Un incidente sin importancia

El titulo del post es el del libro de Rosa María Sarda, que junto a Pau Dones nos han dejado esta semana. Dos grandes, dos referentes, de esos que abren caminos, de los que se aprende, de los que ganan nuestro corazón. 

Estos días he oido, escuchado cosas tan bonitas de ellos que no solo han ganado mi corazón porque ya lo habian hecho sino que siempre piensas que es demasiado para mí, tan bonito. 

He oído que no estamos aqui para cumplir los sueños de nadie, que estamos aquí para cumplir los sueños de cada uno, de ese condicionante que llevamos dentro y se nos dice que no traicionemos nuestros sueños. 

Es cierto que la vida supone un esfuerzo, que es dura y que quizas los sueños más profundos no se lleguen a exteriorizar  y en cambio se cumplen, y cuando llegan se reconocen, esa es la luz interior y se puede llegar a la plenitud con esa calma y tolerándose. 

El libro de Rosa María Sardá empieza con una carta a su madre, un relato titulado "El cumpleaños". En él se dicen frases de esas que te llegan "de un estilo vivo y directo", "desde la nostalgia y la ironía", "recrea un mundo perdido, el de las vivencias y las personas que añoramos una vez nuestra vida cumplida". 

Quizás se piensa en unas vivencias diferentes que apenas te dejan saborear las propias y añoras gente, los recuerdos, la familia querida, los amigos,  pero nos hace saber que "sobreviven con nosotros a pesar de todo" y son entrañables y transforman nuestros deseos. 

Dedica el libro a todos los suyos y siente "miedo de no tener tiempo" de "jugar rápido y arriesgando las cartas" y tiene "el sentido del peligro","la heroica valentía ante la adversidad" pero lo dice, se lo dice a su madre "gracias querida por la inocencia, la generosidad y el romanticismo. Este legado lo guardo en lo más profundo de mi corazón, junto con el más vivido recuerdo para tí", "que ella hizo lo que pudo pero que el tiempo hizo el resto" y que ahora anotaba con calma, a veces arrinconaba las obligaciones familiares, las prioridades, las tareas porque la preocupan poco y pone el ejemplo de la limpieza de los cristales y que escribe y lo hace arropada por los recuerdos. 

"Mi enhorabuena". Es la prueba más evidente de amor, "de amistad y de comprensión. El alimento imprescindible para hacer más llevadero cualquier camino, por solitario y cruel que sea". 

"Quizás llevo mas tiempo del que imagino tirando por esta dura coraza que me aisla de todo, que me ha convertido en un ser inexpugnable para quien no sabe o no puede encontrar la pequeña grieta por donde dejo que me acaricie el alma, la amistad, el amor fraternal, las únicas cosas que pueden interesarme en el estado en que sin proponérmelo me encuentro. La amistad, querida mía, es lo único que no me ha engañado, que no me ha traicionado, que alimenta mi vida y me da alegría. Que no te asusten mis palabras, quizás te den una sensación de infelicidad; no es así, soy ciertamente feliz, acaso de una manera distinta de la que había soñado, pero más sólida, más lúcida. Queda siempre la tristeza de no saber. Me habría gustado tanto conocer a mi felicidad soñada. Quizás la carencia me ha hecho tan cojonuda, ¡que coño!".

 "El más dulce de los recuerdos para tí junto con mi agradecimiento por todo". 

Y ella se definía así en este su primer libro  "soy mi incapacidad para ser feliz" , ella lo decía que "se evade de los problemas pero que no deja de preocuparse". 

Un libro de una gran inspiración autobiográfica y que puede llevarse a uno mismo porque evoca todo lo que ella decía. Añadía que era actriz pero que no sabía posar, "pregúntale a Almodóvar, que decía que hago fácil lo que es dificil y dificil lo fácil".

Si Rosa María Sardá era una actriz portentosa Pau Dones era un cantante extraordinario, ambos artistas, una mujer y un hombre emblemáticos. El nos hizo llegar unas palabras en las que explicaba que "Estamos acostumbrados a ser escuchados, que no a escuchar. Nos gusta mucho pedir y recibir, mucho más que dar, y rara es la vez que damos sin esperar nada a cambio. Lo que me ha pasado últimamente es justo lo contrario, he recibido mucho sin pedir ni esperar nada. Cosas buenas, muy buenas: cariño, afecto, respeto, amor, de gente a la que conocía y de gente a la que no. Muchos eran, amigos desconocidos que con sus palabras de aliento me hicieron superar momentos dificiles".  

Para finalizar  os dejo la letra de una de las canciones de Pau Dones "Depende" y comentaros que yo esta semana que he cumplido años me he dado cuenta que he cumplido mi sueño y esto me ha hecho muy feliz, he podido sacar lo que llevaba dentro y emocionarme, siempre ayudaba al alumnado a guardar sus tesoros y así a mi familia, esas cosas que nos hacen felices y disfrutar con ellas, y así pude ver las mias propias, mis propios tesoros, yo no se si merecía esto lo que si puedo dar las gracias hoy es a Rosa María Sardá y a Pau Dones pues han podido también ayudarme con todo el legado que nos han dejado y sin esperar nada a cambio. Gracias por vuestra generosidad y por haber hecho vuestro paso por la vida algo tan maravilloso y divino. 

DEPENDE 

Que el blanco sea blanco
Que el negro sea negro
Que uno y uno sean dos
Como exactos son los números
Depende

Que aquí estamos de presta'o
Que el cielo esta nubla'o
Que uno nace y luego muere
Y este cuento se ha acaba'o

Depende
Depende ¿de qué depende?
De según como se mire, todo depende
Depende ¿de qué depende?
De según como se mire, todo depende

Que bonito es el amor
Mas que nunca en Primavera
Que mañana sale el sol
Y que estamos en Agosto
Depende

Que con el paso del tiempo
El vino se hace bueno
Que to lo que sube, baja
De abajo arriba y de arriba abajo

Depende
Depende ¿de qué depende?
De según como se mire, todo depende
Depende ¿de qué depende?
De según como se mire, todo depende

¡ GRACIAS. SIEMPRE PERMANENTES EN MI CORAZÓN!