sábado, 11 de enero de 2025

Bienvenido 2025

"Bienvenido 2025", que cada día esté lleno de salud, oportunidades, aprendizajes y de cosas nuevas, de esas que nos sientan bien, y aunque nuestra vida siga una rutina, unos hábitos no siempre sucede lo mismo y lo que vaya a pasar que sea positivo, quizás este es el juego más bonito que se puede hacer, el ser feliz, entender el mundo que nos rodea y vivirlo con sentido, que nos ayudemos con los proyectos, con las ganas de enfrentarnos y luchar, que nos motivemos como cuando estrenamos ropa nueva que nos hace tanta ilusión y nos encontramos a gusto, o vamos a la peluquería y nos vemos muy bien, nos ayuda a estar contentos, alegres, felices, a crecer. Se que no todo está bajo nuestro control pero al menos intentamos quedarnos con lo bueno, poner con colores el mundo y subrayar aquello que consideramos importante pero hay cosas que no anotamos y pasan y que nos gustan.

Pilar Jericó, profesora, conferenciante, escritora y autora de muchos libros, nos hace una lista de grandes ideas para el nuevo año. Lo primero que nos dice es que menos es más, que las metas mejor cortas, no pensar a lo grande, es mejor superar metas que no hacerlo. Entiendo que en la vida cotidiana adoptar esta filosofía de simplificar las metas es mejor, de enfocarse en lo importante, no hace falta eliminar lo que no nos hace falta en ese momento sino priorizar en el ahora,  en hacernos la vida más fácil y más sencilla. Ver lo necesario, las prioridades. Damos quizás mucho valor a objetos, adornos, fotos, que seguro lo tienen y que son necesarios para avanzar pero sabemos que no son esenciales, no hay que darle tanta importancia, hacerles un hueco, darles un orden, crear este equilibrio de saber hacer, esa belleza que se llama de economía, esa limpieza, que todo nos suponga menos trabajo, sea más funcional porque se es más libre, nos invita a reconsiderar lo fundamental, podemos tenerlo a mano por si lo necesitamos. Hacerlo todo un poco más sencillo, más simple. Lo complejo es un obstáculo para ver la claridad, la esencia, por eso entiendo que menos es más y que de esta forma se vive más y mejor. 

Lo siguiente que nos recuerda es que hay que continuar manteniéndose activos, que el ejercicio nos estructura la mente, nos hace muy bien, partir de poco a poco, e ir valorando lo que vamos consiguiendo, y como nos encontramos, marcarnos metas, retos, propuestas y si es necesario cambiarlas.

El otro día oí que quienes no quieren acuerdos prefieren ruidos, y es así, pasa muchas veces en reuniones, que actúan así y pasa rápido y luego los acuerdos se toman una vez al año y no se llevan, no se hacen como se tienen que hacer, que no se actúa con la palabra y en cambio es el vínculo, donde se solucionan problemas y se resuelven. Frente a la realidad existe este desconcierto, donde el ruido, el silencio es lo extraño y hace que se sienta ansiedad, angustia, desesperanza, y luego hay que reintegrar todo esto.

Explicarnos bien con palabras porque las palabras son acción, poder de realización, creadoras por sí mismas que llevan a realizar proyectos, programas, metas, a nuevos puentes de conexión. Y que más allá del ruido hay un giro a lo sonoro, la tecnología ayuda acceder a lo sonoro, a conectar con el entorno.

Hay este tipo de proyectos del enfoque de la palabra y lo sonoro que a la vez se asocia con las palabras y el ruido, el silencio y se involucran objetos, herramientas, máquinas. Se dialoga con lo tecnológico, lo místico, lo humano. Existen muchos medios de expresión, de conocimiento, de reconexión con lo humano. Es fundamental para el nuevo año. Crear este equilibrio y transmitir serenidad, tranquilidad y estabilidad. 

El mundo se mira, se interpreta, se lee, se escucha, se oye, que las palabras importan y que hay un giro así a lo sonoro, a lo que somos de nuestro entorno y a traducir energías vibratorias, lo que nos lleva a estar entre "la máquina y lo humano" y que requiere paciencia, quietud. Existen estas conexiones entre el mundo interior y exterior. 

