La globalización cultural,
económica y social ha hecho que la institución escolar ya no sea solo difusora de cultura sino que
vaya más allá y contribuya a la formación en competencias para la vida tanto
personales, profesionales como sociales.
Personales para el óptimo
desarrollo de la personalidad del alumnado, su proceso creativo, e innovador,
su individualidad, autonomía, libertad, que le facilite su evolución como ser
humano, aprender a ser y a estar,
aprender a aprender con un buen espíritu crítico, afectivo y seguro potenciando la reflexión, la individualidad,
el hacer frente a retos y problemas. El
alumnado necesita de una buena tutorización que además de conectarle con la realidad
le ayude a mejorarse a sí mismo y a superar tanto las exigencias escolares como
a enfrentarse a la vida.
Profesionales para proyectar el
futuro y encararlo con responsabilidad y sin frustración. Aprender hacer y a
saber a lo largo de la vida. El alumnado
necesita situarse en el mundo con ilusión, alegría, motivación y entusiasmo
haciendo de los centros lugares de vida. La mejora del servicio educativo, de
las metodologías, tratamiento y análisis
de actividades que sean realmente útiles para el alumnado y las evaluaciones
que valoren lo trabajado y el progreso. Los escolares tienen que ir pasando
niveles y progresando sin saltos que les generen frustración sino como con
secuencias.
Sociales para superar las crisis
y poder construir el futuro que se desea. El alumnado necesita prepararse para
todos los futuros posibles incorporando un chip inteligente que conduzca a manejar con éxito las diferentes
situaciones.
Todo es muy complejo y una buena parte de esta complejidad está
determinada por las dificultades de las relaciones entre las personas pues
todas tienen necesidades, quieren hacer las cosas bien y tener una buena
posición y prestigio. A veces en la toma de decisiones conjunta puede darse
preferencias y no ver las necesidades individuales que interactúan aceptando
ofertas, proyectos, etc... que pueden ser colectivos y democráticos pero que pueden no incidir en las
necesidades reales del sistema, del centro, del individuo o al revés.
Se dice que la crisis es de
valores porque lo que se busca es el beneficio económico y personal. Y esto es
así, las personas quieren vivir y vivir bien y prepararse en la escuela para
obtener aprobados dirigidos a una carrera, profesión, a una preparación que les
lleve a un trabajo digno y con un salario. Al profesorado quizás hay que formarlo
en competencias para la vida, en la tutorización y en el dominio de las materias que imparta
para realizar un trabajo con calidad y que se adapte a las necesidades del que
aprende.
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