuerpos y emociones en movimiento como lo más bello del mundo, la autenticidad, buenas relaciones entre todos, algo que se siente "El amor", la paz, los cuadros, las fotos, la familia, el grupo. Todo ello representaba la Luz, el día.
La segunda parte con un carácter más melancólico y triste resultó más compleja y avanzada. Todo un reto y más poder interpretarla. Marcos de cuadros con manchas, pinturas, manos ensangretadas, caras, vampiros, sangre, donde podías asociar el arte y el surrealismo, el mundo contemporáneo. La fuerza, la posesión, la agresión, los demonios que aparecían, los paragüas protegiendo. La soledad, la mujer en sus cuatro papeles de madre, esposa, hija y trabajadora. Los tonos dramáticos, las parejas tirando unas de otras, el amor como sufrimiento, los sentimientos contradictorios, la atracción y la repulsión, el dolor en la convivencia, el lado oscuro del amor, la batalla y la lucha de los sentimientos. Toda una parte de escena negra que significaba el miedo "la Sombra", la luna, la noche.
Para finalizar sólo queda agradecer a todos los grandes bailarines y bailarinas, orquesta, director, pianista, coreógrafo por deleitarnos con tan bello espectáculo donde todas las piezas del rompecabezas han encajado. Me pareció una realidad de como se vive y es la vida. Quizás de una forma alegre, como un enriquecimiento personal y que realmente tiene sus tonos grises, sus dificultades y sufrimientos. Es como una rueda que va girando donde parece ser que se funciona en grupo pero que a la vez te va acorralando y desintegrando para vencer la persona en la búsqueda de si misma y de su felicidad. Todo me ha parecido "La danza de la vida" con un gran trabajo corporal y de psicología profunda de fondo con el único deseo de vivir de una forma digna y feliz (primera parte) liberándose de todo lo confuso, lo incomprensivo, lo incierto, los temores, lo contrapuesto, (segunda parte). "El amor puede bailar" se refiere a la vida, a la caza de esa soledad e independencia que se acrecenta con las relaciones humanas que son complicadas pero que a la vez es lo que permite dar respuestas a preguntas sobre diferentes situaciones de la vida que te sorprenden o te han sorprendido y ser libre.
Los espectadores hemos aplaudido durante mucho tiempo en un teatro tan bonito como es el de Basilea con una música impresionante de Johann Sebastian Bach, Arvo Pärt, Enzio Bosso y Valentín Silvestrov. Mi gratitud, reconocimiento y consideración para todos los allí presentes. Así como para el tiempo de "Pause" que fue toda una experiencia aprender su funcionamiento.
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