Encaja muy bien aquí el libro "Las palabras que importan" escrito por Kathryn Mannix, prestigiosa doctora que dedica su vida a escuchar a pacientes. En el libro nos habla de la importancia de las palabras. "Las palabras importan" que a veces queremos decir algo y una llamada, el ruido, hace que se nos olvide algo importante, o no nos salen las palabras, no tenemos palabras para decir, para consolar o consolarnos, a veces tenemos esa niebla de emociones, que mantenerlas ocultas es la mejor opción que arriesgarse a decirlas y sentir angustia, emocionarse, parece debilidad, que hay palabras que bloquean, que obsesionan, que atan la mente, que limitan, que somos lo que hacemos pero también lo que decimos, que lo negativo quita mucha energía, la ira, las acusaciones y que hacen que no se cumplan expectativas.

Es un libro que me llamó mucho la atención, equipara y compara las palabras con el baile, como que nos anima, nos consuela, el estilo, las habilidades, las técnicas que son como los bailarines que hacen equilibrios, trabajan juntos, lo iguala al esfuerzo que se hace juntos para no perderse y no perder el paso. Se observan aquí los principios en acción que nos guían, y que están al alcance de todos. Y me gusta, esto se hace muy bien en la escuela, en el trabajo porque en la vida cotidiana con tantas tareas es difícil pero hay ese afán de superación tanto en la música como en el baile como en la conversación, escuchar, sentir, tener una mentalidad abierta y dar esos giros, esos pasos, esos cambios de ritmo y a modo de danza, con unos pasos hacia delante y otros hacía detrás, existe un consentimiento, una asociación, un compartir espacio y una búsqueda de mantener cuestiones serias, dolorosas, formas incorrectas, de insistir, de seguir diciendo algo que nos anima, nos consuela, el estilo, las habilidades, las técnicas, de continuar y mantenerse juntos, como los bailarines que hacen equilibrios, trabajan juntos, se actúa como una pareja de baile, en un esfuerzo juntos para no perder el paso. Se observan los principios en acción que nos guían, y que están al alcance de todos.

Me gusta esta reflexión y empezar el año así, es como meterse de pleno en la propia historia, sigue siendo un avance, una oportunidad para continuar comprendiéndonos y al mundo de un modo mas útil y veraz, con ilusiones, esperanzas, lo bueno y lo malo. Las palabras, la música y el baile, los gestos, es todo como una exhibición, como un festival donde se va viendo cuando se es novato, se empieza y se va pasando a madurar hasta llegar a figuras consagradas. Tomar conciencia de esos detalles, del panorama, y discernir aquellos aspectos que nos han negado en este caminar, que nos pasaron por alto, o nos hicieron sufrir y si es y sigue siendo nuestro deseo cumplirlos, no dejarlos, enfrentarnos también a esto, a nuestro propio tango de bailar, hablar, escuchar, conversar, mantenernos sanos. Es así la propia historia, así se titula el primer capítulo del libro "Vamos a contar historias" porque la vida es un relato de luces y sombras, de esperanza y desesperación, de suspense y revelaciones. Cuando se quiere decir algo intentar buscar las palabras más adecuadas, a veces no se tienen, existe esa niebla de emociones, y se siente angustia, debilidad, vulnerabilidad y se cavila en silencio y nos lo contamos a nosotros mismos, interpretamos los detalles, y esto nos ayuda a tomar conciencia del panorama, a discernir aspectos que no habíamos tomado en cuenta. Es todo una invitación a comunicar con la palabra y a danzar porque se escucha poco, se levanta mucho la voz, se propician silencios, se habla sin dar la palabra, sin consentimiento. Y si va mal no sabemos retomar, desandar el camino, queremos acabar con esto en vez de retomar como un baile, insistir en aprender a dar los pasos, los giros, en descubrir la manera de no tropezar, de no pisar o si se hace reducir este desequilibrio y hacerlo con elegancia, aprender apoyar también, aceptar que la solución no es simple, que hay que cubrir las espaldas, dar apoyo según se avanza, comprender, confiar y dejarnos llevar por la música. 

El otro día viendo una película escuché que lo que se busca es la reacción cuando alguien se atreve a insultarte, a llamarte la atención y para encima se da por ofendido e incluso dice que le faltan al respeto, y es que es el otro quien quiere tener el control y para ello te quieren pisotear, hay esa provocación, ese malestar que produce ira, angustia, y hay que saber reducir esto y el desequilibrio que supone y tienes que aprender a actuar ante esta acción y no sentirte mal ni incómoda, has escuchado, has dejado decir, has sacado el pensamiento del otro, entendido y has dado respuesta, has solucionado pero ya las relaciones nunca van a ser las mismas ni iguales, han querido agotarte emocionalmente, desequilibrarte, te han hecho sentir mal, y ya nunca va a ser igual y además lo han hecho en un momento importante para ti. Hay gente que parece que disfruta así, provocando ira, angustias, siendo inoportuna, en cambio la humanidad es otra cosa, es aceptarse y es aceptar pero haciéndolo con agrado. Siempre hay un tira y afloja en las conversaciones, temas que parece no pueden tocarse, se evitan y se deja para más tarde, ya lo haré, ya afrontaré esto, tampoco queremos parecer insensibles ni entrometidos, ni dar malas noticias, ni decir lo que no queremos, hay esas dificultades, temas que no se quieren tocar, que nos da miedo no transmitir bien, no dar con lo correcto y sentirnos emotivos, evitamos decir para no rechazar ni ser rechazados, no humillar ni sentirnos humillados. 

Hay una frase de Antonio Banderas que viene muy bien aquí "Nadie nos valorará sino lo hacemos nosotros primero. Confía en el tiempo que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades", es esto ya una forma de humanidad, de consideración por una misma al aprender a reaccionar ante lo inoportuno, en dar la respuesta sensible ante un problema e ir continuando formándose es esa delicadeza. Creo que esto es algo muy difícil, tener esa sensibilidad hacía todo lo conocido y lo oculto, lo misterioso, lo espiritual, lo que se repite sin límites, esas experiencias y hacerlas más llevaderas y mejores. Mediante la palabra, el sonido, la performance, conectar así de esta forma con la vida, con la propia historia, el mundo, esa posibilidad digamos de sonorizar la palabra, de transformar, dar y visualizar energía. Creo que es algo difícil para todos, ver con los ojos, pensar con la mente, tener en cuenta todo lo emocional, mirar hacia otros lados, convivir y facilitar la vida, respetar y escuchar y hacerlo sin sentirse ofendido, dañado, humillado, ver ventajas, inconvenientes y dudas, planear las dudas, no es solo así aprobar o no hacerlo. Enfadarse consume mucha energía y estrés y cuesta liberar todos los pensamientos negativos y quita la ilusión, el ánimo, es muy decepcionante salir de esa situación y de esa interacción y de esas relaciones interpersonales, por eso la búsqueda de información, adquirirla y plantearla bien. Tratar de disipar las dudas, hacerlo mejor, que hay que resolver bien las situaciones, diagnosticarlas bien y saber valorarlas, conocer los factores, que no dar importancia puede falsear la situación, hacer fracasar la solución, que cuando hay problemas se puede culpar de un sin fin de cosas y no ser reales ni verdad. Que mucha gente tiene y vive otra situación y están por dentro nerviosos por otros procesos, dilemas, con conductas y comportamientos quizás mas interesados, que no se puede confiar.

Me gustan estas reflexiones para empezar el año 2025 con ganas de afrontar y de mejorar lo que estamos haciendo, proyectos, rutinas, todo nos ayuda a crecer, a tener mejor vida y un estilo de vida sano, hacer felices a los que nos rodean, con ganas de mejorar los proyectos, la vida, el futuro. En realidad somos luchadores porque no salimos ni partimos desde la misma línea, es todo como una carrera, donde hay diferencias, unos están bastante más atrás que otros, ni de la misma cultura, ni las mismas condiciones, y hay que conquistarse y mejorar constantemente, somos protagonistas de nuestras vidas, y queremos vivir en una sociedad sana y no enferma, tener prosperidad, bienestar, manejar las riendas de nuestra propia vida y sin que nada ni nadie nos agote emocionalmente ni de ninguna otra manera, tener todo tipo de paz.

Para finalizar comentar que las historias igual que la propia vida, las vamos experimentando según van pasando, van sucediendo, conforme avanzan, vamos abordando las problemáticas de una forma responsable y comprometida. Que siempre pedimos al año salud, bienestar, que nos lleve a estar tranquilos, a tener paz, a tener ese pensamiento de perspectiva, de gestionar la propia vida y hacerlo con calidad y que resulte bien, que a veces ves enrarecido el ambiente y no lo haces y tomas decisiones y no siempre son las mejores. Que este año sea idóneo y conveniente, que nos lleve a estar mejor, tranquilos y a disfrutar de la vida con salud, calidad, humanidad y prosperidad.

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