Para crear una sociedad
más justa, equitativa y humana tenemos que cambiar los métodos e ir
combinándolos con las clases tradicionales de conocimiento y saber.
Los métodos suponen un
cambio importante en la forma de impartir las clases y en la relación con el alumnado.
Hay que cambiar el chip.
Más autonomía, más trabajos en grupo conjugados con los individuales y tutorías
y no sólo hay que enseñar el saber sino trabajar el ser. Las clases que
involucren al alumnado.
Hacer hincapié en las llamadas competencias como una combinación de destrezas, conocimientos y actitudes adaptadas a los diferentes contextos pues son las que se precisan para el desarrollo personal y para ser ciudadanos activos e integrados en este mundo social que nos movemos.
· La clase es importante a la hora de trabajar, los
asientos de forma circular es un camino hacía el verdadero aprendizaje, capta la
atención del alumnado como verdadero protagonista de la clase, se enriquecen
unos con otros, y están a gusto. Funcionan como verdadero grupo e
interaccionan. No impide que para aspectos puntuales de lectura, controles, etc…
se coloquen de forma individual.
·
Hay que tener en cuenta la curiosidad, lo que aportan al tema, sus
preguntas y diálogos, sus recursos y a partir de aquí enriquecer los
conocimientos. Es una forma de ir despertando las mentes en formación. Es un
acompañamiento que vamos haciendo como profesores en el aprendizaje del
alumnado. Como si se tratase de un puente para pasar. Tanto ellos como nosotros
tenemos que estar abiertos a aprender.
·
Crear pensadores que resuelvan problemas de la vida
cotidiana por eso hay que tener en cuenta los conocimientos que trae el alumnado y los que adquiere.
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