lunes, 25 de febrero de 2013

La toma de decisiones


Nos han enseñado que a la hora de tomar decisiones intervienen tres tipos de hormonas:

  1. La testosterona. Tanto los hombres como las mujeres producen esta hormona.

La literatura sugiere que la atención, memoria, y habilidad espacial son funciones cognitivas afectadas por la testosterona en humanos.
Demasiada testosterona empeora la función del cerebro y alienta la agresión e insuficiente  testosterona  disminuye la función cerebral.
En la mujer, la testosterona, aunque sea en cantidades mínimas es muy importante para mantener niveles saludables de apetito sexual, humor y sensación de bienestar. En la mujer la testosterona se sintetiza básicamente en los ovarios y en menor grado en la corteza suprarrenal.
La testosterona aumenta la confianza que se tiene en uno mismo y, como consecuencia, las ganas de asumir más riesgos.



2. La adrenalina.Según http://www.seicap.es/adrenalina.asp la adrenalina también se llama epinefrina. Es una sustancia que forma el cuerpo de manera natural, en las glándulas suprarrenales, que están encima de los riñones. El cuerpo la forma y la tiene almacenada, y la libera en situaciones de alarma, de stress, de miedo, de peligro. Sirve para que el cuerpo se prepare y se defienda mejor en situaciones de riesgo.
La adrenalina necesaria nos ayuda a hacer frente a los desafíos que se nos presentan. Las emociones que generan más cantidad de adrenalina son las relacionadas al estado de alerta (ej. miedo), porque es la hormona que prepara al organismo para el proceso denominado "lucha o huída".

3. La hormona del estrés.
Estrés (del inglés stress, ‘tensión’) es una reacción fisiológica del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada.
Un estudio nos revela que existe una relación entre la segregación de hormonas de estrés (glucocorticoides) y la destrucción de neuronas en el hipocampo del cerebro relacionadas con funciones cognitivas como la memoria y la orientación espacial.
El estudio sugiere que el cerebro de las personas estresadas envejece antes que el de las más tranquilas.

Lo que no nos han enseñado es que en la toma de decisiones igual no interviene ninguna de estas tres hormonas y solo sea debido a nuestra genética y a la falta de reconocimiento.

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