domingo, 20 de enero de 2013

La mirada pedagógica


La fachada de un establecimiento comercial  según lo que se anuncia, los rótulos, los mensajes, los materiales, el espacio, los objetos, etc….tiene un determinado significado. Se dice que el escaparate son los ojos, la cara del establecimiento. Hay centros comerciales que eligen un tema y realizan todo el decorado acerca del mismo para captar la atención del cliente o consumidor.
El transeúnte que se para ante un escaparate o la fachada lo hace porque algo le ha llamado la atención, se ha sentido atraído.
Según la mirada, la interpretación conduce a diferentes resultados. Así son las actividades didácticas. Las hay fáciles de corregir: un dictado, una suma, un verbo… son objetivas y conducen a una única solución. Su calificación es justa. Son las llamadas actividades embudo.
Un trabajo personal, comentario, análisis, reflexión, traducción, valoración, se trata de una actividad subjetiva. Son las llamadas actividades abanico.
En estos trabajos o  abanico de actividades se puede hablar acerca de diferentes planteamientos: teóricos, prácticos, formulación de preguntas, de problemas, realización de dibujos, de investigación, de análisis, de vivencias, etc. La calificación de esta actividad depende de la persona que la corrija y de los aspectos que valore. Se dice que es menos justa porque según los criterios y los argumentos se pueden tomar distintas decisiones y pueden ser equivocadas. Es una responsabilidad si se hace de forma individual y cuando se hace colectiva es más compleja y difícil. Juzgar y ser juzgados, valorar y ser valorados, son decisiones que nos pueden afectar en un momento determinado. Es importante porque se puede estar beneficiando, perjudicando, incluyendo, excluyendo, premiando, castigando, etc. por eso, la importancia del tiempo, la actitud, el punto de mira  para calificar los trabajos de los demás y con también un abanico de criterios.
Me ha llevado hacer este artículo una actividad de un libro de alemán, en ella hay una foto de una fachada de un centro comercial de Frankfurt donde aparecen dos carteles con los ojos. En la parte de arriba unas frases y en la parte de abajo los escaparates. En el ejercicio aparecen cuatro comentarios de diferentes personas (están traducidos del alemán de forma idiomática):
1º “Es muy divertido ver los escaparates y ver tantas cosas. Se alegra o está encantado de no llevarlo a su casa porque no podría meterlo en sus armarios y cajones porque están abarrotados”. Andy Warhol  
2º “En un momento dado tenemos que enfrentar la realidad: a pesar de todo lo bueno que el mundo nos ofrece, sólo podemos encontrar la verdadera felicidad cuando vamos de compras”. Ally McBeal.
3º “Ir de compras me hace gracia, es muy divertido. Me he dado cuenta que eso es algo muy femenino” Marilyn Monroe
4º “En un mundo en el que todo gira en torno a las compras... compras... y  que todo es comprar... ¿Qué significa el verdadero lujo? El verdadero lujo es no comprar”. Rem Koolhaas, 2001.
El significado acerca del concepto de comprar desde las diferentes visiones podemos interpretarlo de forma individual y de forma global. Todo ello puede tratarse de una crítica exterior al consumo si lo hacemos de forma externa, de forma más profunda es muy diferente.
Según mi opinión puedo pensar que el primero observa con la intención de no comprar y con el planteamiento de que no lo necesita. La segunda cita plantea que la verdadera felicidad está en comprar. La tercera lo expone como algo divertido, alegre y femenino. La cuarta lleva a la reflexión de que el verdadero lujo estaría en no adquirir cosas a cambio de dinero.
La primera y la cuarta cita tienen en común que son hombres y  la segunda y tercera mujeres. Puede pensarse que la de los hombres es una visión más interna, relacionada con la de no consumir, unida a su vez con la actitud de responsabilidad, conformismo, más de valorar que no es un lujo, puedo entender una visión más profunda pero hay algo real en el texto que dice que no lo necesitan, uno porque no tiene dónde meterlo (tiene demasiado y se consuela con no comprar porque no le cabe en el armario), para el otro el verdadero lujo es no tener esa necesidad. La de las mujeres quizás desde una visión más externa lo aplican a un sentimiento real, más divertido, alegre, feliz y Marilyn dice que femenino.
Antiguamente siempre el hombre estaba unido al valor y la mujer al placer o lo que es lo mismo el valor y la fuerza en lo masculino y el placer y la debilidad en lo femenino.
Da la sensación que siempre se unía el comprar y el gastar con la mujer y como que el hombre no tenía esa necesidad cuando en realidad y lo que realmente sucede y existe en la vida es que no es cuestión de género pues hay que comprar para comer, para vestir, para viajar, etc. Nos guste o no nos guste consumir tenemos necesidad de comprar tanto unos como otros y no es cuestión de izquierdas y de derechas. Tanto en el hombre como en la mujer hay ojo izquierdo y ojo derecho. En los carteles del anuncio está escrito:
·         En el ojo izquierdo: Tú eres, esto es nuevo, esto no es, esto es todo
·         En el ojo derecho: Tú quieres, tu compras, tu olvidas
Y así nuestras percepciones y como experimentamos nuestras realidades están relacionadas con nuestros ojos, con la lateralidad, con los hemisferios cerebrales y en definitiva con nuestro cuerpo donde en todas las personas hay izquierda, derecha, femenino y masculino. El lado izquierdo es más interno, valorativo y el lado derecho más externo, afectivo y alegre. El lado masculino está más unido con el hemisferio cerebral izquierdo y el lado femenino con el hemisferio cerebral derecho.
Y centrándonos en comprar y en los centros comerciales siempre se revisten las fiestas: Reyes, San Valentín, carnavales, día del padre, día de la madre, las navidades, etc. Parecen días destinados a adquirir y fomentar compras. Hay una realidad que muchas tradiciones han sido implantadas para consumir pero también nos da la sensación de parar, de detenernos de nuestra vida cotidiana y pensar en los otros, y en nosotros mismos de otra forma, quizás comprar no es solo un sentimiento de ánimo hacía nosotros sino hacía los demás, aceptarnos nosotros, hacer felices a otros con un regalo, compartiendo una comida o simplemente aceptar la vida con sus alegrías y sus penas.  

No hay comentarios: