Escuchar y sentir la música, la
danza y saber expresarlo es uno de los mayores placeres humanos pues nos conecta
con lo más profundo. Es un regalo de esa energía maravillosa que da sentido a
nuestra vida.
Recuerdo que siendo niña asistía
con mi familia a ver películas y musicales, participaba en todos los actos que
se celebraban en la escuela y fuera de ella pues en nuestras vacaciones en
Perlora y Pola de Gordón realizábamos teatro y coreografías musicales. Salía siempre a presentar al escenario y a actuar, cantar y bailar.
El 17 de Agosto se estrenó en Gijón “El alma de la melodía”.
El musical nos
trajo una historia de comprensión de lo espiritual, de la inspiración y de la
ética combinada con una puesta en escena de las grandes piezas teatrales y
musicales como 'West Side Story', 'Fama', Evita, Cabaret, 'El violinista en el tejado', Sonrisas
y lágrimas, 'Chicago' o 'Jesucristo Superstar'. Un musical que deja
satisfecho a toda persona apasionada de la música, la danza y el teatro con un texto de David
Serna y bajo la dirección teatral de
Etelvino Vázquez y la musical de Jesús Angel Arévalo rodeado de una excelente orquesta. Un reparto de doce pedazos de actores, un vestuario
elegantísimo de Cristina Herrero, excelentes coreógrafos como son Estrella García y Luis Antonio Suárez
y con el destacado Rafael Mojas en iluminación y sonido.
Un trabajo intenso de un grupo muy grande de personas,
donde los ensayos han durado meses trabajando muchas horas diarias para poder
llegar a estrenarlo.
Los espectadores hemos disfrutado de las canciones y
del baile y hemos llegado a casa tatareando algunas de las canciones. La ejemplaridad,
el buen ambiente y una mirada muy especial de los grandes y de lo que es grande
o espectacular es lo que percibí en el “Alma de la melodía”.
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